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Ahora estaba bastante nervioso, pues no sabía exactamente qué le diría, para empezar juraron no verse nunca más y ahora se iba a presentar ante él después de mucho tiempo y con un bebé, además se entera que ya está comprometido.

es aquí, espere por favor, creo que mi hermano está en casa — dijo Senjuro una vez que llegaron a la finca.

Akaza al llegar a la casa de los Rengoku sintió un enorme nudo en la garganta, y el cuerpo prácticamente paralizado, jamás en toda su vida existiendo pensó que llegaría a encontrar a un humano que le hiciera experimentar tales sentimientos como los nervios y el miedo, maldecía a las malditas hormonas por haberle hecho tan débil y vulnerable.
Cuando el menor ingresó a la casa al mismo tiempo salió una chica, su cabello y su ojos eran negros, su piel era pálida y su ropa parecía bastante costosa. La chica lo miró de pies a cabeza, entonces ella notó que era un omega embarazado, en sus dedos no había anillo que indique un matrimonio y ella arrugó el entrecejo al terminar de observarlo.

Akaza conocía perfectamente esa mirada, había luchado a lo largo de su vida con diferentes cazadores, además estuvo muchas veces frente a frente con Muzan y sabía reconocer perfectamente una mirada de desprecio y superioridad cuando la veía, la chica ni siquiera había abierto la boca y ya le caía mal.

¿Buscas a alguien? — preguntó ella, Incluso su voz aunque suave, sonaba como lo estuviera despreciando.

... — el nudo en la garganta y los nervios hicieron que Akaza no pudiera contestar, está acción molestó mucho a Sumi.

ya veo, por tu ropa harapienta intuyo que eres un pueblerino. Bien entonces voy a hablar más despacio para que puedas entenderme — ella aclaró su garganta y continuó hablando — ¿Tú-buscas-a-alguién? — como si estuviera hablando con alguien de bajo intelecto, ella se atrevió a hablarle haciendo pequeñas pausas por cada palabra que articulaba.

Akaza por otro lado estaba luchando contra su propio temperamento, si no fuera porque estaba demasiado débil y no estaba dentro de sus principios atacar mujeres, hace ya unos minutos que está mujer estaría agonizando en el suelo, si tan sólo supiera esa insolente que estaba faltándole al respeto a un demonio, y no a uno cualquiera, uno que si quería podría hacerla pedazos cuando quisiera.

¿Te ha comido la lengua un gato? ¿Eres sordo acaso? — insistió la chica.

Justo en el momento adecuado apareció finalmente Kyojuro, Sumi al verlo se apresuró a aferrarse a su brazo mientras veía a Akaza con aires de soberbia, esto obviamente hizo irritar todavía más a la tercera luna pero al verla como se aferraba al pilar comprendió que esa irritante mujer era la prometida de la que Senjuro había hablado. No podía comprender como un hombre tan apasionado como Kyojuro pudo fijar sus ojos en una mujer tan irritante.
Kyojuro al sentir las manos de la chica abrazando su mano inmediatamente la apartó suavemente, trató de que el movimiento sea muy natural para esconder su incomodidad, y es que realmente no quería estar cerca de ella.

¿Conoces a esté... chico? — preguntó Sumi a Kyojuro, mientras ella sacaba un abanico negro para abanicarse así misma.

Kyojuro miró de pies a cabeza a Akaza, pero por su aspecto de humano no pudo reconocerlo, tan sólo le parecía un poco familiar la forma de su mirada.

claro que me conoces Kyojuro, nosotros... — no podía decirle la verdad frente a esa molesta chica, tan sólo lograría hacer que ella entre en pánico y mande a toda la organización a matarlo, entonces tenía que idear una historia creíble — quise decir, él me salvó en un accidente de tren tiempo atrás ¡Sí, eso! — fue lo mejor que se le pudo ocurrir en tan poco tiempo.

𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora