Capitulo 17.2

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Tercer año paso terminando la destrucción de horrocruxes.

Se habían hecho amigos de las amigas de Lily y de Remus que se dio cuenta que no todos los Slytherins eran como Snape o Malfoy. Aunque ser amigos de los merodeadores no los libraba de las bromas.

Harry tuvo que recurrir a Poppy cuando una de las bromas le causó una reacción alérgica desde entonces ninguno de los tres tenía cerca polvos picapica de Zoncos.

Ron acabo durmiendo en la habitación de Harry después de haber quemado la suya al intentar matar una araña con un incendio.

Hermione y Altair sufrieron de ropa perdida y la encontraron colgada en los aros de Quidict.

Cabe decir que ahora nadie se atrevía a enfadar a ambas juntas después de que los merodeadores pasarán dos semanas en la enfermería por unas costillas rotas por parte de Altair y una noche de dolor recomponiendo los huesos gracias al único hechizo útil que aprendió de Lorchack por parte de Hermione.

*

-Maldita sangre sucia. Asquerosa elfo doméstico. Maldito Hufflepuf pelirrojo- estaba claro que estaban insultando a Ron, Hermione y a Altair pero estos estaban tan tranquilos comiendo las tostadas del desayuno mientras los demás lo miraban impresionados.

¿Qué ocurría?

Harry estaba teniendo una rabieta desde que le hablaron por que parecía que tenía un mal sueño.

Cuatro varitas se alzaron nada más ver al chico insultarlos.- Dejen eso muchachos.

-Pero- al tener la mirada retadora de Altair los cuatro no tuvieron más remedio que sentarse con los brazos cruzados.

-¿Terminaste?- le pregunto Hermione mientras Ron le tendía una tostada de chocolate caliente.

-Sí- se podía oír que estaba vergonzado. Altair le tendió un vaso de agua sabiendo como estaba su garganta después de gritar durante una hora completa.

-¿Porque lo tratas bien? ¡Os estaba insultando a pleno pulmón!- se quejó James sin entender nada.

-No dormió bien y estaba teniendo una rabieta- se encogió de hombros- Tiene un temperamento fuerte.

-Me debes diez galeones- Hermione le tendió la mano recibiendo las monedas de Ron y Altair. - Gracias Harry, acabo de ganar una apuesta.

-De nada- estaba desconcertado.

-Apostamos cuánta tardaba en sacar el carácter de su madre- le explicó a los merodeadores y a Harry- ¿No podías haber esperado una semanas más?

-Al menos tú te acercaste- se quejó Ron- yo aposté dos semanas más.- se giró hacía su amigo- Enorabuena as superado tu propio récord.

-¿Tengo un récord?- preguntó desconcertado.

-Una semana- informo Altair sacando una libreta con el nombre de Harry en letras verdes con un fondo marrón- Cuando empezamos a apostar durabas dos días como mucho.

-Aun me debes la apuesta de Hermione- le recordó Ron.

-¿Cuál?

-La de cuánto tardaba en recordarnos que teníamos que estudiar. Tres días.- le informó.

Altair asintió buscando en su chaqueta el dinero. Una varita. Un gato. Un baúl. Diez bolsos. Cinco llaves. Una serpiente que le tendió a Harry.

-¡Aquí está!- se lo tendió.

-¿Tienes un secador Altair?- le pregunto Marlene en broma.

Cómo respuesta obtuvo tres secadores mágicos y dos normales. Los cuatro se rieron del rostro desconcertado de sus amigos.

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