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Hana sabía que gracias a Pouf que hizo la llamada a Pitou para decirle que Komugi estaba ahora a salvo, le dio rienda suelta para pelear con Gon así que debía encargarse de él primero.
—Tenemos que cortar todas las líneas telefónicas. —Dijo ella mirando a sus compañeros. —Y cuidar de Komugi, es la única persona que puede calmar al Rey.
Pero Hana había olvidado un detalle y ese era el hecho que nunca podría detener a Pouf de proteger a su Rey.
—Bien, Ikalgo y yo nos encargaremos de eso. —Dijo Knuckle.
—Palm, quiero que vigiles de cerca a Gon. —Dijo mirando a la castaña. —Se que nuestras habilidades son parecidas pero creo que tu eres mejor en esto.
—Melereon, quiero que me ayudes a ocultar a Komugi. —Dijo viendo a la chica de cabello largo en sus manos. —Killua ayudabame buscar un tablero de Gungi, debe de estar por aquí...
Todos se dividieron el trabajo y se separaron para hacer lo que ella había ordenado, y Hana pensó que ya estaba preparado para crear un cartel de narcotraficantes, solo le hacía falta saber cosechar.
Gracias a su distracción casi moría a manos de una de las copias de Pouf, que no sabia que seguían aquí.
Fue lo suficientemente rápida para esquivar el ataque pero resultó en que su brazo izquierdo recibiera un gran corte.
Decir que ya se recuperó de las heridas de su anterior combate y que no le había dolido sería mentir.
—¡¿Qué demonios?! —Hana saco su pistola.
—¿Donde esta la mujer? —Preguntó.
—Que te importa. —Le contestó enojada. —Está escondida en un lugar que no podrás encontrarla.
Hana sonrió para si misma sabiendo que Melereon podría esconderla perfectamente sin qué los clones de Pouf la encuentren.
El rubio le dirigió una mirada llena de furia, pero parecía que lo necesitaban en otro lado porque simplemente huyó volando.
—Claro vete y dejame herida. —Hana masculló algunos insultos a todas las hormigas quimera exceptuando a sus amigos. —¿Por qué tenían que ser insectos?
🌸🌸🌸
Mientras tanto Gon y Pitou llegaron a Peijing, gracias a los agudos sentidos de Pitou logró escuchar la llamada en su teléfono, era una hormiga que trabajaba para ellos y la voz de Komugi fue inconfundible, bien lo único que la tenía atada de manos era la chica, ahora podía matar al chico que era una amenaza latente para el Rey.
Llegaron a una habitación donde estaba Kite en una cama.—Ahora lo recuerdo, no hay nada que pueda hacer por él. —Dijo Neferpitou mirando al peliplateado en una cama conectado a unas máquinas.
