CAPÍTULO 14

4.1K 189 4
                                        

ALEXANDRA PEMBERTON

Había sido una mañana maravillosa, pero era momento de volver a la realidad y en cuanto puse un solo pie en la empresa, mi alegría se esfumó y por las señas que me hacia la secretaria, estaba claro que debía prepararme para una gran reprimenda por parte de mi padre.

-        Alexandra Charlotte Pemberton – dijo mi padre al verme - ¿Se puede saber dónde estabas?

Por su tono, era obvio que se encontraba sumamente disgustado conmigo y si no lograba hallar una buena excusa que no involucrara a cierto joven con un apellido problemático, las cosas se complicarían mucho más para mí.

-        Papá... - murmuré pensando en una forma de contentarlo

-        Nada de papá; ¿Dónde estabas? – cuestionó y tuve que reprimir el impulso de salir corriendo

-        Yo... salí con Benjamin – respondí nerviosa

-        Me comunicaron que el joven Brown te acompañó de regreso a casa anoche, pero tú volviste a salir, ¿Dónde estuviste? – preguntó nuevamente

-        Después de salir con Benjamin, fui a buscar a Noah – dije inventando una mentira – Necesitaba hablar con él

-        ¿Estuviste con Noah hasta ahora?

-        No, salí de su casa temprano y fui a desayunar; no quise molestar a sus padres y sabía que su mamá no me dejaría ir fácilmente, así que por eso no les dije nada; lamento haberte preocupado, no volverá a ocurrir – aseguré rogando al cielo que me creyera

-        Noah y tú van a volverme loco, ¿Les costaba mucho dejar, aunque fuera una nota? – dijo y me acerqué con cautela – Realmente me preocupó no saber dónde estabas; normalmente avisas que saldrás o dejas un mensaje con el ama de llaves, pero anoche te vieron salir corriendo del edificio y no podía localizarte

-        Lo siento papá, tenía mucho que hablar con Noah y no me fijé en mi celular; no volverá a ocurrir – dije y él tomó mis manos

-        Alexandra, sé que no eres una niña, pero eres lo único que me queda, no sabría qué hacer si algo te ocurriese.

-        Lo sé, papá – dije sonriéndole – No quería preocuparte, en verdad lo lamento – dije sintiéndome la peor hija del mundo por mentirle

-        Bien – aceptó soltando mis manos – Dejaré que trabajes – anunció, pero antes de irse, se giró nuevamente hacia mí – Alexandra, necesito un reporte completo de cómo va el acuerdo con los Andreotti; quiero ese tema resuelto cuanto antes – ordenó y asentí intentando parecer segura

Mi padre se marchó y prácticamente me arrojé sobre la silla sintiendo un gran peso sobre mis hombros; me sentía la peor hija del mundo y no solo por la mentira, sino porque de alguna forma sentía que estaba traicionando a mi padre por relacionarme con el hijo de su peor enemigo y lo peor no era eso, porque si al menos me arrepintiera, la situación sería diferente, pero en lugar de eso, al pensar en Lucca una sonrisa venía automáticamente a mi rostro y eso me hacia sentir mucho más culpable.

Mi padre confiaba en mí para llevar el acuerdo con los Andreotti lo mejor posible, buscando el beneficio para nuestra familia, pero en cambio yo estaba paseando por la ciudad y saliendo a desayunar con quien se suponía era mi mayor rival.

En todo este tiempo, Lucca y yo no habíamos vuelto hablar sobre el acuerdo y tenía que admitir que ese tema había empezado a pasar a segundo plano, lo cual no era bueno, porque llevar a cabo ese acuerdo debía ser mi prioridad.

LEGADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora