ALEXANDRA PEMBERTON
Me encontraba con Noah probándonos nuestros trajes para la gala ya que su madre prácticamente nos había arrastrado a ambos sin darnos tiempo para defendernos o escapar, pero agradecía que lo hubiera hecho ya que se me había olvidado por completo que hoy teníamos cita con la modista y si no fuera por Isabella Bogani, no hubiera asistido.
En un par de días sería la gala anual que organizaba mi familia junto a los Bogani, pero al contrario de otros años, en esta ocasión me encontraba mucho más nerviosa; había seguido el consejo de Noah y le había pedido a la organizadora que se encargara de añadir a Lucca a la lista de invitados y para este momento ya debía de haber recibido su invitación, aunque no estaba muy segura si asistiría o no y eso me provocaba ansiedad por una razón que era incapaz de comprender, sin embargo francamente, creo que prefería no hacerlo.
Habían pasado dos días desde la reunión con los accionistas de los hoteles Golden y me había centrado por completo en ese tema y era suponer que Lucca también se había enfocado en eso, ya que por lo que habíamos averiguado, también se había reunido con los mismos accionistas y por ello, mi padre se encontraba presionándome mucho más que antes.
Él quería que descubriera los planes de los Andreotti y encontrara un punto débil para vencerlos, pero aún no había decidido lo que haría a continuación; mi padre tenía ideas y planes de cómo acabar con los Andreotti y en específico como deshacerse de Lucca, pero yo no compartía sus deseos y las dudas estaban acabando con mis nervios.
No estaba segura de querer involucrarme en la guerra de mi padre contra Francesco Andreotti, pero no sentía que tuviera otra opción, después de todo, no era solo la guerra de mi padre contra el de Lucca, sino una guerra de familias que llevaba generaciones sucediendo y como una Pemberton, estaba en el deber de unirme a mi padre contra los Andreotti y hacer todo lo que fuera necesario para acabar con ellos, pero... ¿Cómo luchar por algo en lo que no crees? ¿Cómo podía odiar a los Andreotti si no tenía una razón fidedigna para hacerlo?
- ¿Te gusta, dulzura? – preguntó la madre de Noah sacándome de mis pensamientos
- Sí... - murmuré mirando mi reflejo – aunque... creo que preferiría que quitaran esta tela – dije señalando la malla que cubría parte de mi escote y mi cuello
- Tienes razón – respondió observándome más de cerca – además, sería bueno profundizar levemente esa parte, el escote corazón siempre te ha quedado fantástico – me halagó y sonreí
Isabella se acercó a la modista y comenzó a darle indicaciones sobre las correcciones que debía hacer en el vestido que en realidad no eran muchas; el vestido en sí era precioso, de un color verde esmeralda que buscaba igualar el tono de mis ojos y resaltaba junto a mi cabello rubio; la tela fluía con naturalidad acentuando mi cintura y haciéndola verse aún más pequeña de lo que en realidad era; no tenía ninguna clase de pedrería, pero la falda estaba cubierta de múltiples bordados delicados y femeninos que me daban un aspecto romántico y dulce; podía imaginarme entrando al salón con este vestido y un peinado elegante que dejara a la vista toda la extensión de mi cuello; sin duda alguna sería la estrella de la noche y amaba serlo.
- ¿Ya te vestiste? – pregunté y justo en ese momento Noah salió del probador luciendo un traje negro confeccionado a la medida – Te ves muy guapo – lo halagué mientras se acercaba
- Como un auténtico Bogani – dijo su madre sonriendo complacida
- Me veré muy bien yendo de tu brazo – murmuré cuando estuvo suficientemente cerca
- No me necesitas para verte bien, Alexa
- Tienes razón – admití – Soy preciosa

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LEGADO
Teen FictionDos familias llenas de poder y riqueza Dos familias que siempre estuvieron en contra Y dos herederos que no saben perder Alexandra Pemberton nunca ha recibido un No por respuesta y no existe nada ni nadie a quien ella no pueda doblegar Lucca Andre...