Evento en el Malta

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-Esto es de lo más repentino -dijo Angelo con una amplia sonrisa- Creo que los del Malta hemos desarrollado en las últimas semanas una debilidad por los matrimonios apresurados jajaja.

Caroline estaba abrazando a Candy de nuevo con los ojos llenos de lágrimas.

-Me alegro muchísimo por ustedes -dijo-Siempre soñé con esto y no imaginé que sucedería tan pronto. Hay que comenzar con los planes para la boda.

Son perfectos el uno para el otro. Son lo bastante valientes e impulsivos como para desafiar y vencer las adversidades que tengan que enfrentar. Solo un consejo les doy, no se dobleguen ni aplasten sus espíritus, no se
deberán esclavizar el uno con el otro. -les expuso el Doctor Merabella.

Y entonces llegó el turno de Hans, quien no había pronunciado palabra. Miro a Candy y le tomó su mano. Y aunque Candy era consciente, de que no habían hablado de ello, sabía que no hubiera podido negarse, pues sabía que ese hecho era lo que el rubio más deseaba en su vida.

- ¡Dr Angelo!- También ella lo abrazó. Su queridísimo jefe, el mejor que podía tener. Definitivamente después de Salvatore, el cirujano era el hombre más importante para ella.

...

La noche previa a su boda Candy no durmió, veía y tocaba su anillo de compromiso, éste rodeaba su dedo como una cadena pesada.

¿Cómo iba a sobrevivir a ese día y esa noche y los demás que seguirían? ¿Qué pasaría si por un milagro Hans llegara a reclamarla y se diera cuenta de que no lo amaba?
Intentó imaginarse a solas con él e ineludiblemente llegaba el llanto, pues aún recordaba las palabras de él: "en nuestra noche de bodas todo será perfecto tal como tú mereces". Y de la misma manera en su mente resonaba el voto de confianza que le dio a su relación, así como la petición a ya no más dolor.

Las horas pasaban y todo su sencillo ajuar seguía en el mismo lugar, las joyas sobre el tocador, el vestido sobre la cama, y las finas zapatillas de satén acomodadas en el piso.

...

¡Vamos, apresúrate, todavía debes tomar tu baño! -la apresuraron tanto Soledad como Caroline.

Después de varias horas y de tanto presionar las chicas vieron finalizado su trabajo

- ¡Dios mío! - exclamó Soledad, ¡Estás preciosa
Candy!

-Wow Amiga! Nunca había visto una novia tan bella... con tanta elegancia, sin dudar eres la novia perfecta -expresó Caroline.

Ya vestida y a solas, Candy daba vueltas en su habitación con el ramo de flores en mano. Aún no tenía el valor suficiente para presentarse en la habitación. Seguía en sus cavilaciones cuando el doctor Angelo ingresó a su habitación.

-¡Gracias Candy!

-Yo...

-Cumplir con el deseo de un hombre tan honorable como lo es Hans, antes de morir, es un acto de demasiada bondad, algo que siempre esperé de ti Candy.

-No creo que... puede ser que...

-Lo siento Candy, la infección no ha cedido, la cirugía fue un éxito rotundo pero no contamos con ninguna medicina que contrarreste aquella infección, lamentablemente no le hemos dado más de una semana.
Pero vamos, no quiero que él vea una novia afligida, sonríe, es su último deseo, por favor Candy te espero en cinco minutos... estaré afuera

-Candy una vez más se miró en el espejo se volvió a retocar algo de maquillaje y sonrío, sonrío, tenía que hacerlo ¡con todo el corazón!, Hans se lo merecía, después de leer aquella carta que le había pedido que la leyera después de su muerte y de lo cual ella no le había obedecido de hacerlo, supo que Hans era el gran hombre que aparentaba ser.

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