ALEXANDRA PEMBERTON
Estos días habían sido una tortura; Lucca me había enviado mensajes y había llamado, pero yo intentaba evitarlo a toda costa, aunque hoy sería imposible hacerlo, porque estaba segura que asistiría a la gala y pensar en que tendría que verlo estaba acabando con mis nervios al mismo tiempo que mi ansiedad alcanzaba niveles estratosféricos.
En estos días había ido a trabajar de manera normal, pero me había costado mucho enfocar mi atención, porque lo único en mi mente era Lucca y por más que le daba vueltas a todo el asunto, no lograba decidirme y mi miedo no parecía disminuir.
Noah había tratado de distraerme del tema y por mi parte, durante el día mantenía mi sonrisa habitual fingiendo ante todos que las cosas en mi vida marchaban estupendamente, cuando en realidad palabras más adecuadas para describir mi vida justo ahora serían caótica, confusa y errática; sin embargo, no deseaba preocupar a nadie, por ello hacía mi mejor intento por parecer la misma de siempre; pero durante la noche, no conciliaba el sueño y todo a mi alrededor parecía más frío que nunca.
Y aunque en verdad la había pasado mal estos días, este tiempo también me habían servido para aclarar un poco mis sentimientos y esa era la peor parte, porque ahora ya no tenía dudas sobre lo que sentía por Lucca Andreotti y eso no sería fácil de dejar atrás; negarlo era inútil lo cual había quedado confirmado cuando esta mañana un gran arreglo florar llegó a casa enviado por Benjamín Brown y ni con eso logré evocar una emoción similar a la que había experimentado cuando Lucca me dio aquellas peonías, así que estaba realmente jodida.
- ¡Alexa! – escuché y por fin reaccioné
- ¿Si? ¿Qué sucede? – pregunté
- Pareces estar en otro mundo
- Sí... lo siento
- Normalmente eres tú la que me arrastra a esto, pero te ves... sumamente desanimada
- Gracias por la sutileza
- Vamos, alégrate y deja de pensar; hoy es un día especial y especialmente tú disfrutas mucho de estas cosas
- Lo sé, es solo que...
- ¡No! – exclamó – No volveremos a lo mismo; sabes que te adoro, pero no voy a ayudarte a encontrar razones por las cuales debas alejarte de ese chico ni voy a ponerme a defenderlo; llevamos tres días así y eso no te está ayudando en lo absoluto, así que ahora olvídate de todo eso por un momento y concéntrate en esta gran noche.
Noah tenía razón, durante estos días había tratado de convencerme que alejarme de Lucca era lo correcto, pero parte de mi tenía muchas dudas y por ello insistía tratando de sentirme segura de mi decisión, pero lo único que estaba consiguiendo era ponerme peor, así que era momento de dejar que las cosas tomaran su propio rumbo y concentrarme en la gala benéfica.
Había venido temprano a la casa de Noah, donde a su madre y a mí nos arreglarían el cabello, las uñas y nos maquillarían antes de la gala; además ambas familias iríamos juntas ya que mi pareja como cada año era Noah, la cual era una de las razones por las que todos los medios de comunicación creían que éramos pareja o lo seríamos eventualmente, cosa que nunca sucedería, pero la mayor parte de nuestros seguidores en redes sociales, además de comentaristas de televisión e incluso nuestras familias, aun guardaban esperanzas de que nosotros tuviéramos algo más que una amistad.
- Bien – acepté dejándome caer en el sofá derrotada
- Una pregunta... ¿Qué canción se supone que bailaremos?
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LEGADO
Novela JuvenilDos familias llenas de poder y riqueza Dos familias que siempre estuvieron en contra Y dos herederos que no saben perder Alexandra Pemberton nunca ha recibido un No por respuesta y no existe nada ni nadie a quien ella no pueda doblegar Lucca Andre...