ELVES

☘️ Capitulo treinta☘️

La historia transcurrió tal y como todas lo hemos visto, la travésia através del sendero de los muertos, la gran batalla en Góndor y la batalla frente a la puerta negra, de la cual están siendo participes nuestros protagonistas, ahora mismo.

Nuestra protagonista, se encuentra en shock, el sonido de su espada chocando contra el piso hace eco en su cabeza, observa las llamas y las bolas de fuego saliendo del volcán y las águilas que alguna vez vio en las montañas de Erebor.

El resto de sirvientes de Sauron se arrastran y huyen como un antílope escapando de un león.

Se escucha el eufórico gritó por parte de los héroes que valientemente defendieron la vida en la tierra media.

Ve a su cautivador elfo caminar hacia ella con una gran sonrisa, la envuelve con sus brazos en un suave y cálido abrazo, ella sonríe pero enseguida el siente como el cuerpo de ella se desliza hacia el suelo, logra sujetarla y la recuesta suavemente en la tierra, Elí a quien habían encontrado en la cuidad de Minas Tirith se hacerca corriendo hacia ellos al igual que el enano, el montaraz y el ahora Rey Eómer.

Un torrente de recuerdos invaden la mente de ella, mientras ve a Legolas, preocupado, moviendo sus labios diciendo algo que ella ya no escucha.

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-¿Quien eres? - preguntó

Ella no respondió y tomó su espada.

El río irónicamente y tomó su espada, ella se defendio como pudo por un buen tiempo, pero el dolor de su brazo aumento, el elfo le golpeó la mandíbula, ella calló al suelo, desde ahí golpeo los pies del elfo y el calló de espaldas ella sacó una daga y la colocó en el cuello del elfo pero este la golpeó de nuevo y calló sentada, el tomó una daga de el y la coloco en el cuello de ella.

-Ultima oportunidad, levántate - obedecío- ¿Quien eres?.

- Gîlthiel - respondió.

Ella quería golpearlo para escapar de el e intento levantarse pero entonces se sintió débil y recordó que tenía una flecha en su brazo, sintió que la levanto bruscamente.

-Esto te va a doler -iba a sacarle la flecha

Se soltó de su agarre pero de nuevo se calló

-Bien, entonces muerete -el recogió sus armas - Los intrusos no son bienvenidos en el bosque de mi padre - y se fue.

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Trató de huir pero el príncipe la alcanzó a ver y segundos después la seguía, hasta que por fin la derivó por qué la tomó del pie.

-¿Seras tonto o que? -ella se levantó con cuidado por qué podia caer del árbol

-¿Que dijiste?-la apuntó con una flecha.

-Anda, dispara, no te tengo miedo.

-No recuerdas que casi te asesino la última vez.

Ella se dispuso saltar del árbol pero alguien la golpeó y luego ya no supo que pasó, abrío los ojos y lo primero que vio fue que el la llevaba sobre su hombro.

-¿Quieres bajarme o me bajo yo?.

-Que bueno que recobraste la conciencia ya me cansé de cargarte.

-Pues yo no te pedí que lo hicieras.

El detuvo su caminata y la bajó bruscamente, ella no pudo mantener el equilibrio y calló de espaldas, solo bufó, se levantó y se acercó al grupo de enanos.