•《 18 》Descontrol

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Veinte minutos después

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Veinte minutos después.

Joder ¿Quién lo entendía?

Primero me dice que deje de crear cosas en donde realmente no las hay y que lo deje en paz. Para luego molestarse y poco y nada raptarme en contra de mi voluntad por ¿los inesperados pero impresionantes abdominales que poseía mi compañero de trabajo? o ¿fue por mi boca suelta con comentarios halagando su cuerpo?

Ya ni siquiera lograba comprender absolutamente nada. Y ni ganas tenía de intentarlo con lo mareada que me encontraba en este instante, cabe destacar.

En este momento nada tenía sentido para mí, el alcohol había logrado adormecer la parte pensante de mi cerebro, dejándome totalmente nula ante tal situación. Lo de Julián realmente me sorprendió, pero somos amigos y me la paso realmente bien con él, es casi como mi hermano de trabajo se podría decir, jamás podría intentar tener algo con él. Aunque estoy lo bastante soltera como para intentarlo con cualquier otra persona que considere apropiada o simplemente me llame la atención y ya.

Sin embargo, el espécimen que aún me seguía cargando en su hombro no tenía ningún derecho a entrometerse de la nada en eso. Es algo que no le concierne y lo dejó bastante claro hace minutos atrás. No sé ¿por qué actúa de esta forma ahora?

Lo único que hace es confundirme más cuando estoy ebria.

«Bipolar de mierda».

Sus palabras anteriores me dolieron. No lo quise demostrar frente a él por orgullo y la poca dignidad que me quedaba. Sin embargo, lo habían hecho y me sentía realmente estúpida por ello. Por eso dije lo que dije en voz alta, aunque tal vez no me detuve a pensarlo bien, quizás si fue para picarlo un poco, porque era mentira que me había olvidado por un segundo que el seguía a mi lado, jamás podría olvidar algo como eso, es solo que no creí que iba a reacción de esa forma. Pensé que solo me ignoraría y se alejaría de mí, pero la realidad fue bastante inusual.

-¡Noah basta, ya fue suficiente!- patalee al ver que llevaba bastante tiempo en esa posición.

Él hizo caso omiso a mi comentario, como de costumbre durante los pasados veinte minutos. De repente siento como por fin soy depositada sobre el suelo segundos después, la arena estaba algo fría, era una sensación bastante agradable.

-¿En dónde demonios estamos?- le pregunté saliendo de mi embelesamiento por la sensación de la arena en mis pies.

Estaba algo desorientada por la batalla de todo el trayecto. Sin duda, aún seguíamos en la playa, pero ya no se oía el intenso ruido proveniente de la fiesta, ahora solo se escuchaba de forma vaga, como si nos hubiéramos alejado lo suficiente de allí como para no oírlo más.

-En la playa.-zanjó lo obvio.

Segundos después, observe cómo caminó unos metros más allá y se sentó sobre una enorme y plana roca que se encontraba en la orilla del mar, el agua golpeaba está de vez en cuando de forma leve, vi como fruncía el ceño y dejó salir un largo suspiro cargado de frustración.

Tu eres la razón [Vol.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora