Capítulo 18

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Se actualizó el 18/08/2021 a las 22:06 Hora Paraguaya 

Porpentina Scamander de soltera Goldstein, estaba un poco preocupado por lo que paso hace una semana atrás, su hermana había escapado de la cárcel de MACUSA y hasta el momento no se había encontrado ni siquiera rastro de ella. Tina como era conocido por las personas más cercana fue la mayor afectada cuando su hermana fue con Grindelwald, muchas veces se enfrentó a ella, pero nunca tuvo el valor para poder hacerle frente, ni siquiera pudo mirarla a la cara cuando fue capturada luego de matar a la Presidenta de MACUSA en ese entonces. Nunca la visitó, pero desde el momento que se enteró de que alguien la liberó su miedo hacia su familia fue incrementando. Ella era madre de cinco hijos, los cuales para su suerte ya fueron padres, sus nietos estaban esparcidos por el mundo sin duda alguna todos nacieron con la fascinación por los animales como lo fue su abuelo, pero temía por la seguridad de sus nietos, a todos sus hijos le envió una carta que estén atentos a cualquier eventualidad, ya que su hermana iba a golpear donde más le dolía, su familia. Newt también se preocupó por la salud de su familia, y uso el poder que le otorgaba ser catalogada como Orden de Merlín de segunda clase para salir de su retiro, y ayudar a la búsqueda donde el mismo era la persona que comandaba.

Hola Tina – Esa voz, hizo que la piel de la nombrada se erice hasta puntos que nunca antes pensó sentir, quitando su varita vio a la persona que hablo, su hermana estaba en la sala sentada en un sofá degustando una de té con algunas galletitas que parecían recién ordenada – Debo decir que este es el peor recibimiento que recibido.

Queenie...como entraste...no...como me encontraste – Se notaba a leguas el nerviosismo de Tina, solamente se tenía que ver como temblaba, no ayudaba a que su hermana estaba ahí tranquila sin entender que estaba pasando, como si fuera una demente, bueno hace tiempo que ella dejó el sendero de la cordura y eso la hacía más peligrosa.

Porque me tienes miedo...no te haré nada...aun – Queenie tenía una mirada inocente, la típica mirada que siempre tuvo cuando aún era joven, e incluso con la edad parecía que nunca iba desaparecer – Pude ver que tienes una familia numerosa...cumpliste tu sueño de casarte con el hombre que amabas – Queenie tomó otro sorbo de té, ante la atenta mirada de su hermana que la seguía apuntando con la varita – Debo felicitarte...por tu logro.

No permitiré que los lastime, ya lance la señal...en cualquier momento este lugar estará rodeado de aurores – Mintió, Tina no lanzó el hechizo para avisar a su esposo, o a una patrulla de aurores, para que vengan a capturar a su hermana, que estaba ahí inocentemente mirándola como si pudiera notar que estaba mintiendo.

No me mientas... Jacob Kowalski fue la última persona que me mintió – Queenie miro a su hermana, odiaba que le mientan, toda su vida fue prácticamente una mentira, sus padres amaban a su hermana más que a ella, su hermana siempre fue la mejor, todo el mundo la miraba a ella como un ejemplo a seguir, mientras que ella simplemente era la loca, la rara que no podría llegar a ser como su hermana – Odio que me mientan.

Tu sabes bien que no es asi – Tina miró a su hermana, sabía lo que Grindelwald le hizo, jugo con ella a niveles que no había forma de curarla, la hizo tan devota a él, que no importaba quien trate de hablarle, para ella todo lo que otra persona diga era mentira, a menos que sea relacionada con Gellert – Jacob te amaba...fue Grindelwald el que te mintió.

No me mientas – Fue el grito de Queenie, todos los objetos en el lugar salieron disparados por el pulso mágico que salió del cuerpo de Queenie, incluso Tina cayó al suelo por la anda mágica que provocó su hermana, ese poder fue el que hizo que Gellert se interesaba en ella, por eso jugo con su mente de esta manera – Gellert me amaba...él me amaba...pero ustedes...todos ustedes me trataron como una loca...los matare a todos...matare a todos

Harry GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora