Reencuentro en el vértice

Hospital de Quedlingburg 3

-¡Disparos!

-¡Se oyeron varios disparos!

Apenas dejaron de escucharse los disparos, reuní fuerzas para levantarme y correr hacia dónde había escuchado aquellos disparos...
Había un cuerpo tirado cerca de la puerta principal, era una enfermera.

Corrí hasta donde estaba aquella enfermera.

Me detuve al escuchar más disparos.

Siete disparos más se hicieron escuchar, cada una en distintas partes de su cuerpo pero ninguna de ellos era mortal.

Ella yacía en el suelo agonizando, y yo estaba a su lado sujetándola de su mano.
Su sangre cada vez más manchaba el suelo.
Era de un color rojo negruzco, como si se estuviera pudriendo.

Entonces si era verdad.

Habían experimentado con ella... y podría ser una de las causas de su muerte, si no le hubieran disparado, empezó a ahogarse con su propia sangre, y un poco de esta empezó a caer por las comisuras de su boca.

La miré de nuevo a los ojos, y solo vi la muerte reflejada en ellos.

Fue entonces cuando entendí que no habría una solución, justo en ese momento ella sujetó mi muñeca con fuerza. Aún se aferraba a la vida, aun si su respiración se había vuelto torpe y lenta. Me iba a despedir de ella, sin embargo algo me lo impidió.

Había olvidado de la presencia de ambos soldados.

Uno de ellos había llegado a nuestro lado cargando una pesada roca, cual la dejó caer encima de la cabeza de la enfermera.

Ahogué un grito.

Mucha sangre oscura esparcida por casi todo el lugar y encima de mí. Era demasiado horrible ver aquella escena.

Grité al verme manchada con sangre que no era mía, y el olor. El olor era putrefacto. El asco no duró mucho, puesto que uno de los soldados me golpeó con el rifle en rostro.
Todo se volvió oscuro, pero aún se podía oler la sangre.

Me desperté varias horas después dentro de la instalación de enfermeras.
Por un momento pensé que todo fue una pesadilla, pero luego sentí un ligero ardor a la altura de mi boca. Me miré en el reflejo de un espejo roto y pude notar que me habían roto el labio. ¿pero quién me había cambiado de ropa? Fue en ese momento que apareció Greta a mi lado. Yo la miré con los ojos húmedos por las lágrimas.

- Está muerta -Dijo Greta fríamente- Vi su cuerpo mientras lo sacaban a rastras. Fue algo nauseabundo.

-Por mi culpa la mataron

-Los soldados la mataron, quizás intentó escapar aunque si has ayudado en su muerte indirectamente las palabras eran indiferentes cuando salían de sus labios.

- Sí solo no hubiera salido, tal vez seguiría viva

- Alégrate que sigues con vida, a ella no le quedaba más.

Me volví a acostar, pero aun así no pude dormir. No paraba de pensar en todo lo que sucedió. Me miré en el espejo para ver mi herida en el labio. Hice un poco de presión en esta y saboreé mi sangre, estaba dulce y amarga.

Eran ya las 21:00 cuando me levanté y salí de la instalación.

Tenía muchas ideas en mi cabeza que no podía procesar, me sentía demasiado mal desde aquel incidente, no podía borrar la imagen de aquella enfermera con esa piedra sobre su cabeza.
Camine torpemente por los caminos solitarios, aun así me sentía mareada.

En medio de oscuridad me encontré de nuevo con Hawthorne. Al principio me dio miedo al no saber quién era, porque a esas horas estaba prohibido salir. Me dio tranquilidad verlo. Él se acercó a mí, y me jaló hacia un lugar más "seguro".

- ¿Qué haces aquí? ¿Estás loca? -Pude percibir un poco de enojo en su voz.- ¿No tienes un poco de miedo de salir en estas áreas, podrías morir si te encuentras con otro tipo de soldado?

- ¿miedo? - Repetí con gracia.- Ya tengo mucho de esas

- ¿ Y a la muerte?

- En estos momento suena tan adorable la idea de morir y salir de este lugar -Vi como las facciones de Hawthorne se tensaron tras escuchar mis palabras.

- No estarás pensando en... -Su garganta se hizo un nudo.

-¡Escapar!

-Por un momento pensé que pensabas suicidarte aunque esa idea creo que nos ha rondado en la cabeza de todos últimamente, Ya me parecía extraño que no llegue a meterse en la tuya...
Pero sabes muy bien desde que ingresaste ya no puedes salir de aquí hasta que termine la guerra...

- ¿Greta, qué haces aquí? -Pregunté al notar su presencia. Aun en climas terribles, ella permanecía en ese lugar hasta altas horas de la noche.

Me dijeron que regresara rápidamente

¿Por qué?

- Ni id...

No pudo acabar la oración. Algo explotó y muchas cosas empezaron a derrumbarse.

Busqué con la mirada a Hawthorne que agarró mi mano llevándome corriendo a escondernos una vez se escuchó la explosión.

-Correr...

Miré de nuevo a Greta... ¡Corre! Le grité.

Se miraban claramente a pesar de la noche,
los aviones volando bajo, doctores y enfermeras corriendo cruzándose los unos con los otros... Uno de los soldados abrió la puerta grande y todos empezaron a salir.

¡Era mi oportunidad!

Y Corrí...

Corrí

Corrí hasta la calle más lejana y me tope con mucha gente que hacía lo mismo...

Seguí corriendo...

Empecé a ver a muchos que empezaron a caer al piso como si alguna cosa los hubiera golpeado...

y hubo otra segunda explosión, esta vez más cerca que el anterior. Muchas piedras, esquirlas, escombros salieron volando hacia todos lados...

Uno de ellos colisionó con mi cabeza y de repente todo se volvió oscuro.