Capítulo cuarenta y siete

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Legolas

Recuerdo, recuerdo la primera vez que la ví, recuerdo las veces que la mire de mala manera, recuerdo los momentos a su lado, recuerdo nuestros casi besos, recuerdo el dia en que le expresé como me sentía y ella se mostró feliz correspondiendo.

Recuerdo cuando la vi caminar hacia mi el dia de nuestra unión, recuerdo la noche en que nos entregamos el uno al otro, recuerdo sus bellos ojos oscuros y sus labios rojos por tantos besos lujuriosos, es algo que debería omitir pero simplemente no puedo.

Ella esta ahora mismo sonriendome mientras mis manos rodean su pancita.

-Mañana vienen visitas -le digo y ella frunce el entrecejo.

-¿Quienes? -pregunta mirando sus manos las cuales acarician mi cabello.

-Sorpresa -le contesto.

-No te muevas Legolas -me regaña mi padre.

-Si padre -respondo, Gîlthiel rie suave sin moverse mucho.

-No asi no me gusta como queda -dice de nuevo.

Camina hasta nosotros y coloca las manos de Gîlthiel sobre las mias.

-Vean ambos a su heredero -pide.

-Papá no crees que exageras -el voltea a mirarme con molestia- perdón padre.

No dice nada solo entrecierra los ojos asintiendo, lleva su mirada al lienzo y empieza a pasar el pincel.

....

-Ahhh -se queja ella.

-¿Te duele? -le preguntó, me esta preocupando.

-No Legolas, solo se movió, sigamos -me dice y sonrio para luego besar su frente.

-No dejemos esto por hoy, te estas cansando y no es bueno para nuestro hijo.

-O hija -me responde y se incorpora de la silla cubriendose con una manta por sobre los hombros

La puerta se abre de golpe y la cara de la abuela se asoma por ahí.

-Perdón que interrumpa pero -la señora me mira a mi, ya sé, las visitas llegaron antes.

-Gracias -le contestó y ella asiente mientras se retira.

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