Capítulo 11

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-¡Hola Arry!- le dijo Altair nada más llegar al comedor con un gato herido- ¿Sabes curar a bestia peluda?

-¿Se llama bestia peluda?- le pregunto Ron extrañado.

-¿Tiene un nombre?- no sabía que había que ponerle nombre- Digo, sí, no, quiero decir, dile Piquers.

No sabía de donde salía esa combinación tan rara pero parece que a la bestia le gustaba por que hizo un ruido muy raro.

-¿Por que tienes un gato moribundo?- le pregunto Hermione. ¿Moribundo? ¿Qué es eso?

-Eh- vio al rubio- ¡Dubio!- le grito antes de correr con el- ¿Sabes magia?

Justo se le olvidaba como era eso que había utilizado Tío con ella.

-Yo no se hacer hechizos curativos, el que los hace es Theo.- se paro dándose cuenta del gato- ¿Por que traes un gato medio muerto a Hogwarts?

Altair miro al gato se le notaba débil y apenas habría los ojos- Es amigo. Los amigos no se van.

-Llevemos al gato con Theo y después a Sproup si no funciona acompañas al gato hasta que muera y se los des a los hipogrifos o algún animal del bosque prohibido- Altair no entendía la mitad de sus palabrejas pero eso no impidió que lo mirase con horror.

*

La buena noticia.

El gato sobrevivía.

La mala.

Se llevo un castigo y una visita al despacho de Dumbledore por que se habían enterado que había utilizado el obscurial. El viejo era chismoso a rabiar.

Por lo que su auto aprendizaje se pospone durante una semana.

La desastrosa.

Había una mujer rosa amante de los gatos que intento llevar a Harry un castigo por lo que Altair con todo su buena voluntad le tiro el libro, que le robo a Ron, a la cabeza ganándose ella el castigo.

-Bien señorita White podría escribir con la pluma: voy a respetar a mis educadores y no lanzarle ningún libro a la cabeza.

-No se- intento explicarle que no sabía escribir pero en lugar de eso Umbrige solo le dio un hechizo silenciador por lo que hizo lo mejor que podía.

Oi a resbalar a mi eduqafore i no lansar infun livro a la cabesa.

Altair juraría que no se reiría de la cara que puso pero le fue imposible no soltar una carcajada una vez le quitaron el hechizo.

-Se que lo estas haciendo aposta.- la carcajada se paro casi al instante al ver la varita siendo apuntada hacia ella. Era peligroso para Dolores estar encerrada con ella sin el obscurial retenido con magia antes. - Vas a escribirlo hasta la hora de la cena.

Altair solo negó con la cabeza- Tengo que ir con Dumbledore.

-Bien en ese caso vendras mañana a esta hora.

-Castigo- una mini sonrisa aparecía en su rostro al verla frustada. Encontró su nuevo jobi.

Oh mujer no sabes que estas con la consentida de Azkaban. Yo soy un peligro para todos cuidado con hacerme rabiar que ya no habrá marcha atrás antes del infierno ver.

El acuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora