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Antes de que se diera cuenta Gon y Killua ya se habían encontrado con Kite.
Debía empezar a mover sus cartas, antes de siquiera poner un pie fuera de la mansión Illumi estaba en la entrada.
—¿A donde vas?
—Tengo un trabajo de cazador. —Illumi alzó una ceja.—Sigo siendo una.
—Entonces iré contigo. —Musitó con una sonrisa.—También soy un cazador.
Hana chasqueó la lengua, no era un trabajo de cazador como tal, e Illumi no le permitiría hacer lo que tenía en mente.
El asunto de las hormigas quimeras no era problema de los Zoldyck por lo tanto no les interesaría intervenir, a menos que sean contratados para resolverlo.
Hana tampoco se involucraría de no ser por Gon y Killua, malditos protagonistas que corren al peligro, pensó casi llorando.
La asociación de cazadores de hecho seria contratada en unos días más, pero todo con el fin de que si todo fracasaba culpar a la asociación.
—Illumi tienes un encargo, no puedes acompañarla. —Dijo el anciano Zeno.
A lo dicho el azabache chasqueó la lengua.
Hana sonrió como si hubiese ganado y decidió que era lo mejor salir ahora antes de que hubiera algo que la detuviera.
—Entonces entre antes me vaya, más rápido volveré. —Canturreó Hana.
Illumi se hizo a un lado dejando su paso libre y antes de irse dejó un beso en la mejilla del azabache en modo de agradecimiento.
Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar.
Lo último que vio fue a Mike pasear por el enorme jardín y ella prefería mil veces un enorme perro a insectos enormes.
🌸🌸🌸
Fuera de la mansión se encontró con Menchi, quien ya la estaba esperando desde hace minutos.
—Así que no bromeabas con eso de estar en la Mansión Zoldyck. —La peliaqua observó las grandes puertas impresionada.
—¿No me creías? —Preguntó alzando una ceja.
—Planeaba hacerte pagar por mi boleto por hacerme venir hasta aquí. —Dijo con simpleza Menchi.
Hana se río. —Ha sido un tiempo sin verte Menchi.
—Me sorprendió que llamaras, terminas tu entrenamiento y ya te olvidas de nosotros. —Se quejó Menchi pegándole en el hombro.
Hana sonrió culpable de no haberse contactado más con su amiga, en realidad ella le ayudó mucho para adaptarse a este mundo.
—¿Y? ¿Qué planeas hacer en NGL? Sabes que es un país donde no se acepta la tecnología. —Preguntó mientras se subían al auto.
