Salomón: Capítulo 11

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Salomón había citado a Kaori en un lugar de reunion privado, lejos de su Palacio, pues no quería que ella estuviese ni cerca de Sayuri y que mucho menos supiese de su embarazo, de ser así perdería la oportunidad de negociar con ella y quizas provocaría que esta vez Kaori si atentase contra ella por ser la indiscutible madre de su primogénito.

- Bien Señor Salomón, supongo que si me citó para hablar es porque está considerando aceptar mi propuesta...- dijo y nuevamente se quitó el pañuelo que traía en su cuello para dejar ver el hermoso collar en una clara provocación.

- ¿Si acepto hacerlo me darás el collar en cuanto se compruebe el embarazo verdad?

- Así es Señor Salomón.

- ¿Cómo sé que no me engañarás?

- Si necesita que firmemos un acuerdo con gusto lo haré, yo no tengo problemas en hacerlo, ya se lo dije, soy respetuosa de los acuerdos.

- Bien... - suspiró - pero tengo una condición, no lo haremos ni en mi Palacio ni en el tuyo, no quiero que se mezclen las cosas - declaró serio.

Kaori esbozó una sonrisa - ¿Que no se mezclen las cosas?... tarde o temprano lo harán, sólo está postergando lo inevitable...

- Esa es mi unica condición.

- Está bien, pero espero que al menos sea en un lugar romántico. Como se imaginará yo soy casta Señor Salomón y pretendo que mi primera vez sea inolvidable, siendo con usted estoy segura que así será - sonrió.

Salomón no respondió ante ello - ¿Cuándo quieres que lo hagamos? - preguntó ya resignado.

- Lo haremos dentro de veinte días.

- ¿Veinte días? ¿Por qué?

- Porque las demonio de Luna sólo podemos quedar embarazadas en las noches de luna llena, aumenta nuestra fertilidad, y la próxima será en veinte días.

- ¿Fertilidad? ¿Es eso verdad? ¿No estarás aplazando el tiempo a propósito verdad?

- Ja, ja, no Señor Salomón, le aseguro que es verdad. Puede preguntarle a cualquier mujer del Clan si quiere. A menos que quiera hacerlo conmigo antes de tiempo para acostumbrarse a la idea...- deslizó audaz.

- No - respondió molesto - será en veinte días entonces. Yo te enviaré una nota de en dónde lo haremos.

- Perfecto, entonces esperaré su mensaje - dijo y se puso de pie - ¿Lo ve Señor Salomón? Este es el precio por humillar a una demonio de Luna...

- ¿Humillar? - murmuró Salomón.

- Sí, usted nos invitó a su Palacio a compartir una velada con la idea de sellar un compromiso, pero terminó eligiendo a otra mujer a último momento y que ni siquiera era una candidata... y para peor, es una bastarda del Clan. Usted también es de la realeza, sabe perfectamente que lo que hizo fue humillarme - dijo clavando unos ojos desafiantes en él.

- Sayuri también es una princesa, mi princesa, la mujer que amo y aunque que te queme la rabia será mi esposa.

- ¿De verdad? - sonrió - Veremos si a su princesa le quedan deseos de casarse cuando se entere de lo nuestro... adiós Señor Salomón, esperaré por usted... - terminó por decir y se marchó.

Salomón quedó un momento allí, reflexionando sobre la situación, tenía que aceptar que aquél escenario que Kaori había planteado era verdad, ¿Sayuri podría soportar algo así?. Tanto ella como Kaito venían de una familia con otro concepto de valores, de matrimonio monogamo, respetuoso, fiel, y él había prometido a ambos que Sayuri sería su única esposa, pero llegado a esa instancia ya le era difícil pensar con claridad.

El Ángel que bailaba con el Diablo 2: Recuerdos en el Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora