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Sabía lo mucho que se arriesgaba al dejar avanzar el embarazo, podría ser cierto que su cuerpo no resistiría pero no le importaba, se sentía tan orgulloso de su propia fuerza que se sentía capaz de llevar el embarazo a termino.
Pero extrañaba mucho a Kyojuro, aunque dijeron que nunca volverían a verse y que trataría de olvidarlo, realmente no podía sacarlo de su mente, Kyojuro se había quedado muy bien gravado en su memoria.

Akaza se dió cuenta que en estos últimos meses había sobrevivido comiendo comida humana, nunca probó la carne humana como solía hacer antes, esto le hacía pensar que quizá esté niño no sería un demonio sino un humano. Estaba esperando un bebé humano a pesar de ser un demonio, por increíble que parezca su cuerpo no se deshizo del bebé y ha logrado sobrevivir hasta ahora.
La tercera luna ya había dejado de usar su ropa tan característica, ahora la yukata era su vestimenta habitual, se sentía más cómodo con ella; en esos momentos miraba desde su habitación la luna resplandeciente, ya habían pasado cuatro meses desde que Kyojuro y él desbordaron pasión sin pensar en las consecuencias, lo extrañaba, extrañaba mucho su aroma, se sentía tan deprimido. Estos sentimientos eran normales si un omega encinta no estaba con su alfa, llegaban a sentir una profunda tristeza, a pesar de no tener una marca en el cuello sentía en su corazón que había una conexión más fuerte.

Kyojuro ¿Me habrás olvidado? — se preguntaba mientras observaba la luna llena.

En ese momento Douma irrumpió en su habitación, parecía estar consternado por algo, cosa que llamó la atención de Akaza.

Akaza-dono, el maestro quiere verte — dijo sintiéndose un poco inquieto por aquella repentina orden.

tendré que ir — fue lo que respondió al separarse de la ventana.

No tenía nadie para desobedecer las órdenes de Muzan, su embarazo ya se empezaba a notar, pero tenía la esperanza de que no lo note o sino sería su fin, seguramente Muzan buscaría torturarlo y hacer que pierda al bebé, el cual no quería perder por ser el único recuerdo de Kyojuro que ahora le quedaba, eso y el recuerdo de haber sostenido una pelea y casi haberse llevado la victoria. Todavía recordaba esa noche y como el sol frustró todos sus planes de salir victorioso, una sonrisa se formó en sus labios mientras acariciaba su vientre, estaba feliz de no haber ganado.

A pesar de la sugerencia de Douma de posponer la reunión, Akaza decidió que se presentaría ante él porque sino eso le traería muchos problemas, tan sólo esperaba que no le encomiende la tarea de pelear contra alguien, debido a su condición ahora no estaba en las mejores condiciones para dar pelea.

Pero Akaza no fue el único que fue llamado, Daki había llegado antes a la fortaleza, y ella esperaba a que Muzan la llamé para presentarse ante él. Durante estos meses ella había olvidado completamente su pequeño capricho, esto favoreció mucho a Gyutaro ya que descansaría de los caprichos y protestas de su pequeña hermana.

Mientras Daki esperaba en un pasillo contempló como Akaza pasada frente a ella, hace ya cuatro meses que no lo había visto y lo notaba cambiado, su aroma era dulce y ya no utilizaba la misma vestimenta que siempre usaba. Ella no era tonta, en el distrito rojo vivía rodeada de omegas y betas, los embarazos en mujeres omegas era algo no muy común pero no era raro que pasara, algunas omegas no podían evitar enamorarse y como cualquier pareja de enamorados a veces pasaban la noche juntos, lo que traía como consecuencia embarazos no planeados; Daki estuvo rodeada de omegas encinta muchas veces, tanto que ya podría reconocer cuando una mujer omega estaba en la dulce espera incluso antes de que ella misma lo supiera, Akaza entrada perfecto en la descripción, pero por la cantidad de ropa que utilizaba era difícil saber si estaba esperando o era un efecto creado por la ropa, así que decidió quedarse cerca de él.

Primeramente Akaza llegó para presentarse ante Muzan, este último no pasó por alto lo diferente que se veía a comparación de hace unos meses.

te has ausentado mucho últimamente ¿Acaso todavía no has podido ser capaz de encontrar el lirio azul? — preguntó mirándolo de forma despectiva.

Akaza no podía dejar de sentir miedo al tener la mirada pesada de Kibutsuji encima de él, vigilándolo en todo momento y hurgando constantemente en sus pensamientos, tenía que tener mucho cuidado con lo que pensaba o sino levantaría sospechas.

¿De qué no quieres levantar sospechas? — preguntó frunciendo el ceño.

nada, no es nada importante — respondió Akaza rápidamente.

¿No me estás ocultando nada, verdad? — preguntó una vez más.

para nada, usted sabe que jamás me atrevería a ocultarle nada, mi lealtad hacia usted es incuestionable y lo sabe — dice rápidamente, los nervios lo estaban matando.

Muzan continuó con su mirada fija encima de él un poco más, trató por todos los medios de buscar entre sus pensamientos algo que le dijera que estaba mintiendo, pero Akaza ocultaba muy bien sus pensamientos y cuidaba muy bien lo que dejaba que él mire.

muy bien, tan sólo quería saber sobre tu progreso con el lirio azul, eres libre de seguir con tu búsqueda — dijo sin más, para después darle la orden de retirarse.

Akaza inmediatamente se retiró de la vista de Muzan, deseada con mucha insistencia regresar a descansar, y venir hasta aquí agotó sus energías y quería dormir un poco. Pero en eso aparece Douma, quien estaba preocupado por su amigo, y se alivió de ver que había conseguido engañar a Muzan.

Akaza-dono, regresa inmediatamente al culto — ordena el rubio sin dejar de lado su preocupación al ver a Akaza tan débil.

estoy bien, deja que me reponga unos minutos y estaré bien — responde él con fastidio.

no vas a poder ocultar el embarazo por siempre — comentó Douma.

yo sabré qué hacer cuando llegue el momento, pero no pienso deshacerme de este niño — dijo Akaza dejando en claro su terquedad.

Para desgracia de ambos fueron demasiado imprudentes en no darse cuenta que alguien los estaba escuchando y había oído absolutamente todo.

no puede ser, supone que es el más fiel y el favorito del maestro. Esto no se va a quedar así — Daki estaba molesta, Akaza esperado un bebé a pesar de que estaba rotundamente prohibido pero más que estar molesta, estaba celosa, esto no se iba a quedar así.

𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora