Capítulo XIX

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Una fría habitación, tres chicos que comparten un secreto.

Sentados frente a una mesa rectangular metálica, intercambian miradas en silencio. La tención en el ambiente es tal, que hasta la autoridades detrás del vidrio —quienes observan encubierto el interrogatorio— pueden intuir que algo ha sucedido.

Bajo la luz blanquecina del viejo fluorescente sobre sus cabezas, cada uno muestra arrepentimiento del banal pacto que hicieron en los sanitarios. No porque este careciera de fundamento, sino por la inexistencia de confianza.

Nadie se abstendría de esparcir un rumor a cambio de una trivialidad de tal magnitud.

Ni siquiera el mismísimo Minghao quien siempre se consideró bastante abierto en cuanto su sexualidad, podía tomarse en serio una situación donde a cambio de un voto de silencio, él y Jisoo tendrían que...

—¡Joven Xu! —finalmente el detective Lee decidió hablar— ¿Se encuentra usted bien?

El castaño sonrojado por la vergonzosa imagen que invadió sus pensamientos asintió aturdido.

—Aun no nos hemos presentado, mi nombre es Lee Yongbok aunque la mayoría prefiere llamarme Felix —colocó sobre la superficie algunos expedientes que antes mantenía sujetos.

—Un placer —respondió Hao al observarlo un par de segundos mientras fingía no haber escuchado antes lo mismo—, supongo que no es necesario que le diga mi nombre —mencionó al notar una fotografía suya adherida con un clip a una de las carpetas sobre la mesa.

Parecía alguien amable, las delicadas facciones de su rostro junto a las pecas sobre este lo hacían lucir tierno. Sí Jisoo no le hubiera advertido que tuviera cuidado y luego de su encuentro en el baño adoptara un comportamiento extraño, no tendría esa sensación de incertidumbre en su pecho.

—Tiene razón, me di la tarea de investigar un poco sobre usted antes de citarlo aquí. Así que, sin más preámbulos, adelante soy todo oídos.

Su timbre de voz era muy engañoso, te hacia creer que era un chico encantador. No obstante, Hao sabía distinguir cuando una persona ocultaba sus verdaderas intenciones. Como si fuera un camaleón.

Convivir con Junhui le dejo ese pequeño aprendizaje.

—¿Qué debo testificar con exactitud? —cuestionó confundido.

Después de todo el tiempo que había transcurrido, aún desconocía el porqué estaba ahí. Aunque le resultaba divertido el escenario en el que se encontraba, ya comenzaba a cansarse de estar esposado, al realizar movimientos involuntarios terminaba lastimandose por accidente y Jisoo se burlaba de ello con discreción.

Era una sonrisa por la que pagaría, pero no el contexto más idóneo.

—Lo que sucedió durante el falso traslado —aclaró Jisoo de inmediato antes que su colega abriera siquiera la boca.

—Si les soy sincero no lo recuerdo.

Al igual que la mayoría de las veces donde The8 decidía tomar el control, este se iba con las memorias que reunía.

Si pensaba en ello, era demasiado injusto recobrar la consciencia en lugares extraños, en medio de situaciones que no es capaz de comprender.

—¿Estas jugando conmigo? —Felix dejó escapar una risita.

—Lo contrario, evito mentirle y retrasar su trabajo.

—¿Te golpeaste la cabeza? —Minghao nego— ¿Viviste un evento traumático ese día? —de nuevo el castaño con un ligero movimiento de su cuello demostró que ese no era el caso—, entonces sin una explicación lógica ¿Cómo esperas que te crea?

The Rain [HaoShua]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora