LEGADO

CAPÍTULO 40

LUCCA ANDREOTTI

Las cosas pueden cambiar mucho en tan solo un segundo, como si la primavera simplemente se hubiera convertido en invierno en una noche; hasta hace unas horas yo era feliz y tenía mis decisiones claras, se suponía que buscaría la manera de permanecer en Londres y estar con Alexandra, eso era lo que deseaba hacer, pero ahora había mucho más en juego y mis deseos pasaban a segundo plano.

Mi padre estaba enfermo

Mi padre corría riesgo de morir

Mi padre me había pedido ayuda

Tenía que tomar una decisión

Mi amor por Alexandra o mi familia y nuestro imperio

No había más opciones, no había salidas fáciles ni tenía mucho tiempo para pensar, necesitaba tomar una decisión pronto porque mi familia lo necesitaba, pero... ¿Qué podía hacer?

Amaba a Alexa con todo mi ser, la amaba como nunca podría amar a nadie más, pero mi familia lo era todo para mí, ellos eran lo más importante y lo que siempre me enseñaron era que la familia va primero que todo, ¿pero la familia puede ir antes de uno mismo?

Después de hablar con mis padres, me retiré a mi habitación y llamé a Pietro para buscar su consejo; porque si bien la decisión parecía clara, no era algo que deseara y realmente quería encontrar otra opción.

Cuando Pietro respondió, me apresuré a contarle la situación haciéndolo jurar que no diría una sola palabra de esto a nadie; le expliqué la petición de mi padre y todo lo que eso conllevaba, le hablé de la situación con Alexa y el hecho de que tendría que elegir entre ella y mi familia.

Pietro me escuchó con atención y no me interrumpió ni una sola vez, pero en su silencio pude hallar comprensión y apoyo que era justamente lo que más necesitaba; así que cuando al fin terminé de hablar, esperé pacientemente por su respuesta.

-        No te diré que es lo que debes hacer – dijo y suspiré - No puedo decirte que elección tomar, no sería correcto

-        No quiero dejarla

-        Lo sé...

-        Pero mi padre me necesita más que nunca, no puedo ocasionarle más problemas, no necesita más estrés en este momento y yo... no puedo ser egoísta ahora, debo pensar en que es lo mejor para mi familia – comencé a decir mientras divagaba y me dejaba consumir por los nervios

La ansiedad me estaba devorando y tenía mil enredos en mi mente, quería una solución que no significara dejar a Alexa, pero francamente no era capaz de encontrarla.

Mi relación con Alexandra estaba provocando más estrés y cansancio en mi padre, cosas que justamente ahora no podía tener, además si tomaba la decisión de regresar a Roma y hacerme cargo de las empresas, tendría que demostrar a los directivos y a todos los trabajadores que podía con el peso que significaba estar frente a este imperio; tendría que dedicarme de lleno al trabajo, sin distracciones, sin escándalos ni problemas; tendría que aceptar mi legado y respetar lo que eso significaba.

Era un Andreotti y por más que había deseado ser solo Lucca ante el mundo, eso ya no era posible; porque era Lucca Leandro Andreotti, heredero de una familia poderosa e influyente, él único hijo de Francesco Andreotti y Bianca Fiore, él único heredero de un imperio y tenía que aceptar mi destino, aunque eso significara renunciar a la mujer que más he amado.

Durante años fui egoísta, tomé decisiones impulsivas y cometí actos que deshonraron a mi familia; no actúe como un heredero digno, no respeté ni obedecí a mi padre, solo hice lo que deseaba sin importar las consecuencias, pero todo eso había quedado atrás, de ahora en más tenía que ser consecuente con mis actos, tenía que llevar el apellido Andreotti por lo alto y hacerme cargo de mis responsabilidades.