— no podré deshacerme de esta cosa por ser demasiado pequeña, continuaré como hasta ahora mientras decido que hacer. Mientras no le diga a nadie y no me comporte extraño no levantaré sospechas — decía el de cabellos rosados mientras vagaba por la calle.
No iba a ser nada fácil, especialmente porque no podía esconder su asco hacia la carne humana y porque aunque lo deseaba, no podía saborear la comida humana sin tener la sensación de estar ingiriendo veneno, a este paso la cosa en su vientre lo mataría antes de que el sol o los cazadores lo hagan, si es que Muzan no lo hace antes si se entera.
Esa noche no consumió alimento alguno, estaba tan débil que sólo regresó a la fortaleza y se quedó dormido para reponer las energías perdidas, después con más calma buscaría que hacer.Pero su paz no duró mucho, al abrir sus ojos se encontró con los coloridos ojos de Douma, quien esperaba a que despierte.
— por fin despiertas Akaza-dono, es raro que tomes una siesta a menos que no hayas comido nada — comenta el rubio mientras escondía medio rostro detrás de su abanico dorado.
Akaza no estaba en las mejores condiciones para soportar las bromas o comentarios fuera de lugar de Douma, por lo que decidió ignorarlo.
— ya veo, es raro que un demonio inmortal se enferme, pero aquí tienes Akaza-kun — entonces le acercó el brazo cercenado de un hombre, cosa que sorprendió de enorme manera al de cabellos rosas — ¡Hahaha! Realmente no se me da bien cazar hombres, pero quise intentarlo para mi mejor amigo — dijo el rubio orgulloso de si mismo.
Akaza rápidamente se incorpora al ver que el brazo no era de una mujer sino de un hombre, Douma siempre afirmaba que prefería la carne de las mujeres jóvenes, y que se haya tomado la molestia de cazar a un hombre sólo para él le hacía pensar que quizá Douma no era tan malo.
Realmente tenía deseos de darle una gran mordida a ese pedazo de carne aún fresca, su cuerpo ansiaba alimentarse lo antes posible y su boca empezó salivar tanto que la saliva escurrió por su mentón, pero por desgracia ese olor a sangre que tanto amaba también le estaba empezando a provocar arcadas; Akaza no pudo soportar y devolvió el estómago ante los ojos atónitos de Douma.— ¡Akaza-dono! ¿Qué sucede? — Douma salió de su asombro y se acercó a su compañero para tocarle el hombro.
Pero Akaza rechazó el contacto y sólo trató de alejarse lo antes posible, o sino levantaría más sospechas.
— ¡N-no es nada, métete en tus propios asuntos! — gritó de forma hostil.
Pero Douma no era nada tonto, sabía que algo no estaba bien en la tercera luna, los demonios tenían una vida eterna, significa que no podían enfermarse.
— si no me dices le diré al maestro que te has enfermado — dijo esbozando una amplia sonrisa.
Akaza sudó frío al escucharlo, lo que menos deseaba era hablarlo con Muzan o de verdad estaría en problemas.
— si te digo de todos modos le dirás, así que no — respondió de mala gana.
— ooh vamos Akaza-kun~ puedes confiar en tu mejor amigo, de todos modos lo olvidaré después — respondió el rubio.
Akaza sabía que probablemente cometería un error al contarle, pero para asegurarse siempre podría estar encima de él para que no hable.
— está bien, te lo diré pero si se lo cuentas a alguien voy a asegurarme de patear tu trasero por el resto de la eternidad — amenazó la tercera luna.
— juro que no diré nada Akaza-dono, tienes mi palabra — respondió Douma sin dejar de sonreír.
Entonces Akaza decidió confiar ciegamente en Douma y le confesó todo, desde su encuentro con el pilar que por poco vencía hasta la noticia de su posible embargo, Douma lo escuchó atentamente y se sorprendió al escuchar sobre el embarazo de su compañero.
— Akaza-kun, es muy serio, si el maestro llega a enterarse... — Douma fue interrumpido.
— ¡No le dirás nada! — responde de mala gana.
— el maestro dijo que un embarazo podría acortar nuestras vidas significativamente, debes deshacerte de esa cosa — sugirió el rubio.
— sus palabras nunca tuvieron sentido para mí, se contradice demasiado — dijo Akaza — no planeo quedarme con esta cosa, apenas tenga la oportunidad buscaré que hacer, pero no quiero involucrar al maestro — tembló un poco al recordar los castigos que Muzan solía imponerle a quienes se equivocan.
— Akaza-dono... — Douma miró a su compañero con sorpresa, a pesar de que no comprendía estos sentimientos, si podía ver que su compañero la estaba pasando mal.
A pesar de ser fiel a Muzan por ahora encontraba apropiado guardar silencio y no contar nada, era lo mejor.
— no diré nada Akaza-dono, tienes mi palabra — dijo él — ven a vivir a mí culto, te dejaré quedarte hasta que decidas que hacer — propuso el rubio.
Y Douma dijo la verdad, pues a pesar de tener la oportunidad no dijo nada y eligió aparentar que no sabía nada.
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Los meses pasaron y Kyojuro había olvidado completamente el asunto de Akaza definitivamente, pero sus problemas todavía no terminaban.
Una mañana después de volver a casa luego de una complicada misión, vió a su padre esperándole en la sala principal, cosa que extrañó mucho a Kyojuro, ya que no era usual verlo de buen humor y sobrio tan temprano.— Kyojuro, tengo que hablar contigo, por favor siéntate — ordenó el mayor.
Kyojuro extrañado tomó asiento y miró a su padre sin decir ni una palabra.
— seré breve, estás en la edad adecuada para contraer matrimonio y como dicta nuestra tradición te he arreglado un matrimonio — explica el mayor se los Rengoku.
Kyojuro se queda perplejo al escuchar a su padre, si bien desde niño le dijeron que esto iba a pasar en algún momento, realmente sentía que todo estaba yendo demasiado rápido y ni siquiera pidieron su opinión.
—padre ¿No crees que esto repentino? Ni siquiera me preguntaste si estaba de acuerdo — contesta Kyojuro.
— así lo dicta la tradición. A mí tampoco me preguntaron si quería casarme cuando tenía tu edad, pero no me arrepiento de nada, yo amaba a tu madre, la amé hasta el final de sus días y la sigo amando — dijo Shinjuro en respuesta.
— ¿Al menos puedo saber el nombre de mi pareja? — pregunta Kyojuro suspirando en resignación.
— todo lo que tienes que saber es que no viene de una familia de cazadores — dice el hombre mirando seriamente a su primogénito.
— pero padre...— en eso Shinjuro interrumpe a su primogénito.
— nada de pero, la decisión fue tomada y ya no hay vuelta atrás — dice Shinjuro y finalmente se levanta para retirarse.
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𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪
Fanfiction⚠️[MPREG/OMEGAVERSE/AKAZA OMEGA/YAOI]⚠️ Tan sólo fue un desliz, ninguno de los dos tenía plena conciencia de lo que hacía y juraron jamás contarle a nadie lo que sucedió, pero pronto una pequeña evidencia del crimen cometido saldría pronto a la luz...