☘️ Capitulo veinticuatro ☘️

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La desición del rey Theóden se hizo saber al pueblo, la cual era que partirían al abismo a la mañana siguiente.

-Gîlthiel -dice Éowyn mientras toca la puerta de la habitación de esta- he venido ayudarte arreglar tus cosas antes de partir.

La puerta se abre dejando ver a una Gîlthiel totalmente despeinada, ella y Éowyn compartieron tiempo durante el banquete de despedida del príncipe y se hicieron muy buenas amigas.

-Podrias ayudarme arreglar esto -dice ella mientras levanta un mechón de cabello, Éowyn sonríe y asiente- adelante.

Una vez dentro Éowyn se queda imnotizada viendo la espada de Gîlthiel la cual está sobre la cama junto a todas sus flechas y sus dagas, luego se da la vuelta y se acerca al banquito dónde está sentada Gîlthiel, empieza a cepillarle el cabello y vuelve hacerle la trenza con la que está llegó.

Después de una charla con respecto a las hermosas armas de la joven Gîlthiel, Éowyn se retira a las caballerizas y Gîlthiel sale al campo, necesita pensar todo esto la tiene preocupada, decide buscar plumas de ave en el campo.

Había encontrado tan solo una pluma de color rojo, dispuesta a volver camina en dirección a la cuidad de ahí ve salir un hermoso caballo color café, este corre con alegría por las praderas mientras relincha y revuelca en la hierba.

Se levanta y corre en dirección a ella, está con miedo solo se agacha y cubre con sus manos, no serviría de nada pero fue lo primero que pensó.

Aquel caballo, freno rápidamente frente a ella, luego de unos segundos Gîlthiel observa por entre sus dedos, el mamífero acerca su hocico, al cabello de esta y resopla sobre el.

Se tira en el pasto frente a ella y con cierto temor ella empieza acariciarle el hocico.

Dirige su vista hacia Edoras la gente empieza a salir ya, antes que de un paso en esa dirección, un Alcón pasa por su cabeza, este vuela alrededor de ella en sus garras lleva un pequeño pergamino, ella extiende sus manos y el Alcón deja caer el pergamino en las manos de ella.

"Querída estoy esperándote en los Lindes de Rohan y Fangorn.

Necesito verte, solo sigue al ave"

Era un pequeño texto, empieza a correr detrás del ave, no importa cuánto deba correr, quiere ver a su tía.

Había corrido por un buen rato, se detuvo a dar un respiro, cuando se disponía a continuar escuchó el relinchar de un caballo, era el mismo caballo que la asustó este llega junto a ella y se tira en el pasto, esperando a que ella suba sobre su lomo.

Recuerda ciertas palabras de Legolas sobre cómo montar y finalmente sube sobre el caballo, sujetándose de la crin.

-Moîne pêirâ -el noble corsel corre tras el ave, Gîlthiel poco a poco perdió el miedo, confía plenamente en su corcel.

...

-Mi señora Éowyn disculpe, de causalidad vio a nuestra acompañante, a la señorita Gîlthiel -pregunta Gimli pues la habian buscado por todos lados antes de partir pero no la habían encontrado.

-De hecho, estuve con ella antes de llegar a las caballerizas, pero luego no la vi más -responde ella

-No puedo creer que se nos haya perdido -dice Aragorn.

Continúan con su camino, un rato después Legolas deja a Arod con Éowyn y el camina frente a toda la multitud, con sus hermosos ojos azules observa los alrededores pendiente de algo sospechoso, dos jinetes pasan junto a él y un rato después se escuchan unos gritos, cuando él llega ve a un huargo al cual asesina junto con su jinete orco.

-Un rastreador -grita a Aragorn el cual se dirige hacia el, al escuchar esto Aragorn regresa junto a la multitud a dar aviso.

Legolas corre hacia delante, sus ojos se fijan al frente de donde aparecen muchos más huargos y orcos, en ese momento dio inicio la pequeña batalla por mantener a salvo al pueblo.

...

Sujeta de la crin de aquel hermoso corcel, había viajado hasta los Lindes de Fangorn donde podía ver perfectamente a los elfos de Lorien en un pequeño campamento.

Una vez puso sus pies sobre el pasto, agradeció a su corcel y este corrió por la pradera en la dirección por la que había viajado con Gîlthiel.

Camino lentamente hasta unirse a todos los presentes quienes realizaron una hermosa reverencia cuando está llegó, que había sucedido, pues cuando está salió de Lorien con la compañía, uno de los elfos que se encontraban en el muelle escuchó la plática de la comunidad con ella, donde claramente la mencionaron como princesa y está aceptaba serlo.

El rey Celeborn salió de aquella hermosa carpa, se acercó a la chica y la abrazó.

-Te extrañe mucho Âdar -susurra Gîlthiel.

-Tambien te he extrañado mi niña -responde el rey y se aleja de Gîlthiel- Vamos adentro, ella espera.

-Querida -dice su tía al ver entrar a Gîlthiel y la abraza.

-Hola Ionê -responde mientras abraza a su tía y luego se aleja, su mirada recorre la habitación y se da cuenta que ahí está Haldîr, el siempre supo que está es la princesa de Lorien.

-Princesa -dice Haldîr y hace una reverencia de esas que solo hacen los elfos, la cual Gîlthiel responde con gusto.

-Que hace toda la guardia aquí -pregunta mientras se acerca a la mesa del lugar.

-Un gran ejército de orcos y Uruks se dirige a cuernavilla, estamos aquí esperando al resto de los elfos que han de unirse, elfos de Rivendell y juntos viajaremos hacia allá hacer honor a una alianza Antigua -constesta Haldîr.

-Majestades -dice un elfo entrando a la carpa y haciendo reverencia- Mi señor Haldîr, ya han llegado.

Haldîr sale de la carpa junto con el elfo.

-Mi niña, respecto a la carta, cuéntanos qué es lo que sucede realmente, por qué no quieres seguir siendo princesa -pregunta dulcemente el rey Celeborn mientras le toma las manos y la guía a sentarse en uno de los cojines dentro de la carpa.

-Sucede que, siento que estoy recibiendo buen trato solo por el hecho de ser una princesa, primero con el rey Thraundil y luego con...-el momento con Legolas pasa por su mente, lleva sus manos hasta su rostro y las desliza con frustración- con Legolas -completa.

-Querida, puede que eso no sea así, puede que te traten bien por qué realmente les agradas -dice la reina mientras se sienta en un cojín frente a Gîlthiel y junto a su esposo.

-No lo se Ionê y, ahora tengo dudas sobre la renuncia -creía estar segura de renunciar.

-Tranquila mi niña, lo que decidas nosotros te apoyaremos -contesta el rey y la abraza.

-Con permiso majestades, ya estamos listos para partir -dice Haldîr adentrándose a la habitación

El rey sale junto con la reina y Haldîr, hablar con el ejército antes de que estos partan, Gîlthiel se sienta y bufa con molestia, por qué están díficil tomar una decisión, si deja de ser princesa talvez la traten diferente, pero si deja de ser princesa matará las ilusiones de sus tíos.

Segundos después sale de la carpa y camina en dirección a Haldîr quien está frente a todas las líneas del ejército.

-Cariño, regresaras a cuernavilla -pregunta la reina y la joven asiente.

-Cuidate mucho mi niña -habla el rey y la abraza.

Después de despedirse, dan inicio a su recorrido hasta cuernavilla.

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