𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪

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— hermano ¿Papá te contó la noticia? — preguntó el menor irrumpiendo en la sala.

Kyojuro estaba perdido en sus pensamientos que apenas y notaba la presencia de su pequeño hermano, no fue hasta que Senjurou tocó su hombro que el Rengoku mayor salió de su trance.

— no puedo creer que papá haya hecho esto sin preguntarme — fue lo primero que dijo.

— tampoco estuve de acuerdo, pero papá insistió en que teníamos que honrar la memoria de nuestra madre y nuestros ancestros siguiendo la tradición — dijo él — al parecer papá también me elegirá una pareja cuando llegue mi momento — contó Senjuro con pesar.

— No puedo dejar que esto me desanime ¡Le demostraré a papá que ni siquiera con esto puede destruir mi espíritu! — dice el mayor con más ánimos que antes.

— realmente eres una persona admirable hermano mayor — dijo Senjuro aliviado de ver al Kyojuro de siempre.

Era una cualidad que siempre iba a admirar de su hermano mayor, que no importaba lo difícil que fuera el camino o el obstáculo que se ponga en su camino, Kyojuro nunca se desanimaba ni flaqueaba, siempre iba con la frente en alto, y una vez que fijaba la vista en algo que deseaba él trabaja duro hasta lograrlo, es por eso que él es digno de llevar el título de pilar.
Pero Kyojuro a pesar de estar sonriendo él en el fondo aún estaba preocupado, si bien sabía que este día llegaría y había crecido aceptando la idea, realmente no se sentía merecedor de llevar a alguien al altar, no después de su deshonrosa acción de esa noche.

Casi la había olvidado completamente, Kyojuro se sentía seguro que ya la había borrado de su memoria, pero su padre al contarle de su matrimonio arreglado, de alguna manera eso logró desbloquear el recuerdo de su subconsciente ¿Era culpa? Tal vez no era para tanto, todos cometen errores pero por alguna razón se sentía obsesionado con ese recuerdo, por más empeño que le pusiera aún le era difícil olvidar esa dulce fragancia, la suavidad de su cuerpo y la forma en que él lo miraba, a pesar de ser un demonio era un hermoso omega y un fuerte rival, tal vez era por eso que pensaba tanto él. Sacudió rápidamente esa idea de su mente, empezó a sugestionarse así mismo que tan sólo se trataba de la culpa que aún sentía, después de todo su acto rompió por lo menos varias reglas del código de cazadores, quería pensar que era por eso que vivía atormentandose con el recuerdo.

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Muzan por su parte revisaba unos apuntes que había hecho a lo largo de estos cien años, uno a uno fue revisando el contenido de aquellos escritos dónde había diferentes nombres de hombres y mujeres que había conocido a lo largo de su vida.
Ya casi no recordaba el rostro de alguno de ellos, tan sólo quedaban como evidencia de sus existencias sus nombres, sus edades y la causa de sus muertes, todos ellos habían muerto por la misma causa, parto.

Sus ojos rojos hojeaban con detenimiento cada uno de los pequeños escritos que había hecho, hasta que llegó a uno en particular, no tenía nombre porque con los años la tinta se borró, pero a diferencia de los otros recordaba con claridad su rostro.

— casi cien años desde que no estás...— murmuró dejando escapar un suspiro de melancolía.

Flashback

Está persona en particular era un hombre joven, con el tiempo su nombre lo fue olvidando pero jamás olvidó los sentimientos que ese simple muchacho despertó en él.
Era un chico amable, un omega de clase baja que usaba su cuerpo para sobrevivir, en aquella época los omegas varones no eran tan comunes como ahora y por lo tanto eran estigmatizados y vistos como escoria de la sociedad, por eso era de esperarse que en algún momento fuera atacado y golpeado hasta la muerte, su único crimen haber nacido como omega, y fue en su lecho de muerte que se presentó ante él, decidió que valdría la pena darle un poco de su sangre y darle una nueva oportunidad de vivir.

Y así fue, ese chico aceptó su sangre y se convirtió en un demonio, pero a pesar de su nueva naturaleza, aún seguía intacta la persona amable que alguna vez fue como humano. Muzan se sintió atraído hacia ese chico y no tardó demasiado en volverlo su pareja para toda la eternidad, sin embargo su felicidad se convirtió en sorpresa cuando el chico le contó que esperaba un hijo de él; ni siquiera Muzan sabía que pasaría, jamás en su vida pensó que llegaría a ser padre y aunque al principio se negó finalmente terminó por aceptarlo, pero fue justamente ahí cuando todo comenzó a ir en picada, pues el bebé que esperaba se alimentaba de la mayor parte de los nutrientes del chico, lo cual lo dejaba completamente debilitado, en ocasiones Muzan tenía que interferir administrandole más de su sangre para darle fuerzas, incluso cuando era evidente que el chico no resistiría más dosis, pero aún así continuó de esa manera hasta que un día el cuerpo del muchacho simplemente ya no pudo soportar tanta sangre que terminó por colapsar, el chico murió definitivamente y con él la oportunidad de Muzan para tener un heredero.

Fin del flashback

Después de él vivió obsesionado con la idea de tener un heredero, desde ese momento pasó cien años experimentando con humanos, incluso algunos demonios, todos omegas y betas fuertes y con buena salud, pero ninguno fue capaz de llevar el embarazo a termino y los pocos que lo conseguían morían minutos después del parto, además de que el bebé nunca sobrevivía más allá de un minuto o una hora, era casi como si el universo le dijera un rotundo "No" a sus intentos por procrear un heredero. Con el tiempo la idea de tener un hijo comenzó a hacer que piense que si era capaz de tener uno se volvería el ser más perfecto, no sólo sería capaz de otorgar inmortalidad, sino que también procrear vida, pero hasta ahora todos sus intentos fueron inútiles.