Tu eres la razón [Vol.1]

•《 21 》¿Fhon Baker?

Me encontraba en mi habitación recostada en el suelo boca arriba, con la vista fija en el techo pintado de color blanco. Mi cuerpo estaba presente en el espacio de la habitación, sin embargo, mi mente se encontraba completamente fuera de ese lugar.

Habían pasado alrededor de 4 horas desde que Lidia Fhotsh y su esposo Tom Stevens me habían asaltado de forma desprevenida en la sala de estar para hablar sobre lo que había sucedido la noche anterior.

Claramente Holly y Mía al llegar a la casa unas 8 horas antes que yo, subieron corriendo a la habitación de sus padres y le relataron lo sucedido, con lujos, mentiras y detalles. Haciéndome ver como la villana de la historia una vez más. Mis tíos me regañaron obviamente por el "inapropiado" comportamiento que según ellos yo había tenido con respecto a sus hijas. E incluso Tom Stevens mencionó algo que me dejó completamente descolocada y muy enfadada, citare las palabras que él me dijo exactamente. «"Yo no te crié como una vulgar y maleducada muchacha que se agarra a golpes con las demás personas."»

Literal, esa fue la gota que derramó el vaso.

En primer lugar, él ni siquiera "me crió", fue mamá, ella lo hizo a la perfección a base de mucho esfuerzo, sudor y lágrimas, y el hecho de que lleve viviendo 4 años con esta horrible familia no quiere decir que se me hayan pegado todas sus horribles y denigrantes malas costumbres.

De hecho, estoy completamente segura de que, si mamá aún viviera, ella estaría algo enfada por haber golpeado a una persona en primer lugar, dado que esas no son las enseñanzas que ella me había inculcado a lo largo de los años, pero también en el fondo se que hubiera estado a su modo, muy orgullosa de mí por no dejarme pisotear y ser denigrada de esa forma por aquellas personas que se hacen llamar "Familia". Recuerdo que, luego de que Tom Stevens dijera algo como eso, ni siquiera me moleste en responderle, simplemente salí de allí y subí hasta mi habitación, mis tobillos aun dolían demasiado, lo que me dificultaba un poco el caminar y mi respiración se había vuelto demasiado sonora y acelerada, sentía que me faltaba el aire, le eche llave a la puerta y me tire en el suelo boca arriba a observar el techo para tratar de disipar un poco la rabia que estaba sintiendo en estos momentos y así también poder calmar con ello mi respiración. Lo último que escuche de aquel hombre era que estaba castigada y tenía prohibido volver a pelearme con alguien, y con ello se refería específicamente a las serpientes que tenía por hijas, además de que tampoco podría salir de casa los fines de semana.

«Pobre. ¿Se cree que tiene derecho alguno de decirme que debo hacer? le demostraré lo equivocado que está».

«Y pensar que nos estábamos empezando a llevar tan bien, pues todo eso lastimosamente se acaba de terminar el día de hoy».

Tras haber pasado exactamente 4 horas recostada sobre el suelo observando el techo, decido por fin levantarme de este. Al hacerlo me doy cuenta de que mi respiración sigue siendo demasiado sonora, ya que, aun trataba de respirar con normalidad por mi propia cuenta, sin embargo, no lograba conseguirlo. Asustada me acerqué hasta la ventana y la abrí.