☘️Capitulo Veintidós☘️

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Ella no lo escucha y continua hacia dentro, hace mucho que no visita Fangorn la última vez que llegó hace cinco años, Bárbol aún seguía en su profundo sueño, los tres cazadores la siguen, rato después Aragorn encuentra unas pisadas muy extrañas, Gîlthiel supo que esas huellas eran de Bárbol y se llenó de emoción la cual disimulo

-El aire está tan cargado aquí -hablo el enano

-Este bosque es viejo, muy viejo -comento Legolas mirando al rededor- colmado de recuerdos y de cólera.

-Hola Berry -susurra Gîlthiel quien se a alejado un poco de los otros, coloca su mano en el árbol y este hace un sonido en forma de respuesta.

Gimli levanta su hacha en modo defensa.

-Los árboles hablan unos con otros -dice Legolas alertado

-Gimli baja el hacha -susurra Aragorn

El enano obedece algo dudoso.

-Tienen sentimientos amigo, los elfos se los dieron -dice Legolas, el enano baja completamente su hacha- despertaron a los arboles, les enseñaron a hablar.

-Arboles parlantes, de que hablaran los árboles, um -cuestiona el enano- excepto de la existencia de los excrementos de ardilla.

-Aragorn nât nhô ennâs -dice el elfo y luego camina hacia una parte elevada del bosque y observa a su alrededor

-Mâc quenîg -pregunta Aragorn

-El mago blanco no anda lejos -al escuchar aquello se ponen tensos.

-No lo dejen hablar o nos embrujará -dice Aragorn y empuña su espada, Gimli su hacha y Legolas prepara una flecha- debemos ser rápidos.

Se voltean, Aragorn desenvaina su espada, Gimli lanza su hacha hacia el mago y Legolas también lanza una flecha las cuales se destruyen en el destello que irradia el mago, la espada de Aragorn se calienta lo cual causa que la suelte, Legolas se da cuenta de algo, Gîlthiel dónde está.

-Estan siguiendo el rastro de dos pequeños hobbits -pregunta el mago

-Donde están -dice Aragorn

-Pasaron por aquí, se encontraron con alguien que no esperaban, eso te reconforta -dice el mago.

-Quien eres -le pregunta Aragorn- muéstrate -ordena.

Aquel destello se desvanece revelando al mago blanco Gandalf, se quedan sorprendidos.

-No puede ser -dice Aragorn aún sorprendido.

-Perdoname, te confundi con Saruman -dice Legolas y hace una reverencia

Gîlthiel desde un árbol veía como el mago hablaba con los tres cazadores, también veía como Legolas miraba a todos lados, mientras el mago narraba su historia.

Luego baja con cuidado y se encuentra con ellos, Gandalf al verla le sonríe al igual que Legolas y caminan detrás del mago, vuelven fuera del bosque donde esperaban Hasufeld y Arod, Gandalf silva suavemente y por las praderas aparece un hermoso caballo blanco.

Legolas y Gandalf hablan algo, Gîlthiel no pone atención pues esta mirando por última vez el bosque.

-Gîlthiel, vamos -dice Aragorn subiendo a su caballo.

Ella asiente y sube detrás de él, se da cuenta que Gandalf se ha puesto su manto gris de nuevo, los caballos se ponen en marcha en dirección a Edoras, tardan muchisimo en llegar pero antes de llegar, el mago dice varias cosas que Gîlthiel no escucha pues sigue distraída, solo escucha que deben liberar la mente del rey el cual está poseído por Saruman.

La cuidad de Edoras esta muy silenciosa, triste, los caballos se detienen frente a las caballerizas, Aragorn baja del caballo, todos lo hacen excepto Gîlthiel quien sigue distraída pensando en que su hogar se veía muy mal.

-Te ayudo -pregunta Legolas junto al caballo, Gîlthiel solo le dirige una mirada de confusión.

-Ayudarme, a que -pregunta pues no escucho nada de lo que dijo Legolas.

El solo suspira frustrado y extiende sus brazos hacia ella, ya entendió, se suelta suavemente de la montura empieza a bajar con ayuda de Legolas, sus pies tocan el suelo y Legolas se aleja rápidamente.

Caminan hacia las puertas del Palacio.

-No puedo llevarlos ante el rey Theóden armados, Gandalf el gris -dice el capitán de la guardia, Gandalf lo observa interrogante- Órdenes de Grima lengua de serpiente.

Gandalf asiente y hace un gesto indicando que entregen las armas, aquel hombre intento quitarle su vara a Gandalf pero el dijo que sólo era para poder mantenerse en pie.

Una vez entregan todo excepto el baston de gandalf, los dejan entrar, ahí en el trono está un señor muy avanzado de edad, junto a él está otro hombre sus ojos reflejan maldad, aquel hombre es Grima lengua de serpiente.

Susurra en el oído de anciano repetidamente, a los lados del salón varios hombres caminan junto a ellos.

-La cortesía de tu castillo a disminuido últimamente, rey Theóden -habla Gandalf y Grima susurra de nuevo en el oído del rey.

-Por que habría de darte la bienvenida Gandalf cuervo de la tempestad -habla a fuerzas el rey.

-Una justa cuestión mi rey -dice Grima- Tardía es la hora en que decide aparecer el conjurador, traes al hombro malas nuevas de un indeceado -dice acercándose a ellos.

-Silencio, mantén su lengua bífida tras tus colmillos, no he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso -responde el mago y deja ver su bastón

Grima se asusta y retrocede.

-La vara -dice y mira a los hombres- les dije que le quitarán la vara -grita desesperado y asustado.

Los hombres corren hacia Gandalf a tratar de alejarlo del baston, Gîlthiel Legolas Gimli y Aragorn golpean a los hombres para poder frenarlos.

-Theóden hijo de Theindel, mucho has vivido en las sombras -Gîlthiel golpea a Grima, este se arrastra tratándo de huir, pero Gimli le pone el pie en el pecho.

-Yo en tu lugar no me movería - amenaza el enano.

-Escuchame -habla en mago al rey con su mano izquierda extendida hacia el rey- del hechizo yo te liberó.

Dice el mago pero segundos después el rey empieza a reír

-No tienes poder aquí, Gandalf el gris-dice el rey

Gandalf quita su manto gris mostrando su vestidura blanca, el rey se asusta.

-Te sacaré Saruman, como se saca el veneno de una mordedura -habla Gandalf y extiende su vara hacia el rey el cuál suelta un pequeño quejido y se retuerce.

Por un lado del salón aparece una joven de vestido blanco y cabellera rubia, se detiene un momento ve al rey y trata de correr hacia el, pero Aragorn la detiene.

-Si salgo, Theóden caerá -habla el rey el mago le hacerca más la vara y el rey vuelve a quejarse

-No me mataste, ni lo matarás a el -dice Gandalf.

-Rohan es mío -habla el rey y Gandalf vuelve a hacercale la vara el rey suelta de nuevo un quejido.

-Sal de el -ordena el mago, el rey se retuerce y finalmente se lanza sobre Gandalf, este golpea la frente del rey con su vara y se queda estático.

La joven rubia se suelta del agarre de Aragorn y corre a sostener al rey este rejuvenece y luego habla con la joven.

Gîlthiel se da la vuelta, observa a Grima después de un rato el rey casi mata a Grima pero por intervención de Aragorn no lo hace.

El rey les ofrece un lugar para que descansen antes del funeral y aceptan gustosamente.

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ELVESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora