Capitulo 10

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Se actualizó el 13/05/2021 a las 19:29 Hora Paraguaya 

Los meses pasaron muy rápido para los alumnos de magia y hechicería de Hogwarts, los alumnos tenían que ir a sus casas a pasar las fiestas navideñas con sus familiares, estarían un mes entero lejos del colegio. Muchos de ellos tenían muchas cosas que contarles a sus padres, otros no tanto, una de las personas que más tenía para hablar era Hermione Granger, la niña se volvió muy popular entre los alumnos de Ravenclaw y Hufflepuff por si inteligente y su buena predisposición a ayudar cuando se necesitaba su ayuda. Incluso aunque Hermione estaba en su primer año, demostraba un intelecto superior a muchos estudiantes de año superiores, también ayudaba mucho que los jefes de las cuatro casas la pongan bajo sus alas. Severus demostró un gran interés en la niña, inclusive corría el rumor que deseaba preparar a la chica para ser la próxima profesora de pociones una vez que él se retire, sus notas eran impecables, no demostraba inseguridad y ni siquiera se inmutaba cuando estaba bajo presión. Luego estaba Minerva McGonagall que al ser miembro de su casa, la tenía completo cuidado por los antecedentes que tuvo antes del incidente con el trol, al parecer se notaba el pequeño favoritismo de la profesora hacia la Granger, era una pena que ella no era amante del Quidditch o iba ser su alumna favorita ya que tenía todo lo que a la profesora le gustaba.

La jefa de la casa Hufflepuff Pomona Sprout, que llegó al extremo por Hermione, al prácticamente casi pedir el cambio de Hermione de casa, algo que nunca pasó y nunca pasará, una vez elegido las casas no había vuelta atrás. A la profesora de Herbología no le gustó para nada la forma de comportamiento que tuvieron los de Gryffindor en una de sus clases cuando Hermione por accidente se trabo en una línea en su explicación cuando ella le hizo una pregunta. Si la niña es una estudiante ejemplar, pero no significaba que iba ser perfecta en todo, podía equivocarse o confundirse en algunas cosas, era natural. Como una verdadera Hufflepuff, valoraba la lealtad, la dedicación, el trabajo duro y la honestidad, Hermione tenía todo eso. La vio en los pasillos en su tiempo de descanso leyendo libros de su siguiente clase o clases posteriores, la que lo hizo ganarse el cariño de la jefa de la casa Hufflepuff que en una ocasión hizo que Hermione se siente en la mesa de su casa, ya que los gemelos Weasley estaban en una detención y no iban a poder acompañarla, no deseaba ver esas miradas de desprecio en los alumnos de la casa del león.

El profesor Filius Flitwick el jefe de la casa Ravenclaw, no se quedó atrás, la niña es una de sus alumnas más aplicadas, y como era de esperar la casa Ravenclaw no tardó mucho en poner a Hermione como una más de ellos incluso aunque estaban en casas diferentes. Por supuesto al instante Hermione se encontró con las versiones femeninas de los gemelos Weasley, las Gemelas Patil. Parvati y Padma se hicieron muy amigas de Hermione, estaban en el mismo curso pero en casas diferente, pero eso era lo de menos para las gemelas que la acorralaban a la pelirroja cada vez que la encontraban demostrando su amistad tan parecida a los Weasley que hicieron pensar a Hermione que estaban usando la poción multiusos para hacerle una broma o algo así. Obviamente cuando ambas parejas de gemelos se cruzaron por primera vez se declararon la guerra mutuamente, ya que los Weasley se sintieron ofendidos por no ser los únicos gemelos en la escuela, y las Partil por la idiotez de los gemelos de creerse mejor que ellas. Pero no era algo que a Hermione le desagradaba ya que era un ambiente agradable a fin de cuentas, ya que no tenía que aguantar a sus demás personas no deseadas.

Aunque no era la única persona que estaba bajo las alas de los jefes de cada casa, Harry Potter el niño que vivió no se quedó para nada atrás, el chico era como un imán para la grandeza, algo que a él no le parecía importar lo que causaba envidia. En estos meses, Hermione dejó de ser el blanco de muchos ataques, que pasaron a Harry, miembros de su propia casa que no trataban de ocultar su enojo con Harry por ir primeramente en invitar una sangre sucia en la mesa donde solamente los pura sangre tenían el privilegio de estar, segundo el hacer que los traidores de sangre de los Weasley puedan sentarse en la mesa de Slytherin. Lo peor de todo, y que era un golpe en el orgullo de muchos, era que a Harry no le parecía importarle, no podían hacerle nada por lo vigilado que estaba, inclusive el mismo director Albus Dumbledore y el ministro de magia tenían interés en lo que le deparaba el futuro del chico, era intocable dentro del colegio, pero no fuera de este. Los mortifagos que salieron con condición de libertad, aún estaban buscando en donde estuvo escondido tanto tiempo, y no eran los únicos.

Harry GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora