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No podía creerlo, más bien no comprendía porque él sí se salía con la suya al engendrar un hijo mientras ella no podía hacerlo. Pero esto no se iba a quedar así.

si yo no tengo lo que quiero, entonces nadie lo tendrá — murmuró la chica, quien era notable que irradiaba amargura.

El aroma a ciruelas de la omega poco a poco se volvió más y más agrio, lo cual reflejaba el resentimiento y amargura que comenzaba a acumularse en su interior. Daki esperó que ambos se retiren, por ahora iba darles una ventaja de tiempo para que se relajen porque ella estaba a punto presentarse ante Muzan y no pensaba guardarse ni un sólo detalle.

Cuando llegó su turno de ver a Kibutsuji, ella sonrió para sus adentros, ahora nada la podía detener y su hermano no estaba ahí para impedir que hable.

¿Tienes novedades acerca del lirio azul? ¿Has tenido dificultades con algún cazador? — fueron algunas de las preguntas iniciales de Muzan.

temo que mis respuestas son las mismas que hace un mes, no he podido averiguar nada del lirio azul y últimamente mis encuentros con los cazadores son cada vez más frecuentes — responde la muchacha.

ya veo, no tuvo caso que te llame, retirate ahora — ordenó de manera frívola.

pero maestro, le tengo una noticia mucho más interesante — habló la chica logrando captar la completa atención de Kibutsuji.

te escucho — respondió él.

se trata de la luna superior número tres, creo que es mi deber informarle que está esperando un hijo, está embarazado — responde ella mientras mantenía la cabeza abajo.

Muzan se queda paralizado al escuchar sus palabras, tenía que ser una broma, una cruel mentira para obtener más de su sangre.

es imposible, su lealtad hacia mí es incuestionable, jamás se atrevería a desobedecer mis órdenes — entonces Muzan se preparó para atacar a la joven — tienes exactamente cinco segundos para retractarte de tus palabras, sabes que no tolero las mentiras — amenaza el azabache.

maestro, yo no ganaría nada mintiendo de está manera. Yo misma lo escuché de sus propios labios, él dijo “yo sabré qué hacer cuando llegue el momento, pero no pienso deshacerme de este niño”, fueron exactamente sus palabras, no tengo la menor duda de que la tercera luna espera un hijo — Explica la chica sin dejar de sonreír.

Entonces Muzan siente su sangre hervir, si fuera un demonio cualquiera sólo bastaría con deshacerse de él y ya, pero se trataba de una de las doce lunas, el más leal de todos y a quien consideraba su preferido por encima de los otros; esto era una traición, y por tratarse de uno de sus preciadas lunas no pensaba tener piedad con su castigo.
Miró a Daki y después extendió su mano para hacerse un corte y dejar que la sangre fluyera, la sexta luna rápidamente se acercó y juntó sus manos para reunir ese preciado líquido carmesí, el cual disfrutó de beber para obtener un poco más de fuerza.

hiciste bien — dijo Muzan y después acarició los cabellos platinados de la chica.

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A partir de aquí haré uso de un Oc, en la multimedia dejé una información acerca del personaje para que la conozcan, no se preocupen porque ella no tendrá mucho peso en la trama.

Por otro lado Kyojuro moría de nervios debido a que su padre había invitado a la que sería su futura esposa a cenar, así lo dictaba la tradición y según las palabras de su padre, él también tuvo que pasar por lo mismo cuando era más joven.

padre, insisto en que debiste preguntarme antes si deseaba casarme o no, ni siquiera conozco su nombre y esperas que me enamore de ella en poco tiempo — protestó Kyojuro.

Pero su padre no lo escuchó, tan sólo le preocupaba tener todo listo para la cena y por eso estaba presionando mucho a su hijo menor.

¡Senjuro, date prisa con la cena maldita sea! — gritó el mayor desde el comedor.

¡S-sí papá! — respondió el menor desde la cocina.

¿¡Siquiera me estás escuchando!? — alza la voz en un intento desesperado por hacerse notar.

¡Maldición, no estoy sordo mocoso insolente! — gritó el mayor en respuesta — si hubiera pedido tu opinión me habrías dicho que no estás listo, es por eso que decidí por ti. Cuando te hayas casado con ella y tengas a tus propios hijos me lo agradecerás — dice orgulloso de su propia hazaña.

estoy en contra de aceptarlo padre, si esto es una de tus estrategias para que yo renuncie a mi puesto de pilar, déjame decirte que esto no es suficiente para apagar la llama en mi corazón. No puedo casarme todavía, es todavía demasiado pronto... y además no me siento digno de estar con alguien más — aquello último lo murmuró.

Se sentía indigno de estar en la presencia de quién sería su esposa, porque sentía que no había amor para ella; no podía imaginarse el tipo de vida que le daría a ella y a los que serían sus futuros hijos. Además no quería admitirlo, pero sentía que ya había conocido a la persona con la que quería estar.
Durante todo ese rato Kyojuro empezó a recordar ese enfrentamiento, aquel dónde ambos cruzaron miradas por primera vez, al principio como rivales y después en esa noche en el bosque cuando olvidaron todos sus principios y sólo dejaron que la pasión y el corazón los guíe, pero más pensaba en la batalla en el tren infinito, era la única pelea que se enorgullecía de perder. Si pudiera pedir un único deseo, desearía volver a verlo y decirle que no era cierto, lo de nunca volverá a verse era sólo una mentira y que lo extrañaba.

“Me pregunto si tú tampoco lo has olvidado.”

Justo en ese momento alguien toca a la puerta, Senjuro se apresura para abrirla y ve a un hombre de mediana edad, cabello azabache y con algunas canas, el hombre iba acompañado de una mujer de unos veinte a veintidós años, el cabello de la chica era negro en su totalidad, sus ojos eran igualmente negros, ella llevaba un vestido que lucía bastante costoso y apenas mostraba expresión alguna en su rostro.

mucho gusto, soy Makoto Yoshida, y está es mi única hija, Sumi Yoshida — saluda el hombre de forma cordial.

es todo un placer conocerlos — saluda la chica haciendo una pequeña reverencia respetuosa.

me alegra ver que al final llegaron, Kyojuro quiero que vengas a presentarte, después de todo ella será tu futura esposa — dice el mayor mientras se acercaba a los invitados con su hijo mayor.

Kyojuro miró a la enigmática chica frente a él, por un momento ella le recordaba mucho a su madre, pero se sentía diferente. Su madre nunca fue una mujer de muchas expresiones, pero lo compensaba con palabras cálidas y ella siempre he mandado una energía suave y cálida, como una brisa de verano, pero está chica era todo lo contrario, incluso con cruzar su mirada con la de ella sentía como si estuviera ante un témpano de hielo, además, al ver su rostro inexpresivo le daba la sensación de estar contemplando una muñeca de porcelana.

¡Mi nombre es Kyojuro Rengoku, soy el hijo mayor! — saludó con entusiasmo, pero no porque estuviera feliz, sino para ignorar esa sensación de incomodidad al ver a su prometida.

encantada de conocerle Kyojuro-san — responde la chica, incluso el tono de su voz era frívolo e indiferente.

𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora