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No tenía idea de porque, pero desde hace un largo rato comenzó a sentir escalofríos, sentía que algo estaba apunto de pasar y entonces por fin se acordó de la advertencia de Douma.

"ten cuidado con cada demonio con el que te cruces."

No recordaba haberse encontrado con ningún demonio, no salía por las noches por precaución, pero recordó que en la finca El no era el único demonio. Nezuko también podía caminar bajo el sol, ella aún estaba enlazada con Muzan, ella lo vió caminar bajo el sol.
Hakuji palideció al imaginar que ahora Muzan estaba haciendo hasta lo imposible por encontrarlo; él no lo perdonaría por tener un hijo, pero ahora que podía caminar bajo el sol había más de un motivo por el cual Muzan elegiría borrarlo de la faz de la tierra. Estaba tan asustado y nervioso que su bebé no dejaba de patear a sentir su preocupación, Hakuji trató de relajarse y acarició su vientre para poder calmar a su hijo.

- no te preocupes, no pienso dejar que él te ponga una mano encima - le dijo a su bebé y casi como magia el bebé se calmó.

Quería pensar que estaba siendo paranoico, que nada malo sucedería y que él jamás los encontraría, y que todo estaba en su mente, pero solamente se estaría auto engañando, conocía perfectamente a Muzan y él no descansaría hasta encontrarlo.

- Hakuji-san ¿Está bien? - preguntó Senjuro algo preocupado.

Senjuro había notado como su cuñado parecía tener la mirada perdida en la nada y murmuraba algo que no lograba entender. Su hermano mayor no estaba y asumió que estaba preocupado por él, y como no estarlo, después de que ese cuervo exageró de sobremanera la noticia de que estaba muy herido, desde entonces a Hakuji y a él les resultaba un poco difícil confiar en los mensajes que gritaba.

- no es nada, sólo me duele un poco el estómago - respondió sin más para no preocupar al menor.

- ¿Estás preocupado por mi hermano? No te preocupes, mi hermano es una persona fuerte, él no se dejaría vencer tan fácilmente - afirmó el menor, quien estaba completamente orgulloso de su hermano.

Hakuji no estaba preocupado por Kyojuro, desde la última vez aprendió a confiar más en él y además, agradecía que estaba afuera en una misión y no sobrepotegiéndolo. Por suerte Senjuro no era tan sobreprotector como Kyojuro, él le daba más libertades y le dejaba hacer más cosas como caminar, permanecer mucho tiempo de pie y hacer cualquier cosa que lo mantuviera en movimiento, al menos así no se sentía tan inútil.
El padre de Kyojuro era igual, aunque no siempre estaba en casa y la mayor parte del tiempo estaba en su habitación, no era tan sobreprotector y le dejaba hacer muchas cosas, excepto cargar cosas pesadas como las botellas de sake, a las cuales le tenía prohibido acercarse o tan siquiera respirar cerca de ellas, tenía la creencia de que eso le haría daño a su nieto.

Además mientras Kyojuro no estaba tenía tiempo de terminar de acondicionar la habitación donde su hijo y ambos dormirían, además de guardar con cuidado la ropa y los juguetes que algunos pilares le habían obsequiado para el bebé; quien más compró regalos fue Mitsuri, ella siempre que venía traía consigo cosas para bebé cómo ropa, mantas suaves y juguetes, algunas veces ella misma tejía la ropa y cocía los peluches suaves, no hacía falta mencionar que ella sería la típica tía consentidora, la que no dudaría en llenar a un niño de juguetes, dulces y otra clase de cosas con tal de verlo feliz.

Algunas veces Iguro se mostraba un poco celoso del exceso de atención que Mitsuri le daba a Hakuji, aún sabiendo que ella sólo lo hacía porque estaba emocionada por el bebé

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Por la tarde al caer la noche, Sanemi terminaba de tener una acalorada discusión con su hermano menor ¿La razón? Nuevamente un intento fallido de persuadirlo para que abandone la organización, incluso casi se le intento lanzar para golpearlo cuando Genya le confesó que se ha estado comiendo a los demonios, de no ser porque Tanjiro estaba en el momento justo quien sabe que hubiera ocurrido.

La discusión fue tan fuerte que Sanemi terminó muy molesto, aunque en parte estaba muy dolido, no era está la vida que quería para Genya, la única familia que le quedaba, y además eso que le había confesado, no sabía ni como tomarse todo esto.

Genya pesar de estar todavía un poco afectado por la discusión con su hermano, aún así se presentó a las sede para esperar a quien sería su compañero de misión. Tuvo que esperar dos horas y media, ya que su compañero, que era un pilar, se había distraído al punto que terminó por perderse en un bosque de bambú, de no ser por su cuervo seguramente nunca habría llegado. Una vez que ambos estuvieron reunidos el patrón les explico brevemente que hubo un avistamiento extraño en las cercanías de la sede y tenían que ir a investigar, ya que algunos cazadores que había enviado no habían regresado aún y Ubuyashiki no dejaba de tener un mal presentimiento.

Entonces ambos se apresuraron a caminar hacia el lugar donde estaban ocurriendo las desapariciones de cazadores. Genya no dejaba de tener un mal presentimiento, Muichiro en cambio estaba un poco distraído, así que no era capaz de leer al ambiente tan tenso que se había formado.

Después de unas horas finalmente llegaron al lugar donde vieron a los cazadores por última vez, la escena fue impactante, había muchos cazadores en el suelo, inertes y a algunos les faltaban extremidades o tenían heridas fatales, pero no había nadie con vida y no había rastro de ningún demonio. Al menos eso pensaron, cuando escucharon el crujir de las hojas y todos sus sentidos y pusieron en alerta cuando una parvada de cuervos salvajes salió volando despavorida.

- de nuevo más cazadores, parece que estamos cerca

Dijo una voz masculina, y ambos dijeron toda su atención hacia el origen de aquella voz, y entonces vieron a un hombre vistiendo un atuendo un poco antiguo y que llevaba una espada, lo más destacable era que tenía seis ojos que parpadeaban casi al mismo tiempo, pero no estaba solo, junto a él había un hombre elegante, su ropa era impecable pero sus ojos rojos resaltaban en la oscuridad.

- acaba con ellos, pronto llegaremos - ordenó Muzan.

Entonces Muichiro y Genya se prepararon para pelear, sin importar qué ellos no iban a dejar que ellos siguieron avanzando hacia la sede.

𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora