Capítulo 12

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Se actualizó el 30/05/2021 a las 16:45 Hora Paraguaya

El Castillo de Nurmengard un gran edificio ubicado en algún lugar de los Alpes en Austria, y que funcionó como un cuartel general para la Alianza, una asociación de brujas y magos sediciosos que siguieron al mago tenebroso Gellert Grindelwald a principios del siglo XX. Los fanáticos dedicados a la ideología de Grindelwald de la supremacía mágica, se referían a sí mismos como sus "acólitos". Su objetivo principal era exponer a la comunidad mágica mundial y provocar una guerra con la gente no mágica, con la intención de anular el Estatuto Internacional del Secreto Mágico y eventualmente forzar a la población no mágica en la esclavitud bajo su lema: "Por el bien de todos". Si bien muchos de los acólitos creían fervientemente en el mantra de la supremacía mágica de Grindelwald a toda costa, la mayoría eran simplemente brujas y magos jóvenes idealistas que fueron atrapados por el carisma y la manipulación del mago tenebroso. Fue construido originalmente por Gellert Grindelwald para encarcelar a sus oponentes, pero al final sirvió para aprisionar al mismo Grindelwald luego de su derrota en 1945. Grindelwald fue encarcelado en la celda más alta de la torre más alta de este lugar luego de ser derrotado por Albus Dumbledore.

Grindelwald es el único prisionero en este castillo, consistía de una cama dura y una manta fina, una pequeña ventana demasiado estrecha para que un hombre saliera, en el castillo había cinco magos sumamente capacitados que eran leal a Albus Dumbledore. Ellos eran encargados de la vigilancia y la alimentación del hombre. Pero él sabía que su final estaba cerca, sentía arrepentimiento por todo lo que hizo en el pasado, pero no había forma de poder remendar, cerró sus ojos antes de que dicha puerta de abra bruscamente por un hechizo, su verdugo ha llegado. El hombre es alto y delgado, con una gran cantidad pelo gris y barba larga y fibrosa, sus ojos son de un color brillante tono azul que parecía perforar el alma, el hombre dio unos pasos para ingresar a la celda ante la mirada débil de Grindelwald que no mostraba signos de miedo o algo frente al hombre que estaba frente a sus ojos.

Veo que logró convencerte – Grindelwald miró al hombre con una ligera sonrisa, el vio pero ni se inmuto, cuando se enteró de que este hombre estaba vivo ni siquiera pudo creerlo ya que el magnífico y honorable Albus Dumbledore dijo que lo había asesinado, todos creyeron eso, pero luego abrió los ojos, porque nunca mostró un cadáver, eso lo hizo venir a este lugar – acaba con esto rápido.

Me lo juro, lo juro por ella – La voz del hombro denotaba un enojo contenido durante mucho tiempo, hacia la persona que lo engaño nuevamente, fue engañado durante mucho tiempo, pensando que esta persona - Pero antes de matarte...quiero saber, de quién fue el hechizo, quien la mató.

Tú mismo sabes la respuesta de tu pregunta – Grindelwald usaba nuevamente ese tono manipulable al hablar, no iba a servirle iba a morir después de todo, pero este hombre vino hasta este lugar porque alguien lo envió, y él conocía perfectamente a ese alguien, porque lo vio – y también sabes porque sigo aquí – el hombre siguió mirándolo, no lo mataba porque deseaba algo más, era evidente –debe ser muy doloroso para ti, descubrir la verdad.

Para serte sincero, estoy aliviado, de descubrir la verdad – El hombre caminó hasta el borde de la cama y se sentó en lugar, Grindelwald estaba en el suelo después de todo, estaba sentado esperando el momento en la que su visitante conjure las palabras que acabarían con su vida - y tú debes saber el porqué, eres un vidente después de todo.

Por supuesto, por estuve esperando, se quién te envió aquí, se perfectamente que busca, se cómo actúa, porque fue entrenado para ser como yo – Grindelwald deseaba ver la reacción que tenía el hombre, era curiosidad, sabía que iba a morir, lo vio, pero no era un vidente que podía ver todo, solo los sucesos, no el desarrollo de tales sucesos, luego solamente dejaba que sus labios tomaran el control – Yo pude hacer lo mismo por ella, pero no me lo permitieron...el té prometió lo mismo, por eso te unirás a él.

Harry GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora