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Rina estaba lista para comprar a su amiga Hana, no por nada tenía su mochila llena de barras de chocolate.
Hana en cambio estaba bastante concentrada en el trabajo de hoy, Kei descansaba ese día y solo estaban su padre y ella en el taller.
—¿Qué con esa sonrisa? —Preguntó la castaña cuando la divisó en la entrada del taller.
—Querida Hana, se que eres una gran persona. —Empezó Rina y la castaña ya sabía que venía a pedirle algo.
—¿Qué quieres?—Preguntó Hana poniendo más atención en la pieza que estaba limpiando.
—¡Hola Rina! —Saludó mi padre a mi amiga. —Anda Hana no seas grosera con tu amiga e invitale algo de tomar, anda ahí siéntate como en tu casa.
La castaña puso los ojos en blanco ante la amabilidad de su padre hacia Rina, así siempre ha sido con todos sus amigos qué venían a su hogar.
La azabache sonrío agradecida, e internamente pensó que tenia el apoyo del padre de Hana.
—Gracias señor Antonio...—Agradeció Rina acercándose a la castaña.—Cómo iba diciendo, quería invitar a Hana a una salida al café.
Hana alzó una ceja no creyendo las palabras de su amiga.
—No veo porque no puede salir.
—Aún no termino con esto. —Hana Señaló su trabajo. —No puedo simplemente irme.
—Ay no te preocupes Flor, yo me ocupo de eso. —Su padre casi la corre. —Ve a Alistarte.
Hana dejó sus cosas y finalmente le hizo una seña a Rina para subir a su habitación, se alistara para salir pero aún había algo que Rina quería.
—Bien, ¿Qué es lo que quieres? —Preguntó cuando estaban solas en su habitación y empezaba a buscar ropa que ponerse.
Solo por obra de su madre tenía su cuarto ordenado, de no ser así seria un enorme desastre.
—Perdónpormeterteebesto. —Habló rápidamente casi imposible de entenderle. —Perotepusecomounacitadoble ¡Tengo chocolates!
Hana se quedó en blanco por el montón de chocolate qué salio de la bolsa de Rina.
—¿Aceptas? —Preguntó por el silencio de su amiga.
Ella entrecerró los ojos, lo único que había entendido era cita doble y el chocolate.
—Bien aceptaré, pero no por el chocolate... somos amigas solo tenias que pedirlo. —Rina sabía perfectamente qué solo era por el chocolate, pero dejaría que Hana pensara lo contrario.
🌸🌸🌸
Lo hago por el chocolate, lo hago por el chocolate, se repetía varias veces en su mente Hana cuando estaban conversando con la cita de Rina.
