Capitulo 27.2

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Dumbledore da vueltas en su oficina intentando saber que conexión había con la espuma verde.

Lo único que se le ocurría era que la joven pertenecía a los mortifagos pero era imposible siendo tan, tan inexperta en la magia.

Eso pensaba hasta que vio las notas del los anteriores cursos, ocho en cada asignatura en diferentes años.

Ningún ser humano puede sacar la misma nota siempre salvo que se rebajara al nivel.

Recuerda a verla visto casi siempre acompañada por diferentes casas y cuando estaba sola simplemente estaba en el lago permitiendo que las sirenas le dibujen patrones imaginarios en los brazos o piernas.

Le recordaba tanto a Riddle, demasiado.

*

Mientras Dumbledore se comía la cabeza el cuarteto fantástico veía las imágenes de sus recuerdos en la sala de Menesteres comiendo unos picoslabis.

-Altair pasa al siguiente no quiero ver esto- le reclama Ron poniéndose rojo igual que los otros menos el oscurial completamente acostumbrada.

-¿Por que?

-No quiero ver como el profesor se lia con su novio.- se tapa los ojos Harry.

-¿Es que fuera de Azkaban no está normalizado ver esto?- pregunta Altair ladeando la cabeza recordándoles a un perrito confundido.

-¡NO!- responden a la vez.

-Aburridos- protesta en voz baja pasando al siguiente recuerdo como si fuera una película.

-¡Quieta!- le detiene Ron justi antes de que la imagen corriera de nuevo.

-¿Que?

-¡Ahí!- señala con el dedo- ¡Justo hay esta!

-No veo nada- dice Hermione fijándose en todo.

-¡La sombra oscura del fondo! ¡Es el!- se levanta señalando justo donde decía.

-No se quien es- entrecierra los ojos- Altair, ¿no puedes ampliar y mejorar visión?

-Lo intentaré pero tienes que darme un rato.

-Tomate lo que necesites.

Altair se tomó una buena hora y media para poder modificar el recuerdo con sus poderes pero una vez ya estuvo todos estaban con los ojos muy abiertos.

-¡Hay esta!- se emociona Hermione.

-Lord Voldemort.- suena un susurro en Altair viendo el rostro joven del calvo.- Tiene pelo.

La tensión se corta al instante en una risa.

Harry mira a Ron con sospecha sabiendo que era imposible notarlo siendo el pecoso amigo.

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