ELVES

☘️ Capitulo cuarenta☘️

El claro jardín estaba decorado hermoso más que aquella vez en el baile de bienvenida de Legolas, ella suspiro, sus ojos estaban inquietos habían tantas personas que no encontraba a cual mirar, su bello cuerpo resaltaba en aquel vestido el cual hasta ahora se daba cuenta que tenía un efecto al moverse la tela blanca brillaba con un débil color azul.

No sabía cómo lo habían logrado el rey y aquella chica.

-Te vez preciosa -Elí se acercó a ella y le dio un beso sobre su mano.

-Elí... -intentó decir pero el la interrumpió.

-Sshh, lo que quieras decirme haslo durante el banquete, por ahora solo date prisa que tú príncipe espera.

La abuela se alejó y fue a sentarse entonces Elí le sujeto el brazo para entrelazarlo con el de ella, nuestra protagonista empezó a sentir que le faltaba el aire y empezó a inhalar profundamente intentando calmarse sonrió.

-No vayas a dejar que me caiga -susurro cuando sintió sus piernas temblar apretó un poco más el brazo de Elí.

...

Legolas se encontraba ya esperando a su dama, su inquietud crecía al pasar de los minutos se volteó hacia su padre el cual tenía minutos hablandole y hasta ahora le escuchaba.

-Perdona Âdar, es que..

-Calmate hijo, ella está por venir, te ama demasiado y eso me queda claro, no va a irse -le ánimo colocándole la mano en el hombro.

Legolas negó divertido, el no pensaría que ella lo dejaría.

Se volteó al escuchar silencio y entonces la vio, parecía más hermosa de lo que siempre se veía sonrió a lo cual ella respondió.

Y mientras más caminaba hacia el recordó como era su vida antes de conocerla, antes de que ella se uniese a la compañía, las veces que la tuvo cerca aún sin saber que se uniría a ella.

La vio suspirar una vez la tuvo frente a el.

-Legolas Greenleaf, principe de Eryn Lasgalen y el pueblo de elfos Sindar, hoy entrego a lo más preciado que tengo, la princesa Hewuell Lawuen ahijada de los ex reyes de Lorien -una vez dijo esto Elí tomó la mano de ella y la llevo hasta la de Legolas.

-Prometo cuidar de ella -respondió Legolas y ambos hicieron una reverencia.

Dejo un beso en la frente de Hewuell y se retiró, Legolas sintió como su dama tenía las manos frías y le temblaban levemente, entonces beso el dorso de una de ellas y sintió como está se relajó un poco.

...

La ceremonia, el momento en que frente a los testigos unieron sus vidas, no he de contar lo que sucedió pues siempre lo tradicional en esos tiempos lo único relevante fue el juramento de sangre.

En este acto ella debió hacerse una pequeña cortada en la palma de su mano con la daga de Legolas, el tambien solo que con una de las dagas de ella y debieron tratar las heridas uno del otro.

Todo había concluido como dos horas antes y ahora mismo se encontraban digustandose con aquel delicioso vino y la cerveza, tanto como la comida de la cual Gimli renegó pues era solo fruta o eso pensó el hasta que le sirvieron un trecho de carne, solo para el del cual el rey Thraundil le había pedido a la Éowyn que trajese de Edoras pues los elfos no comen carne en forma de respeto a las criaturas con las cuales coexisten.

Eómer, Éowyn, Faramir, Aragorn, Arwen, Gimli, El rey Thraundil, Sam, Merry, Pipin, Genîn, Elí y la abuela, estaban con ellos.

-¡Aaay!, mi hermana se casó -lloriqueo algo fuerte Elí, por lo que todos se pusieron a reír.

-Sshh, comportate majestad -bromeó ella y volvieron a reír.

-Si la verdad aún no están casados completamente -dijo Eómer.

-¡Eómer! -le regañó Éowyn al escuchar como ambos elfos se atragantaron con el vino.

-Ya nos vamos..-dijo Legolas.

-Lord Eómer los apresuró -aseguró el enano por lo que Legolas lo miró con los ojos entrecerrados.

-Yo estaba por decir, ya nos vamos debo darle un regalo a mi Naêni -contestó Legolas y todos volvieron a reír.

Tomó la mano de ella y la llevo con el en dirección a dentro del castillo, en el camino los detenían para saludarlos y felicitarlos, finalmente la llevo hasta la biblioteca.

-¿Que estamos haciendo aquí o a que venimos? -pregunta ella al darse la vuelta para verlo.

Legolas cerró la puerta y se acercó para poner una de sus manos en la cintura de ella y unió sus frentes.

-Mi padre me dijo que hay un regalo para nosotros en las que eran muestras habitaciones, iremos luego de ver mi regalo -susurro el.

Así la hizo retroceder paso a paso, pero este la hizo girar.

-Ve ahí Naêni -le susurro al oído y está levantó la mirada hacia la pared, ahí estaba colgada una pintura- ese es mi abuelo y mi abuela -ella río suavemente y señaló al pequeño niño en la pintura el cual vestía de manera elegante- ese es mi Âdar.

Caminó con ella a otra pintura, ahí estaba la pintura que ella hizo con el rey, después la llevó hasta otra pared con de pinturas de elfos capitanes de la guardia y sus familias.

-¿Por que aún no hay pintura de Orión? -preguntó ella.

-Aún no ha formado una familia -respondió el- Ve frente a aquella pintura, la tercera -señalo el y ella lo miró confundída y luego de unos segundos realizó la acción

Una ves estuvo frente a la pintura un minúsculo sonido de asombro escapó de sus labios y sus ojos se aguaron, era aquella pintura de la cual le hablo el rey Thraundil, la pintura de sus padres.

-Tienes el color de ojos y labios de tu madre y la nariz de tu padre -dijo el y la abrazó.

-Hanôn le Legolas -susurro ella y beso su mejilla luego se alejó para volver a mirar la pintura, deslizó delicadamente la mano por el marco y bajo la mirada.

Se mordió rápidamente el labio inferior y se volteó para atrapar la mano de Legolas y le sonrió con ternura, sus pasos se dirigieron fuera de la biblioteca y por los pasillos del lugar.

Legolas sabía a donde se dirigían y pensó que el banquete podría continuar sin ellos.

El rey Thraundil los vio pasar sonriendose mutuamente y camino en dirección opuesta a la de ellos una vez desaparecieron de su vista, el mismo se encargó de cerrar las puertas de ese pasillo con llave y luego se encaminó de regreso al banquete.

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