El príncipe estaba devastado, no podía terminar de asimilar la noticia.
- ¿Dónde... está el cuerpo?... - preguntó.
- No hay cuerpo...- respondió Ursen.
- ¡¿Qué quieres decir con que no hay cuerpo?!
- Joven príncipe ha pasado más de un mes, los cuerpos de los demonios desaparecen al poco tiempo para que las almas sigan su curso.... usted lo sabe.
- Karos... - dijo el joven en señal de pregunta al sirviente.
- Joven Príncipe-
- ¡Sólo creeré lo que Karos diga!, Karos, dímelo...
- Es verdad... no hay cuerpo señor... - respondió él.
- Lo único que podemos darle como recuerdo en su memoria es su anillo de compromiso Joven Príncipe... - dijo Ursen y se acercó a él para entregarle el anillo en la mano.
Al tenerlo Loxur sintió que le oprimían el corazón y cerró su puño con tanta fuerza que empezó a sangrar.
- ¡Señor contrólese!
- Déjenme sólo...
- Pero-
- ¡Váyanse todos, déjenme sólo! - gritó lleno de dolor.
Todos abandonaron la habitación y ya lejos de ella Ursen comentó
- Es una fortuna que el joven Príncipe tenga los poderes de Minotauro sellados, de lo contrario podría haber destruido todo.
- Si el Señor no hubiese tenido sus poderes sellados desde un principio nada de esto habría pasado... - comentó Karos y se alejó.
Ursen quedó molesto con su actitud y le ordenó a un asistente personal
- No confió en Karos, no le saques la vista de encima, mantenlo disimuladamente alejado del Príncipe.
- Entendido Señor Ursen - respondió este.
Mientras tanto Loxur permanecía sólo en su habitación, abrir aquel armario con los vestidos de Petra lo destruía y lo que más le dolía es que nisiquiera había podido verla una última vez aquella noche.
En Diablo cayó en depresión, nadie que lo conociese habría imaginado que podría verse así, no quería que ninguno se le acercase, apenas probaba bocado, los sirvientes lo observaban recorrer el Palacio con la mirada perdida, había hecho un collar donde llevaba colgado el anillo de compromiso, y en algunas ocasiones lo encontraban con una manzana en su mano, las hacía buscando recordar el aroma de Petra en ellas.
Así pasaron varios días, Karos ya no podía soportar verlo en ese estado, pero entre que Loxur no quería ver a nadie y el asistente de Ursen acechandolo se le hacía casi imposible acercarsele, hasta que un día decidió forzar las cosas para hablar con él.
Con la complicidad de los demás sirvientes fieles a Loxur, distrajo la atención del asistente y entró sin permiso a la habitación del Diablo a riesgo de que este terminará desatanto su furia con él.- ¡¿Karos que haces aquí?! ¡Pedí expresamente que me dejarán sólo, vete!.
- Lo siento Señor pero no lo haré, tiene que escucharme, por empezar, quitese esa basura del cuello - dijo y le arrancó el collar.
- ¡¿Qué rayos crees que estás haciendo?! Devuelvemelo si no quieres que te mate.
- Reaccione señor, este anillo no le pertenece a la Señora Petra.
- ¿Qué?...
- Baje la voz, así no descubren que estoy aquí...
- ¿Qué demonios está pasando?...
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El Ángel que bailaba con el Diablo 2: Recuerdos en el Infierno
FantasyDespués de los hechos de la primera parte, Noré continúa amando en secreto a Anaciel, haciéndole compañía en su forma de ave cada vez que ella bajaba al mundo humano, esperando así el momento indicado para aparecer nuevamente ante ella. Pero todo se...