Capítulo 23

3.2K 324 12
                                    

Se actualizó el 13/01/2021 a las 22:15 Hora Paraguaya 

Harry abrió los ojos para encontrarse en la enfermería, su cama estaba rodeada de flores y algunos dulces, miró a su alrededor para no encontrarse con nadie, eso le pareció raro, estaba seguro que este lugar iba estar rodeado de periodistas o de personas como el ministro o incluso Amelia, pero no estaban en este lugar. Podía ser que la enfermera les prohibió la entrada a la sala médica, o Dumbledore tuvo algo que ver, las dos posibilidades eran válidas en estos momentos. El primero porque la doctora de Hogwarts era una persona muy estricta con sus pacientes, demasiado y se tomaba su trabajo muy enserio, luego estaba Dumbledore que necesitaba una excusa para acercarse a él, el año pasado no pudo hacerlo. El que el este en Slytherin y no en Gryffindor donde era mucho más admirado, era una buena razón para no acercarse a él, porque como Slytherin iba a pensar por qué ese acercamiento tan repentino. Estaba un poco desilusionado de que Dumbledore no se acercara a él en este tiempo, el dejo que toda Hogwarts lo apunte como el responsable de todo, y lo era no lo iba a negar, el permitió todo eso, el dejo que esos niños sean petrificados y el mato a esos niños, como al profesor, pero lo que importaba es que todo Hogwarts pensaba que era un héroe.

Buenas tardes Harry – Una suave voz hizo que Harry mire hacia la entrada del ala médica, Dumbledore hacía acto de presencia, su tono de voz era tranquilo y un poco bajo, como si de un abuelo que veía a su nieto se tratase, un truco interesante para ganarse el cariño de un niño – Ah...regalos de tus admiradores – Dumbledore actuó como si no notara la cantidades de flores y dulces que había a su alrededor, mientras que Harry actuaba como si no estaba entiendo la situación – Veo que tu amigo Ronald, te ahorro la molestia de abrir tu rana de chocolate – Esa palabra casi provocó la risa de Harry que solo asintió, Ronald Weasley un amigo, como si eso fuera posible – No quiero molestarte mucho tiempo Harry...espero verte hoy en la cena.

No se preocupe director...pero si me disculpa quiero descansar un poco más – Harry sonrió, levemente, recibiendo solamente un gusto asentimiento del director, el hombre intentó usar legeremancia cuando lo miro a los ojos, pero Harry desvió su mirada fingiendo que iba a descansar nuevamente, aunque Harry tenía un pensamiento – El espectáculo aún no termino.

Cerró los ojos para fingir que estaba tratando de dormir, pero la verdad es que estaba planeando su siguiente movimientos, Dumbledore se quedó unos segundos mirando a Harry, pensó que iba a poder tener una conversación más larga, pero era entendible que el chico este agotado, según Pomfrey era un milagro que el chico estuviera con vida luego de recibir la mordida de un basilisco sin duda alguna un hecho histórico que para su mala suerte fue publicado en el diario el profeta y lastimosamente todo el mundo mágico, sabía que Harry Potter sobrevivió no solamente a una maldición asesina sino que también al veneno de basilisco. El no pudo hacer nada para impedir que la información salga a la luz, Amelia se le adelantó por mucho y lastimosamente la fama de Harry creció y los alumnos de Hogwarts ahora mismo iban a dejar por un tiempo de acusarlo ya que se enfrentó nuevamente a Voldemort y lo derrotó. Porque lastimosamente para él, la señorita Ginevra Weasley contó todo, contó que estaba siendo manipulada por Tom Riddle, a través de un diario maldito.

Amelia como una buena profesional, no comento nada sobre el control que sufrió la pequeña Weasley, sino que alteró el producto de lo que la señorita Weasley le dijo, es cierto que dijo que un alumno fue manipulado por Tom Riddle, alias Lord Voldemort lastimosamente, la persona lastimosamente que estaba siendo controlada por Tom escapó ya que estaba viendo su derrota luego de que Harry Potter matara al basilisco. Tenía que admitir que fue inteligente mentir de esa forma, y era algo que Albus agradece ya que así Harry iba a poder permanecer con los Weasley, era muy de su agrado que Amelia se diera cuenta que Harry tenía que permanecer en la madriguera donde él iba a poder observarlo y así poder guiarlo por el camino correcto.

Harry GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora