LUCCA ANDREOTTI
Habían pasado algunos días desde mi cita con Alexa y todo había resultado mucho mejor de lo que imaginé; mientras más tiempo pasábamos juntos, más me enamoraba de ella; Alexa era tan dulce, tan amable y mientras más la conocía, más atraído me sentía.
Estos días también me habían servido para entender lo equivocado que estaba mi padre al guardar tanto rencor hacia los Pemberton y lo equivocadas que eran sus acciones; porque ahora tenía claro, que el fin, no justifica los medios.
Al estar junto a Alexa también había comenzado a entender que mi propio estilo de vida estaba mal; las fiestas, el caos, los problemas y todo lo que había hecho durante estos años no había sido más que una vía de escape de las cosas que no podía controlar y definitivamente no había sido el camino correcto.
Por mucho tiempo me dediqué a ser exactamente lo opuesto a lo que mi padre quería que fuera e hice hasta lo imposible para demostrar que no iba a convertirme en él; pero nunca me había puesto a pensar si lo que estaba haciendo era bueno o servía para algo; la verdad era que nunca me importó, porque mi única prioridad era yo y francamente las cosas hubieran seguido igual, pero entonces, Alexa apareció en mi vida llevándome a cuestionar todo lo que antes creía cierto.
Honestamente, ella se había convertido en una inspiración para mí; ver lo dedicada que era, lo mucho que esforzaba y como buscaba que cada una de sus acciones tuviera un impacto, me hacía querer hacer lo mismo; ella no solo trabajaba por su apellido o su familia, ella trabajaba arduamente porque deseaba cambiar, aunque fuera un poco el mundo y deseaba que su vida impactara en la de los demás. Era extraño pensar como creciendo en familias tan parecidas, habían elegido distintos rumbos para nuestras vidas; porque sí, ambos habíamos estudiado y éramos excelentes en lo que hacíamos, pero mientras ella dedicaba su vida a lograr grandes cosas, yo desperdiciaba la mía en vicios y problemas.
- Buenos días Principessa – saludé y la imagen de su sonrisa apareció automáticamente en mi cabeza
- Buenos días – respondió y solo su voz fue suficiente para hacerme sonreír - ¿A qué debo este saludo... tan temprano?
- Deseaba escucharte, aunque... deseo mucho más... verte
- Pues eso tiene arreglo
- ¿Qué idea se está formulando en tu pequeña cabecita?
- Podríamos reunirnos antes de que vaya a la oficina o tal vez después...
- ¿Y no quisieras tomarte el día?
- Tengo mucho trabajo atrasado
- Solo es un día
- Contigo nunca es solo un día – contratacó haciéndome reír
- ¿Acaso tienes alguna queja?
- En lo absoluto
- ¿Entonces? – pregunté
- No lo sé...
- Dale hermosa, ven conmigo, solo por hoy... - continué insistiendo – Lo pasaremos increíble, ya lo verás...
Alexa permaneció en silencio durante unos segundos que se me hicieron eternos hasta que finalmente la escuché suspirar.
- Aun no entiendo como siempre logras convencerme
- Mi encanto es mi mejor arma
- Cero humildad – respondió y sonreí
- ¿Nos vemos en el lugar de siempre?

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LEGADO
Novela JuvenilDos familias llenas de poder y riqueza Dos familias que siempre estuvieron en contra Y dos herederos que no saben perder Alexandra Pemberton nunca ha recibido un No por respuesta y no existe nada ni nadie a quien ella no pueda doblegar Lucca Andre...