Reality | HxH

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"¿Y AHORA QUÉ?"

—¿Qué es esto?—Preguntó Hana viendo a todas esas personas que la secuestraron ayer en la sala de su casa.

Apenas y estaba saliendo de su habitación con su pijama rosa, su cabello echo un desastre, lista para desayunar.

—¡Hana! Tu mamá es muy linda. —Gon le sonrió.

Por supuesto que mi madre sería linda con Gon.

Hana abrió sus ojos castaños y observó a las personas en su sala de estar, Gon, Killua, Kalluto y Alluka estaban junto a su madre, Hisoka e Illumi detrás de ella y su papá conversaba con Leorio y Kurapika.

—¿Por qué no nos contaste que hiciste amigos tan peculiares Flor? —Preguntó su madre con una sonrisa, ya parecia qué no recordaba que no había dormido en la casa el día anterior.

¿Con qué han comprado a su mamá?

—Hasta trajeron toppers, mira que lindos son. —Catalina señaló las cajas en el desayunador, que si eran todo el sueño de una señora.

—Iba a hacerlo...—Dijo no muy convencida avanzando hacia la cocina.

—También tengo algo para tí Hana.—Le dijo el policía corrupto.

Illumi entonces le dio una caja y ella confundida también la abrió, se sorprendió al ver la figura de hace semanas que quería comprar y al final terminó comprando la de su solecito.

—Es genial, pero extraño qué seas tu quien me lo de...—Musitó entrecerrando los ojos. —Lo acepto, pero me ofende mucho.

—Ay mira Hana  conoce tus gustos raros. —Su madre le sonrió.

Hana rodó los ojos, si supieras mamá.

—No son raros, venga Catalina si hasta te gusto ese tal Rengoku. —Le dijo su padre, tenía el uniforme del taller muestra qué ha estado trabajando desde la mañana.

—Es que ese hombre es un solecito. —Se justificó su madre cruzandose de brazos. 

—¿Puedo hablar con ellos? —Preguntó Hana tocando su frente. —A solas...

—¿Quiéren ver fotos de Flor de niña? —Preguntó su madre a sus amigos ignorando lo que pidió.

—Mamá...—Se quejó Hana acercandose a su madre. —Voy a limpiar durante dos semanas...

—Que sean seis. —Negoció Catalina.

—Tres. —Sumó ella.

—Cuatro. —Dijio su madre. —Y no pienso bajarme, claramente tú estas en desventaja cariño.

Hana puso los ojos en blanco. —Esta bien, hazlo cuatro semanas. 

—Bien bien. —Murmuró su madre satisfecha y al sentir la insistente mirada de su hija. Su mamá finalmente asintió y al ver que su padre no tenia ni una intención de salir Catalina lo arrastró jalando lo de la oreja. 

—Ay ay... ¡Ya voy! —Se quejó su padre y finalmente ambos salieron, probablemente bajaron al taller.

Ahora con sus padres fuera miró a los nuevos inquilinos en su casa.

—Tus papás son agradables. —Kurapika sonrió viendo la puerta por donde ambos se habían ido.

—Siempre se preocupan por mi, a veces demasiado.—Aceptó ella sonriendo de lado, ama a su familia, aun a pesar de todas las peleas y conflictos que pueden llegar a causar.