•《 48 》Cariño

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Estado: Ebria y confundida.

Mis ojos seguían observándolo desde el suelo, aún yacía sentada sobre el pasto debido al choque inesperado de nuestros cuerpos. Sin embargo, Jake se había mantenido en silencio, como si nuestro encuentro lo hubiese tomado por sorpresa y ahora no sabia que hacer o cómo reaccionar.

-¿Qué demonios haces aquí?- le solté más brusca de lo que pretendía en aquel momento.

-Yo...¿estas bien?- me tendió la mano al verme aún tirada en el suelo.

Lo ignoré y me levanté sola, no necesitaba su maldita ayuda.

-Te pregunté ¿qué haces aquí? Paris y tu no son precisamente amigos.- lo observe irritada.

No tenía ni idea de que hacia aquí, él y Paris se odiaban, dudaba mucho que mi mejor amiga haya siquiera pensado en invitarlo, es por eso que se me hacía tan sospechoso verlo aquí, deambulando como si nada. ¿A qué se supone que había venido?

-Un amigo me ha pedido que lo recoja en esta dirección, no sabia que era la casa de Paris.- se disculpó.

Parecía algo incómodo con la situación. Y probablemente yo también lo hubiera estado si no llevara en este momento tanto alcohol en mi sistema, de repente unos recuerdos invadieron mi mente, pero los aleje tan pronto como se hicieron presentes. «No necesitaba de esto ahora...».

-Pues ve por tu amigo, antes de que la mia te vea y te saque a patadas de aquí.- le grité mientras me encaminaba nuevamente hacia la entrada de la casa.

Esto lo tendría que saber mi mejor amiga a como dé lugar.

Me tambalee hasta adentrarme nuevamente entre el montón de personas y comencé a buscarla, Sin embargo, no hizo falta tanto esfuerzo dado que en seguida la vi bajando las escaleras rapidamente mientras corria por el lugar agitada, la alcance cuando paso por mi lado y la detuve un momento por el brazo.

-¿Qué sucede? ¿Por qué corres como loca?- me reí al verla de ese modo. 

De repente me olvide por completo de Jake White a causa estado de mi borrachera. No era una persona muy devota de mi interés en este momento así que ¿que más daba? ¿he?, a la mierda todo y que siga el desmadre como si nada hubiera pasado, ya mañana me encargaria de contárselo a Paris cuando estuviera más sobria y estable. 

-Se escapó.- ella soltó sin aire.- Abrí la puerta de mi habitación para revisar cómo estaba y...se escapó.- termino de relatar agitadamente.

En ese mismo instante no supe de qué mierda estaba hablando, escuchaba salir las palabras de su boca mientras sus labios seguían moviéndose frente a mi, pero no lograba entender absolutamente nada. ¿Quién se escapó? ¿De qué hablaba?, pero no me hizo falta abrir la boca para averiguarlo porque segundos después vi pasar rápidamente a una bola de pelos negra corriendo en dirección al patio trasero.

Tu eres la razón [Vol.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora