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Al terminar ambos juraron no volver a verse, lo que aquí había sucedido solamente había sido un pequeño error que no iban a volver a cometer. Kyojuro era un hombre de palabra y tal como lo prometió le dió la oportunidad a Akaza de limpiarse, arreglar su ropa y además una ventaja de cinco segundos para escapar, y Akaza también dió su palabra, prometió no volverlo a ver y si ambos de casualidad rompían su promesa tendrían que pelear hasta la muerte.
Los dos estuvieron de acuerdo con esa decisión, ninguno hablaría de lo sucedido por el bien de sus reputaciones y para no ser tachados de traidores.

Nadie nunca sabría lo que aquí había sucedido.

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Rengoku no pensó que llegaría el día en que tendría que mentir, pero decidió decirle a todos que la misión había sido un verdadero éxito y después de eso por fin pudo dedicarse a pasar tiempo con su pequeño hermano menor.

hermano ¡Hermano! Kyojuro estás pelando de más esa batata — gritó Senjuro al ver que el error que su hermano mayor había cometido.

¡Ah! Lo siento mucho Senjuro, creo que no soy bueno el la cocina — dijo en respuesta y dejó la batata a medio pelar.

usualmente no cometes tantos errores, sólo cuando algo te preocupa o te distrae ¿Estás preocupado por algo hermano? — preguntó el menor de los Rengoku mostrando preocupación por él.

no es nada, creo que sólo estoy cansado — responde sin más.

Aquella respuesta no deja del todo satisfecho a Senjuro, sabe que algo pasa por su mente, pero por desgracia no poseía la habilidad de leer su mente y no le sería capaz de saber lo que le ocurre si no hablaba. Por otra parte, Kyojuro no dejaba de pensar en Akaza, no por su primera pelea sino por ese pecaminoso encuentro entre ambos; no podía relacionarse con demonios, aquello sólo fue un error, cosa de una sola vez que no iba a volver a suceder, pero en su cuerpo aún estaba el aroma de canela y cerezas, desde esa noche no había sido capaz de volver a dormir con tranquilidad sin que ese dulce aroma inunde sus fosas nasales y el recuerdo de esa noche volviera a su mente, tan sólo habían pasado tres noches desde aquel entonces y aún lo recordaba con mucho detalle.

Salió de la casa y se sentó en el porche mientras observaba la campana de viento que había en el techo, después su atención se dirigió al cielo azul despejado de ese día, se preguntaba por un breve momento si realmente no se volverían a ver. Aunque fue un error no iba a negar que hubo atracción entre los dos, ambos lo sintieron y se dejaron llevar.

ser un alfa es complicado — dijo para si mismo mientras sentía el suave viento en la cara.

Senjuro por su parte estaba realmente preocupado por su hermano, desde que había vuelto de esa última misión todo lo que hacía era permanecer sumergido en el mar de sus pensamientos, incluso en los entrenamientos parecía perderse por breves instantes, parecía que algo lo inquietaba, pero no importaba lo mucho que insista, Kyojuro no le iba a contar sus problemas.

quisiera ser de más ayuda para ti hermano — murmuró mientras preparaba el almuerzo del mediodía.

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Pero Kyojuro no era el único que pasaba la mayor parte del tiempo en la nubes. Akaza tampoco podía dejar de recordar esa noche, también estaba plenamente consciente de la cantidad de problemas en los que se metería si su señor Muzan se enteraba, pero aunque era un error y prometió olvidarlo realmente no podía hacerlo.
Aunque la marca en su cuello desapareció, aún podía sentir los dientes de ese alfa penetrando su cuello, en su cuerpo aún tenía la sensación de sus manos recorriendo cada rincón de su piel y aroma, ese fuerte aroma a menta y eucalipto era difícil de olvidar, lo tenía tan gravado en su mente que sin querer el recuerdo llegaba a su mente como si nada.
Ambos fueron bastante estúpidos e ingenuos al creer que tenían todo bajo control, Akaza se confío tanto en que nada sucedería que ni siquiera se había dado cuenta que su época de calor se había adelantado.

no volverá a suceder, sólo fue un tonto error — decía Akaza para si mismo.

¿Qué fue un error, Akaza-dono? — preguntó Douma haciendo acto de presencia.

Akaza casi siente que el corazón se le salía del pecho al ver como de la nada Douma aparecía sin previo aviso, por lo menos no había dicho nada importante así que estaba a salvo aún.

... — Akaza guardó silencio, no tenía nada de ganas de hablar con nadie, mucho menos con Douma.

¡Hahaha! Siempre tan tímido Akaza-kun, por eso te considero mi mejor amigo — y entonces Douma se acercó a Akaza para darle un abrazo.

Por supuesto el abrazo no fue correspondido, pero Douma continuó hablando.

Akaza-kun, últimamente he notado un olor distinto en ti; como tu mejor amigo te conozco tan bien que puedo distinguir tu aroma de entre los otros, pero desde hace unos días noté un aroma distinto, es muy fuerte y mentolado, me lastima la nariz de sólo olerlo — Douma continuó hablando y explicando sus razones para decir que el olor no le agradaba.

¡Ve directo al grano! — grita Akaza completamente molesto e impaciente.

tienes el olor de un alfa pegado a ti ¿Has estado con uno últimamente? — preguntó directamente.

Akaza al escuchar aquella pregunta empezó a tensarse, Douma para ser un omega molesto no se le escapan ni un detalle.

¡Por supuesto que no! ¿Por quién me tomas? ¡Tengo el olor de un alfa porque devoré a uno! — gritó completamente ruborizado.

ya veo ¡Hahahaha! Por un momento creí que te habías relacionado con uno, recuerda que tenemos prohibido tener relaciones, algunos somos estériles y si engendramos por gracia divina se acaba nuestra inmortalidad — explicó Douma.

¡Eso ya lo sé, no tienes que explicarlo porque ya lo sé! — contesta Akaza aún molesto.

𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora