𝓑𝓮 𝓜𝔂 𝓐𝓵𝓹𝓱𝓪 - 𝓴𝓲𝓶𝓮𝓽𝓼𝓾 𝓷𝓸 𝔂𝓪𝓲𝓫𝓪

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Una explosión, los pilares se quedaron perplejos al ver esa nube de humo alzarse al cielo, se quedaron observando horrorizados la escena por un rato, hasta que Kyojuro reaccionó y rompió el silencio.

- no hay tiempo ¡Tenemos que llegar pronto, Muzan nos ataca y es nuestro deber detenerlo! - gritó Kyojuro, quien se adelantó y continuó corriendo.

Los demás a su vez reaccionaron y siguieron al pilar de la llama. Esperaban que los años no fueran tan graves y que Muzan por lo menos haya sido detenido.
Sin embargo al llegar encontraron a Muzan, quien estaba en su forma más monstruosa y parecía recientemente haber luchado contra otro demonio, ya que había un cuerpo desvaneciendóse y él estaba aterrado.
La demonio Tamayo no estaba por ningún lado, entonces rápidamente comprendieron lo que había sucedido, y sin pensarlo se lanzaron a luchar junto con los demás kakushis y los otros cazadores de rango menor, todo se unieron para derrotar a un enemigo en común, Kibutsuji.

Muzan estaba muy débil, esa mujer había inyectado en el una especie de veneno; creyó que se trataba de un simplemente brebaje de glicinas, sin embargo grande fue su sorpresa cuando se dió cuenta de que que yo no fue un simple veneno, pronto sus fuerzas se vieron reducidas y al mismo tiempo todos se lanzaron a atacarlo. Estaba débil pero al menos podía defenderse, si iban a matarlo se aseguraría de llevarse con él a todos los presentes.

- maldita mujer... - podía sentir como los efectos del veneno empezaban poco a poco a aparecer.

Akaza no estaba aquí y tampoco Nezuko, pero estaba el niño de aretes de hanafuda, la persona que había estado buscando incesantemente.

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- tal vez deberíamos ir a mi finca, esa bebé necesita un baño y algo de ropa - comentó Shinobu quién terminaba de despertar a Tomioka.

Tomioka recién recuperaba la conciencia, tenía un fuerte golpe en la mejilla y no recordaba lo que había sucedido, pero al ver a la bebé sus recuerdos volvero y nuevamente trató de desmayarse, sin embargo Shinobu lo detuvo y con una sonrisa amenazante le hizo entender que la siguiente vez que se desmaye no iba a ser definitivamente suave.

Hakuji por su parte no dejaba de ver a su pequeña bebé, que hacía leves ruiditos y se removía entre sus brazos; el azabache besó su pequeña frente y Hanabi se movió haciendo leves gestos.

- sí, llévatela - Hakuji entregó a su bebé a la pilar.

Shinobu tomó a la pequeña y miró al chico sin comprender lo que estaba por hacer. Hakuji entonces se deshizo de su forma de humano regresando a su forma de demonio.

- llévate a Hanabi, yo pelearé contra Muzan. Ahora mismo no quiero ser humano, no hasta asegurarme que Muzan haya muerto - Hakuji suspiró, ahora más que nunca necesitaba sus habilidades.

Las mismas habilidades que Muzan le había dado cuando lo convirtió en demonio, ahora mismo las usaría en su contra, tal y como él siempre temió.

- ya veo, también escuchaste es explosión ¿Verdad? Creo que en estos momentos está desatando una batalla - comentó Shinobu mientras acunaba a la bebé entre sus brazos.

- deberíamos ir, probablemente nuestros compañeros estén en peligro - dijo Tomioka finalmente logrando mantener la calma.

- Tomioka-san, Hakuji-san, ustedes deben adelantarse, yo mantendré a está pequeña salvo y después los alcanzaré - Shinobu se puso de pie y entonces se apresuró a correr.

Hakuji y Tomioka hicieron lo mismo tomando un camino distinto al de ella para poder llegar a tiempo hacia la sede.

Finalmente su bebé había nacido, una hermosa y sana niña llamada Hanabi y no podía estar más que feliz, y estaba seguro que si Kyojuro supiera de ella primero lo regañaría por haberse arriesgado tanto estando embarazado, pero después daría el grito en el cielo y se mostraría completamente maravillado con la belleza de su linda hija.
Pero por ahora no podía detenerse a contemplar a su bebé, aunque quisiera tenerla entre sus brazos toda la noche y no despegarse de ella nunca, ahora era imposible porque Kyojuro en estos momentos estaba peleando contra el peor de todos los demonios.

Por ahora lo que le importaba era tratar de darle un mundo libre de demonios para antes de que abriera sus ojos, eso era lo menos que podía hacer por ella por haberla traído a un mundo lleno de peligros.

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No dejaba de preocuparse a cada minuto, no dejaba de pensar en Hakuji y su hijo o hija por nacer; se supone que tenía que quedarse a su lado más que nunca ahora que faltaba un mes para el nacimiento del bebé, pero esto era mucho más importante.

Muzan era muy fuerte, todos los pilares estaban conscientes de que no serían un rival digno para él, mi juntando todas sus fuerzas serían capaces de derrotarlo, pero si aguantaban lo suficiente hasta que saliera el sol podrían tener la ventaja. Aunque es fuerte no dejaba de ser un demonio, y como todos los demonios él no era inmune al sol.

- ¡Mierda Kyojuro, eres muy lento! - gritó Sanemi al ver a su compañero distraerse.

Kyojuro suspiró y de nuevo trato de convencerse de que todo estaba en su mente, Hakuji estaba con su padre y su hermano y no había manera alguna de que él corriera peligro alguno.

- tsk... ¡Por fin llegas idiota! - gritó Sanemi al ver que alguien había llegado.

Tomioka finalmente había llegado y lo primero que hizo fue apresurarse a ayudar a Sanemi. Kyojuro volteó y notó que su compañero no llegó solo, el pilar de la llama soltó su espada al ver quién lo acompañaba.

- ¡Kyojuro, finalmente te encuentro!

Hakuji había llegado, su ropa estaba ensangrentada y se veía mucho más delgado. Kyojuro quería desmayarse de la impresión ¿Por qué estaba aquí? Pero más importante ¿Dónde estaba el bebé?
Su omega se aproximó hacia él y lo abrazó, Kyojuro ni siquiera le correspondió al abrazo por lo impresionado que estaba.

- Hakuji ¿¡Dónde está el bebé!? ¿¡Qué estás haciendo aquí!? - el pilar lo tomó por los hombros y le gritó molesto.

- no te preocupes, Hanabi está muy bien, es una niña sana y fuerte. Shinobu se la llevó a la finca mariposa, ahí estará bien - respondió con tranquilidad y felicidad.

Hanabi, su bebé era una niña, Kyojuro sintió una gran calidez en su corazón al escuchar sus palabras. Ahora más que nunca quería correr a buscar a su hija y conocerla, pero la pelea recién había comenzado.
Entonces tomó su espada y motivado más que nunca decidió continuar con su lucha.

- entonces, vamos acabar con todo esto y después vamos con ella ¡Mi padre seguramente saltará de la emoción cuando sepa que ya es abuelo! - dijo Kyojuro sin poder contener su emoción.