El Ángel que bailaba con el Diablo 2: Recuerdos en el Infierno

Promesas...: capítulo 1

El Ángel que bailaba con el Diablo: Promesas... 💕

🐚Capítulo 1

Cuando Luann apenas había llegado a manos de Hazar, varios eventos sacudieron las vidas de algunos de sus hermanos al mismo tiempo..

- Señor Kalir... ¿Qué está haciendo? - preguntó Ratja al ver como, por primera vez, el Diablo cepillaba las escamas de Silver.

- Matando el tiempo, Firinea no me deja jugar con mi hijo y ese enano maldito de Bastian hace semana que no viene, estoy aburrido.

- ¿Otra vez peleó con la Señora Firinea?

- ¿Pelear? Sabes perfectamente que no puedo oponerme a nada de lo que ella decida, ya que si no lo hago por las buenas me obligará con su poder - soltó molesto.

- Señor Kalir, la señora sólo está cuidando la seguridad del Príncipe Gáleon, apenas va a cumplir un año y usted tiene un concepto peligroso de la diversión...

- Lo sé pero aún así me aburro.

- Si tan aburrido está ¿Por qué no termina con todo el trabajo pendiente que tiene en su sala personal? - sugirió.

- ¿Te estás burlando de mi? Te estoy diciendo que estoy aburrido y quieres que me encierre por propia voluntad en una habitación a leer cientos de papeles.

- En realidad ni siquiera tiene que leerlos, la señora ya lo hizo por usted, sólo tiene que firmarlos...

- Es igual, apenas inicia el día y no voy pudrirme atrapado dentro de cuatro paredes, aún hay tiempo para entregar los documentos.

- Ahh - suspiró Ratja - ya puedo escuchar los retos de la señora porque usted deja todo para último momento...

- Ya, ya, en vista de que ese enano ingrato tampoco vendrá hoy me llevaré está bestia a hacer algo de ejercicio - dijo y subió al dragón - Si me necesitan estaré por ahí - terminó y se marchó volando sobre Silver cuyo agitar de sus alas dejó un desastre en el jardín del Palacio.

- Ash... el Señor siempre tan descuidado... sólo imploro a mis ancestros que el príncipe Gáleon se parezca más a su madre... ya estoy viejo para correr detrás de un segundo Diablo... - suspiró resignado el sirviente.

Kalir sobrevoló el Reino en busca de algo con qué entretenerse pero debía reconocer que ya no le divertía ser un lobo solitario, pasar tiempo con Bastian había despertado en él el anhelo de querer vivir pequeñas aventuras en compañía de alguien más pero Bastian también tenía que cumplir con una vida en el mundo humano y su hijo aún era muy pequeño para ello así que sólo le quedaba resignarse mientras calmaba su ansiedad dando vueltas por el lugar.

Cuando ya había pasado varias horas volando decidió dar un último vistazo a los mares del infierno y desde la altura pudo distinguir una particular figura en las orillas.

- Silver, acercate allí - ordenó y la bestia descendió. Al acercarse descubrió que se trataba de una niña que dormía sobre la arena - No puede ser... - murmuró al notar las pequeñas aletas verdes en sus tobillos - Es una sirena... - al ver que su cuerpo desnudo apenas era cubierto por su largo cabello negro, Kalir se quitó su chaqueta y delicadamente la cubrió con ella - Oye, niña, despierta - le pidió tocando su mejilla pero ella no reaccionaba - Rayos... ¿Qué se supone que haga? - se preguntó en voz baja, miró a su alrededor y notó que no había nadie cerca - No puedo dejarla aquí así, esta zona está llena de bestias carroñeras que la deborarían en un segundo... mejor la llevo con Firinea, ella sabrá qué hacer - concluyó y cargó con la pequeña en brazos hasta su Palacio.

Firinea y Ratja no ocultaron su sorpresa al verlo llegar, inmediatamente la Reina Sirena se dispuso a revisar a la niña pero aunque no constató ningún daño sobre ella aún así esta seguía sin reaccionar.