Capítulo cincuenta

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-----------------Saig llegó el día que nos enteramos de tu embarazo -exclamó el Rey

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-Saig llegó el día que nos enteramos de tu embarazo -exclamó el Rey.

-¿El dia que me...? -intentó decir ella.

-Si ese mismo dia -le respondió su suegro.

-¿Quien nos asegura que no fue el quien atacó a mi nieta antes de venir ante usted? -preguntó la abuela de la joven

-Por que Saig es enviado por el concilio ...

-¿Como es eso posible? -preguntó Legolas.

-Los antiguos pergaminos dicen que desde las tierras de valinor hay una manera de comunicarse con la tierra pero que nadie por si solo la controla -respondió el rey.

Segundos después el rey se incorpora y se acerca a su nuera quien le entrega al pequeño Aldaron.

-Creo que sería bueno hablar con el -exclama Gîlthiel.

Todos asienten y se dedican a mirar a los pequeños en completo silencio hasta que las puertas se abren y una persona se adentra dirigiendose rápidamente hacia la señora.

-Hola abuela -aquella muchacha se acerca y la abraza, seguido de ello hace reverencia a los presentes.

-Iani no seas descortez primero se saluda a la maxima autoridad -le comenta la señora.

La joven sonrie a fuerzas y baja la mirada.

-Lo lamento -susurra y eleva la vista levemente para mirar al principe Legolas quien acaricia a su pequeña.

-Quitate esa manta del cabello y vamos a comer -le interrumpe la abuela.

La joven voltea a mirarla pero no acata su orden, entonces la señora se acerca a ella e intenta quitarle la manta.

Pero la joven le sujeta fuerte la mano antes que llegue a tocarla, la señora exclama con dolor y Gîlthiel rapidamente se acerca.

-Alejate -toma la mano de la joven quien inmediatamente suelta a la señora- de mi abuela y no se te ocurra tocarla asi de nuevo -la mirada de Gîlthiel era oscura y claramente podía verse lo molesta que se encontraba- ¿Entendiste?.

Ambas se retaban con la mirada, ya era demasiado pues Gîlthiel siempre había guardado el enojo que sentia al ver como Iani miraba a Legolas y con que le tratara mal a su abuela, eso ya era el colmo.

-Tranquila hija no fue nada -exclamó la señora mientras colocaba una mano en el hombro de Gîlthiel- Iani vamos necesito hablar contigo.

-Disculpa abuela pero ahora mismo estoy ocupada -exclamó y salió molesta del lugar.

Gîlthiel por otro lado miro a Legolas quien le sonrió, seguido de ello Gîlthiel miró a su abuela y la abrazó.

-Hace mucho que no veia a Iani -exclamó Gîlthiel- dime que es la primera vez que te trata asi, ¿Verdad?.

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