𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪

El final

Había sido una pelea muy difícil pero pudieron lograr vencer, al final sólo hubo una pérdida, Shinobu en realidad fue la heroína para que todo fuera posible, gracias a su sacrificio Muzan se debilitó al punto que vencerlo fue muy fácil para Tanjiro.
Gyomei, Sanemi, Tomioka, Mitsuri, Kyojuro y Obanai lograron sobrevivir y no despertaron la marca, aunque se llevaron grandes cicatrices como recuerdo de esté día, el día en que finalmente Muzan murió y el último demonio creado por él (Akaza) desapareció.

Como última voluntad de Shinobu, su haori fue quemado esa misma tarde para evitar que Kanao tuviera que llevarlo también.

Después de que los kakushis recogieran a todos los heridos, Kyojuro y Hakuji llegaron finalmente a la finca mariposa dónde los recibió su padre, quien estaba entretenido con la cosita más adorable que había en el lugar. Hanabi dormía tranquila entre los brazos de su abuelo, mientras Senjuro acariciaba la pequeña cabecita de su sobrina.
Shinjuro al ver la presencia de su yerno y su hijo, su expresión suave y gentil se desvaneció y una muy dura y severa pareció.

— ¡Aquí estaban grandes idiotas! ¿¡Cómo se les ocurre dejar a la niña sola en un lugar como esté?? ¿¡Acaso no saben que los bebés necesitan estar con su madre en las primeras horas de vida!? — Shinjuro les dió un golpe a ambos en la cabeza.

Kyojuro y Hakuji se sintieron como un par de niños regañados por su padre, pero después el ex pilar abrazó a ambos, y con lágrimas en los ojos agradeció que hayan sobrevivido y que no hayan dejado huérfana a una pequeña indefensa.

— ¿Puedo ver a mi hija? — preguntó Kyojuro ansioso por conocer a su bebé.

Shinjuro suspiró y le pidió su hijo menor que se acerque con la bebé. Kyojuro al sostener la sintió que el corazón se le paró por un mini segundo, era la cosita más adorable que haya visto antes, aunque era un poco pequeña, pero se debía a que había nacido antes de tiempo.
Su cabello era negro, su piel era blanca y aunque no podía ver sus ojos, podía intuir que tendría las mismas pestañas que Hakuji, ella era su vivo retrato.

— Hanabi... — Kyojuro lloró y abrazó a su nenita contra su pecho.

Hanabi bostezó y reconoció su aroma, ella abrió por un segundo sus ojitos y reveló que detrás de sus párpados se escondían un par de ojos similares a los de Kyojuro, al final los genes Rengoku dieron pelea hasta el final.

Y justo en ese momento apareció Mitsuri, quien era la pequeña recién nacida no pude evitar arrebatársela a su maestro.

— ¡Kyaaa! ¡Que hermosa es maestro! — chilló la pilar de emoción.

Hanabi movió sus pequeñas manitas e hizo leves gestos al escuchar la voz de la pilar, parecía reconocer su voz y esto emociono más a Mitsuri.

— ¡Así es, yo soy tu tía Mitsuri, y esté de aquí será tu tío Iguro-san! — chilló Mitsuri con emoción mientras le mostraba la bebé a su novio.

Obanai se ruborizó al escucharla decir "tío Iguro", y al ver a esa dulce bebé le hizo comenzar a pensar que ahora que Muzan ya no estaba quizá podría darse el lujo de tener un hijo también.

Y a lo lejos Sanemi contemplaba a la feliz familia, sólo le quedaba suspirar y resignarse, reconocía que había actuado como tonto por culpa de sus celos irracionales, y estos celos fueron impulsados por su profundo odio hacia los demonios, después tenía que disculparse con Kyojuro y aceptar que él nunca fue su destino.

— ¿Aceptas esté Ohagi ahora?

Tomioka se acercó a él y le extendió un ohagi, aunque estaba un poco deforme, pero esté detalle lo hizo sonreír y aceptó el postre. Al final parece ser que el egocéntrico que nunca hablaba, y decía no merecer pertenecer a los pilares, no era tan malo después de todo, quizá algo bueno pueda resultar de todo esto.