Capítulo 33

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Se actualizó el 22/12/2021 a las 21: 37 hora Paraguaya 

Lo que estaba pasando en estos momentos en Gran Bretaña mágica, no mejor dicho en el mundo mágico en general tranquilamente lo podríamos definir con una sola palabra Caos. Ministros de magias extranjeros atacaban públicamente al ministro de Gran Bretaña, Albus Dumbledore fue despojado de su puesto como jefe supremo de la confederación internacional de magos que llamaba nuevamente a una elección, donde varias personas ya ponían sus candidaturas. También fue despojado como jefe brujo del Wizengamot, y Augusta Longbottom fue asignada para ocupar ese puesto. Lastimosamente, nadie pudo tocarle del puesto de Director de Hogwarts, ya que para sorpresa de todo el mundo, Amelia Bones salió a protegerlo, le guste o no a la gente, Harry Potter estaba mucho más seguro en Hogwarts porque Dumbledore estaba ahí. Era algo que el mundo tenía que aceptar le guste o no.

Y por supuesto las familias fieles a Grindelwald se alzaban con mucho más poder que cualquier persona pudo pensar antes, la facción neutral del Wizengamot mostró sus verdaderos colores, y no había nada que ellos puedan hacer. Ya que eran intocables, cada uno podía elegir la facción que deseaban, a quien apoyar y a quien no. Pero lo peor vino después, cuando el profeta quito del porqué Harry Potter era heredero de Grindelwald, se le heló la piel.

En medio de la guerra, Grindelwald tuvo un hijo al cual escondió perfectamente por el hecho de que estaban en una guerra, se creció bajo una familia antiguamente mágica, ya que se consideraba extinta por el hecho de que se volvieron Squib. Demostrando que Gellert Grindelwald no tenía perjuicios a la sangre, solamente deseaba que a las personas como ellos se le dé lo que le corresponde. Porque los magos tenían que ocultarse, no era tan difícil comprender lo que deseaba Gellert, sin embargo, se lo impidieron. Ese hizo, se enamoró de una chica inglesa muy bonita llamada Margaret Evans, abuela materna de Lily Evans.

Gran Bretaña explotó cuando esto salió, el mundo mágico se vio envuelto en un caos total. Ahora mucho tenía sentido, Lily Evans fue la mejor sé su clase, siempre demostraba saber un poco más de sus compañeros, y aunque ella fuera una nacida de Muggles, parecía siempre saber más de lo que aparentaba. Un talento sin igual para la magia, como para las otras ramas, era una experta en paciones y más de uno estaba seguro de que si Severus Snape era profesor de esa materia era porque Lily Evans estaba muerta, luego era una experta en runas, siempre tratando de innovar, demostrando que su nivel de ingenio y astucia era sin igual.

Los puristas de sangre en su mayoría no deseaban aceptar la realidad, pero si esto era real, solamente significaba que Lily Evans los manipulo a cada uno de ellos, como si ella fuera una Slytherin.

Pero ella fue asignada a Gryffindor, aunque no era la primera vez que algo así pasaba, Lily Evans sabía que iba a ser perseguida en la casa Slytherin por ser una sangre sucia como ellos catalogan a los estudiantes que veía del mundo Muggle. Pero en cierto modo ella no era una sangre sucia, era una mestiza, una con un talento sin igual, y ahí las familias mortifagas unieron cabos. Lord Voldemort intentó convencer a Lily Evans y James Potter de unirse a los mortifagos por su talento, tal vez Voldemort supo sobre la relación que había entre Lily Evans y Gellert Grindelwald.

Y una de las tantas personas que fue afectada por los sucesos que pasaron en esta semana, fue Albus Dumbledore, el director de Hogwarts parecía como un hombre que le quitaron unos cincuenta años de vida. El mundo actualmente estaba en su contra, Gran Bretaña mágica estaba dividida, y todo por simples palabras que él no pudo desmentir, el séquito que ataco el Wizengamot hizo muy bien su trabajo para que el único perjudicado en ese lugar sea Dumbledore. Amelia Bones quito la profecía de la sala donde estas se guardaban, se la llevo a Harry para ver de qué se trataba y luego hacerla pública. Y él por supuesto que intento detenerlo, pero no pudo hacer nada, intento que las personas recapaciten, pero ya nadie confiaba en su persona.

Harry GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora