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Senjuro por su parte estaba realmente conmocionado por la noticia, aunque desde antes venía sospechando por sus raros hábitos, siempre lo atribuía a alguna condición médica o algún efecto del embarazo, jamás imaginó que su cuñado era realmente un demonio cercano a Kibutsuji y que su hermano todo esté lo haya estado cuidando y protegiendo. Se sentía confundido, su hermano siempre decía que nunca le tendría piedad a un demonio y hace nada vino con uno diciendo que era el amor de su vida, incluso compartió mesa con él y también saliendo de paseo, en muchas oportunidades ese demonio tuvo la oportunidad de atacarlo.

pero no lo hizo... — murmuró el menor desde su futón.

Durante toda la noche estuvo reflexionando acerca de lo que había sucedido, incluso pensó en las veces que Hakuji había sido realmente amable con él. Senjuro recordó sus palabras y las lágrimas rodaron por sus mejillas.

“yo jamás te haría daño, ni a tu hermano y mucho menos a tu padre.”

Y realmente jamás le hizo daño, nunca mostró hostilidad ni agresividad, siempre fue amable y servicial, incluso cuando su hermano no estaba Hakuji parecía estar cómodo con su presencia.
Aún así necesitaba tiempo para entender, porque de entre los mil millones de omegas y betas que existen en el mundo, su hermano tuvo que fijarse en un demonio.

Hakuji por su parte aún estaba pensando en la advertencia de Douma, ahora que había descubierto que tenía inmunidad al sol no tenía porque preocuparse, tan sólo necesitaba acostumbrarse a salir de día y sin miedo al sol.
En esos momentos estaba en la cocina mientras comía un almuerzo comprado, ya que Senjuro era la única persona que cocinaba y para seguridad de todos era mejor mantener a Kyojuro alejado de la cocina, en ese momento Senjuro salió de su habitación, Hakuji trató de decirle algo pero el menor pasó de largo y comenzó a hacer el desayuno.
El azabache bajó la mirada y aguantó las ganas de llorar, estaba muy sensible en esos momentos y casi cualquier cosa lo ponía a llorar, además ver como su cuñado lo ignoraba le partía el corazón.

Kyojuro en esos momentos no estaba en casa, tendría que salir a una misión y no se sabe hasta cuando podría volver, para entonces Senjuro tenía que cuidar de su cuñado.

Se produjo un silencio incómodo mientras escuchaba como el menor cortaba y lavaba algunas verduras, Hakuji quería hablar pero Senjuro pretendía no escucharlo, hasta que finalmente, el menor se giró o a donde estaba y dejó frente a él un tazón de sopa miso y varias verduras, además de mucho arroz.

l-lo siento... — el menor rompió a llorar después de haberse disculpado.

Entendía lo inmaduro que fue, no importaba con quién quisiera quedarse su hermano, humano o demonio, omega, alfa o beta, todo lo que importaba era que su hermano fuera feliz.

Hakuji contenido el llanto hasta ahora y al ver que Senjuro le estaba hablando finalmente también rompió a llorar. En ese momento Shinjuro, quien había salido por más sake, llegó y encontró a su hijo y a su yerno llorando como magdalenas.

¿Y ahora qué sucede? — pregunta el mayor irritado y algo confundido trata verlos llorar sin razón aparente.

Ambos miraron al recién llego con ojos llorosos, Shinjuro sólo suspiró y continuó con su camino.

lo que sea que haya pasado no me interesa — pero después Shinjuro deja en el regazo de Hakuji un kimono para dormir, era bastante pequeño, perfecto para un bebé — era de Kyojuro, tómalo y no digas nada — y sin siquiera voltear a verlos continuó su camino hacia su habitación.

Hakuji al ver el pequeño kimono dejó de llorar rápidamente, tomó la pequeña prenda entre sus manos y su llanto no hizo más que aumentar, ahora se había conmovido al imaginar a su hijo vistiendo esa pequeña prenda.

Ese día Senjuro y Hakuji estuvieron juntos todo el día, incluso le mostró el lugar donde su padre guardaba las cosas de bebé de Kyojuro y de él, aún no estaban seguros si el nuevo bebé sería un niño pero Hakuji estaba conmovido con la ropa en miniatura que lloró en más de una ocasión.

Al día siguiente Senjuro y Hakuji se dieron cuenta que Kyojuro no regresaba, aunque el menor trató de calmar a su cuñado diciendo que es normal que él se ausente por una semana o más, Hakuji aún así estaba muy ansioso, necesitaba a su alfa a su lado. Para un omega estar lejos de su alfa resultaba doloroso, especialmente si el omega se encontraba en la dulce espera; ni siquiera el nido improvisado que había hecho con la ropa de Kyojuro lograba tranquilizarlo.

Hakuji-san, mi hermano a veces tiene misiones así de largas, por favor no se preocupe porque él siempre vuelve — decía el menor en un intento por animarlo.

Sin embargo Hakuji estaba muy preocupado, tanto que no quería desprenderse de una de las prendas que aún conservaba el aroma de Kyojuro.

¿Qué pasa si le sucedió algo? ¿Y si encontró a Muzan y está en problemas? — Hakuji tenía miles de posibles escenarios en la mente, le era casi imposible tratar de imaginar el mejor escenario que pudiera explicar su ausencia tan larga.

no pasará Hakuji-san, mi hermano pronto vendrá a casa ¡Ya verás! — el menor trató de levantarle el ánimo, si algo había aprendido de su hermano era a ser positivo.

Aún así Hakuji no podía evitar extrañar a Kyojuro, trataba de pensar que él estaba en camino ya y pronto regresaría a casa, estaría en sus brazos y todo estaría bien. Llevó sus manos a su vientre y lo acarició, alterarle no le hacía ningún bien, tan sólo tenía que confiar en las palabras de quién mejor lo conocía y pensar que todo estaba bien.

Otro día pasó, aún no había noticias de Kyojuro, sólo habían pasado dos días y Senjuro no estaba preocupado, aunque Hakuji era otra historia. Le habían dicho que no tenía de qué preocuparse, él se sentía muy ansioso y desesperado por estar con su alfa, era algo instintivo que no podía controlar. Realmente confiaba en Kyojuro y como había comprobado meses atrás, él no era esa clase de hombre que se dejaría vences con facilidad, pero sus instintos de omega y las hormonas no lo dejaban pensar de forma racional; un día finalmente obtuvieron noticias de Kyojuro, sin embargo no eran las noticias que ellos hubieran esperado.

«¡Rengoku Kyojuro fue herido de gravedad, se encuentra en estos momentos siendo atendido en la finca mariposa!»

Fue lo que anunció el cuervo de Kyojuro, quien voló por los alrededores de la finca repitiendo una y otra vez el mismo mensaje.

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Nota: segunda parte de las jerarquías que les puse a los pilares en está historia:

Iguro = Omega
Tomioka = Beta
Sanemi = Omega (tengo algo en mente, así que fue completamente necesario).

Spoiler: NO ME GUSTA EL GIYUUSHINO, aquí no habrá nada de eso.🙂🔪

𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora