•《 22 》Desenfreno 2.0

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Suspire con cierta pesadez

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Suspire con cierta pesadez.

Mis pies habían decidido echar raíces de un momento a otro frente a la imagen del chico de ojos azules, no moví ni un solo músculo a la vez que observaba como Noah se acercaba extrañamente en nuestra dirección con despreocupación y algo de aburrimiento.

Demonios, jamás en la vida lo había visto sin camiseta y debo de decir que se veía 

Jodi.

damente.

bueno.

Y la verdad es que me sorprendía bastante lo trabajado que se encontraban sus brazos y abdomen, ya que, no es que participara mucho de las actividades deportivas en el instituto, de hecho creo que jamás lo había visto pisar el gimnasio del recinto escolar.

Ni siquiera lo veía como un chico que practicara deportes o se ejercitara. Según yo era una persona más de libros y esas cosas puesto que siempre lo veía con uno en la mano. «Agreguemos a la lista otras de las cosas que desconocía completamente de Noah Baker».

«¡Mierda! jodidos brazos de Hulk». Me deleité con la vista con cierto disimulo.

O sea, ayer había sentido parte de esos enormes brazos al estar en la playa mientras nos besábamos inesperadamente, también recuerdo como me apretó el culo con esas increíbles manos que sostenían ahora mismo ese estúpido vaso rojo.

«Joder como quisiera ser el puto vaso entre sus manos».

Como me gustaría tocar esa espalda bien trabajada, pasar mis manos por sobre esos pectorales que a la luz del sol se veían tan apetecibles, descender por su abdomen y luego...

Piensa en la biblia Madeleine.

«Demonios ¿En que jodido trato quede? no más Noah Baker, ni ahora, ni nunca».

-¿Mady?- Fhon Chasqueo sus dedos en frente de mi cara.

Parpadeé varias veces embelesada y volví a la realidad.

«Joder... ¡qué puta vergüenza!».

Para cuando logre despabilarme del todo, me di cuenta de que unos ojos azules me observaban con el ceño fruncido mientras Fhon Baker sonreía con diversión mientras observaba mi rostro.

-¿Si?- la observe con fingida tranquilidad.

-Te decía que el sol está comenzando a bajar. ¡Vamos!- me sujetó del brazo y me arrastro por un camino de tierra devolviéndonos por donde había venido.- Haremos una fogata en una cabaña cerca de aquí, solo seremos unos pocos y quiero que vengas conmigo.

-Espera, primero debo de encontrar a alguien.- me detuve en seco al recordar a mi mejor amiga.

«No tenía ni idea de en donde se había metido París, lo único que sabía es que había ido sola detrás de Logan por razones que hasta el momento desconocía y aquello había sido suficiente para pensar en ir por ella y traerla de las mechas».

Tu eres la razón [Vol.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora