Mientras Siry y Vittorio partían hacia el Reino de este, por su parte Bastian y los demás eran guiados por Kalir a un particular lugar...
- ¿Dónde estamos? - preguntó el pequeño.
- Ya lo verás - sonrió Kalir y se detuvo frente a la entrada a una cueva.
- Oh, no. Otra maldita cueva no. - se quejó Rustem - Si tenemos que pelear de nuevo ahora mismo me llevo a Bastian conmigo.
- Tranquilo, pajarito, no te preocupes - se burló su hermano - Vamos, enano, sígueme.
- ¡Sí! - respondió él y le siguió el paso a su loco tío.
Rustem soltó un suspiro y Ananya le dio un empujón - ¡Vamos, Rustem! Yo también quiero saber qué es - dijo entusiasmada, y este sin más opción entró.
Al principio se veía obscura, pero al ir avanzando, notaron un camino de antorchas clavadas en sus paredes.
- Oh... ¿Alguien vive aquí? - preguntó el pequeño.
- Por supuesto, te dije que te traería a conocer a alguien.
En eso, a lo lejos, pudieron divisar la figura de un fuerte hombre de espaldas, parecía estar ocupado con unos herrajes.
- ¡Ey! ¡Torett! ¡Hola! - saludó, efusivo, Kalir a lo lejos.
Aquel hombre, aún sin voltear, dio un suspiro al reconocer esa voz - Ash... no puede ser, este sujeto otra vez... - murmuró - ¡Príncipe Kalir! - continuó ya volteando a verlos - ¿A qué debo el honor de su visita esta vez? - deslizó con sarcasmo - Si está aquí para "jugar" otra vez con mis bestias debo decirle que no están disponibles para eso. Así que deberá medir fuerzas con alguien más. - dijo, acercándose al grupo, cruzando los brazos.
- Tranquilo, no vine por eso.
- ¿Quien es él? - insistió Bastian al ver al imponente hombre de piel morena y ojos dorados.
- Él es Torett, es el padre de Ondi, y un Domador de bestias.
- ¿El padre de Ondi? No lo sabía y ¿ella está aquí?
- No, está en el mar recolectando cosas para mi - respondió el Domador - ¿Y bien? ¿Qué es lo concretamente quieren?
- Queremos saber qué es esto - dijo el pequeño y enseñó el huevo en sus manos.
Torett abrió los ojos con asombro - ¡¿De dónde lo sacaste?! - preguntó.
- Estaba en una cueva, es una larga historia, la cuestión es que formaba parte del botín de un tesoro robado. - respondió Kalir.
- ¿Estaba solo? - insistió el domador.
- Sí, era el único, lo vi y lo traje conmigo - respondió el pequeño.
Torett sonrió - Bien, niño, lo que tienes allí es nada más y nada menos que el huevo de un dragón Silver.
- ¿El huevo de un dragón? ¿Así? ¿Tan pequeño? - preguntó con asombro Kalir.
- Así es, son extremadamente raros, es más, hace casi un siglo que no veo uno, pensé que estaban extintos.
- ¿Por qué son raros? - indagó Bastian.
- Porque sus escamas plateadas y los huevos que dan son tan valiosos como la Plata misma, viven en los lugares más inhóspitos del Infierno pues se adaptan a cualquier ambiente, tanto en el mar como en la tierra. Son reacios pero muy poderosos, y en la antigüedad sólo los clanes más ricos tenían acceso a ellos.
- Oh...
- Pero no sabemos cuanto tiempo tiene, quizás años, lo más probable es que el dragón dentro esté muerto ¿Verdad? - preguntó Rustem.
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El Ángel que bailaba con el Diablo 2: Recuerdos en el Infierno
FantasyDespués de los hechos de la primera parte, Noré continúa amando en secreto a Anaciel, haciéndole compañía en su forma de ave cada vez que ella bajaba al mundo humano, esperando así el momento indicado para aparecer nuevamente ante ella. Pero todo se...