•《 11 》La cabaña en el bosque

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Luego de que Julián me trajera hasta el trabajo

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Luego de que Julián me trajera hasta el trabajo. Antes de bajarme del auto, le agradecí un millón de veces por el increíble gesto que había tenido conmigo para luego despedirme de él rápidamente. Al entrar al local familiar de comida rápida, me dispuse casi al instante a comenzar con mi trabajo. Durante el transcurso de este, me di cuenta de que, en este turno en particular, no había mucha gente rondando el lugar tan en exceso como se acostumbraba diariamente, así que, por lo tanto, se podría decir que la tarde y la noche estuvieron relativamente calmadas.

Luego de que me hubiera pasado casi las siete horas que duraban mis turnos aproximadamente distraída por todo el lugar, en las cuales no hice más que equivocarme con casi todos los pedidos de los clientes, fui regañada como cuatro veces consecutivas por el gerente del local a causa de eso. Sin embargo, ninguno de aquellos regaños me detuvo a disfrutar nuevamente en la hora de colación la comida de los pedidos que yo había estropeado, en los cuales Gabriel y Julia me alentaban en reiteradas ocasiones a equivocarme más veces, ya que, querían más comida gratis a lo que les respondí sacándoles el dedo de al medio un par de veces consecutivas. «Joder que pesados eran». Pero la verdad era que reconocía totalmente el hecho de que estaba completamente distraída el día de hoy, y lo peor de todo era que muchas otras personas lo habían notado también aparte de mí.

Después de acabar mi turno alrededor de las 12:30 a.m. dado que, me dejaron irme media hora antes por las equivocaciones que había cometido y prometiendo estar al 100 % al día siguiente sin quejas de nada. Salí rumbo a la dirección que me había enviado Noah. 《Stone Street.》 Volví a leer en la pantalla y puse la dirección en Google maps para saber más o menos en donde tenía que adentrarme de forma involuntaria a tales horas de la noche.

Minutos después la aplicación me mostró la dirección exacta y la distancia a la cual se encontraba. «Joder». El lugar quedaba bastante lejos del centro, se ubicaba casi saliendo de la ciudad. Maldije en mis adentros cuando recordé que solo había cogido la USB. Dejando aún tirado en el suelo el polerón negro del chico de ojos azules.

«Maldita sea... espero que solo quiera la USB con urgencia y no el polerón».

Aunque, de todas formas ¿Por qué demonios estoy corriendo a llevarle lo que me pide? ni que fuera su criada. Fruncí el ceño al darme cuenta de lo que estaba haciendo. «Si tanto quiere sus preciadas cosas debió de haber venido él por ellas ¿No?». Rodee los ojos ¿Por qué demonios seguía siendo tan tonta? Pasan los años y sin embargo, aún no termino de aprender las cosas. Es por eso que siempre termino metida en problemas.

Resignada, llamé a un taxi para que me trasladara hasta el lugar, dado que el autobús no llegaba hasta tales extremos de la ciudad. En el momento en el que le di la dirección al conductor este se me quedó mirando de forma extraña. Fruncí el ceño. «¿A qué se debía eso caballero?».

-Está segura de que ¿es allí a dónde quiere ir?- preguntó mirándome por el retrovisor. Yo por mi parte no muy convencida de lo que estaba haciendo asentí lentamente con la cabeza.

Tu eres la razón [Vol.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora