•《 32 》Desenfreno Máximo

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Viernes 06 de marzo

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Viernes 06 de marzo

9:30 a.m.

Habían pasado exactamente cuatro días desde el horrible primer día de clases que había tenido.

Paris seguía sin hablarme.

Y Noah parecía determinado a pasar de mí después de nuestro encuentro en el armario del conserje.

El único que parecía estar interesado en entablar una conversación conmigo era Jake White. «Idiota».

Y era la última persona con la cual yo quería hablar.

Lina y Fhon por su parte no sabían qué hacer. Cada vez que yo entraba al mismo espacio en donde Paris estaba, ella simplemente se alejaba silenciosamente.

Así que el día de hoy decidí evadir a todo el mundo para tratar de encontrar un poco de paz mental dentro de todo esto y para así tampoco obligar a las chicas a ponerse en una situación incómoda con respecto a con quien estar o sentarse en el almuerzo.

Sabía que si yo estaba sola, estaría mucho más centrada y tranquila. Me había convertido en una chica bastante independiente desde la muerte de mi madre, así que, un poco de soledad no me afectaba en nada, de hecho hasta creo que lo disfrutaba. Por otro lado, a mi mejor amiga si que le afectaba aquello. Paris es de las personas que no le gusta estar sola. La abruma la soledad y la hace sentirse desechable. Es una chica bastante dependiente de las personas por las cuales se rodea. Es por eso que ella y yo jamás nos hemos separado desde el día en el que nos conocimos.

Y estoy bastante segura que una absurda pelea o mal entendido jamás va a lograr arruinar lo que con años hemos ido construyendo juntas.

Termine de realizar los cálculos en el laboratorio de química justo cuando la clase dio por finalizada al sonar el timbre.

-Muy bien chicos, no se olviden que la próxima semana comenzaremos con los primeros trabajos, los quiero activos para entonces.- exclamó la maestra antes de dejarnos salir por completo del lugar.

Me encaminé pesadamente por los pasillos mientras arrastraba mis pies en el transcurso del camino.

«De nuevo mis tobillos habían comenzado a doler y de la nada se encontraban algo hinchados».

¿A que se deberá?

Me lo había preguntado un millón de veces. Sin embargo, nadie podía lograr decirme nada al respecto. «Es solo cansancio o sobre exigencia». Decía el médico que fui a ver en el verano.

Pero ahora que lo analizaba mejor. Nada de aquello tenía sentido. O sea, en el verano, lo aceptaba completamente, ya que, siempre andaba de aquí para allá debido a los trabajos y los dobles turnos que tenía.

Pero ¿Y ahora qué?

No es que hiciera mucho. Pasaba la mayor parte del tiempo en el instituto estudiando y por las tardes me tocaba hacer turno en McDonald 's, pero aún así, no era mucha la exigencia física que hacía durante la semana.

Tu eres la razón [Vol.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora