Capítulo 13

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-¿Cómo que Sirio está en peligro?- casi grito Altair.

Harry había llegado diciendo algo de que Sirius estaba en peligro en el ministerio de magia.

-No hay tiempo, hemos intentado comunicarnos con el pero Kreacher a dicho que no se encuentra en casa.

-Pero.- intento hablar pero Harry la agarró del brazo tirándola a unos caballos huesudos.

Cómo pase algo malo yo misma mató a Valdemoro. Pensó ella corriendo para subirse al caballo huesudo de un salto.

-Bien ejidos al Ministerio de la Magia. Por favor, diga su nombre y el motivo de su visita.

-Harry Potter, Ron Weasley, Hermione Granger- decía muy deprisa Harry- Neville Logbottom, Luna Lovegood, Altair White... Hemos venido a salvar a una persona, a no ser de que el Ministerio se nos haya adelantado.

-Gracias- replicó la voz- Visitantes, recojan las chapas y coloquenselas en un lugar visible de la ropa.

Altair miro las chapas divertida pensando que el Ministerio era cada vez más estúpido.

Ella estaba en modo automático por lo que sólo los siguió sin ni siquiera ver por dónde iba. Cuando dejó de estar en automático es al escuchar a Lucius Malfoy.

-¡Vaya sabía que era feo!- exclamó Altair como medio de distracción- Quiero decir, el pelo no está bonito. Aunque tampoco puedo decir que esta mejor el mío.

Harry la mando a callar pero ella sin que se diese cuenta había robado una de las profecías y se la había cambiado a él. Una de las cosas que aprendió en Azkaban era que si distraía hablando podía hacer todo lo que le de la gana.

-¡Bella loca llévame a casa!- dijo nada más reconocerla- Pero no a la de Valdemoro sino a las de los dementores.

Ninguno le hizo caso nisi quiera ella pero eso no impidió que se separase de grupo mirando las bolas de cristales con nombre pero una le llamo la atención. Altair White.

Tenía una profecía guardó ambas en su bolsillo con encantamientos extensibles. Qué ellos se queden con el drama ella lo detenía todo rápido.

Se agachó lo más rápido que pudo, ¿eso era un hechizo? Salió corriendo guiada por las voces de lamentó sentía que tengo que ir para allá.

Viendo que estaban acorralado ella se acercó a Harry y le quitó la profecía de una persona que no conocía ni le importaba.

-¡Un solo hechizo más y la rompo en mil pedazos!- grito ella. Todo silenció.

Adoraba hacer eso, todos en su palma de la mano. Justo vio un hechizo por lo que lanzó con fuerza la profecía evitando que pasara.

Lo hizo bien por qué aparte de que la profecía se rompió en pedazos salvo a Sirius de su casi muerte pero eso no evitaba que Harry corriese detrás de Bella.

Este niño no salió más idiota de milagro.

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