El Ángel que bailaba con el Diablo 2: Recuerdos en el Infierno

Mini Especial: Hazar vs Ratzi

- ¡Tío Hazar! Dafné me dijo que aquí en tu Reino hay un mercado muy bonito ¿Es verdad? - preguntó Siry mientras compartía una taza de té con el Diablo un día que fue a visitarlo.

- ¿Eh? ¿Te haz estado viendo con mi madre?

- Sí, cuando visito al abuelo. Dafné me deja ir a jugar con sus joyas y maquillaje, ella es muy coqueta. Pero dime ¿Es verdad lo del mercado?

- Supongo que te debes estar refiriendo al mercado de Abathi. Sí, es verdad, es un lugar muy concurrido aquí especialmente por las mujeres ya que se especializa en joyas y objetos extraños, incluso mascotas.

- Wow! Suena genial. ¿Me llevas? ¿Me llevas? ¿Me llevas? - se entusiasmó.

- Oye, tranquila, yo no suelo ir a esos lugares. Llamo mucho la atención.

- Oh... por favor tío Hazar... ¿Y Lussia no podría llevarme?

- Oh, lo lamento señorita - respondió la sirvienta a su lado - me encantaría pero es un lugar muy exclusivo. Sólo los comerciantes y demonios de clase alta pueden andar allí. La única forma de que los sirvientes entremos es acompañando a nuestros amos...

- Oh... ya veo.

Al ver la expresión de decepción en el rostro de la pequeña Hazar resopló - Ash... está bien. La verdad es que no me gusta ir a ese lugar porque siempre termino cruzándome con algún miembro del Clan, pero por ti haré una excepción.

- ¡¿De verdad?!

- Sí, así que come primero la galletas que Lussía hizo para ti y vamos al mercado.

- ¡Sí! ¡Gracias! - dijo alegre.

- Y tú, Lussía - se refirió a ella - ve a cambiarte, vendrás con nosotros. - le ordenó.

- ¿Qué? - se sorprendió - pero así estoy bien, puedo ir con él uniforme.

- No vas a hacer un mandado, vienes de paseo con nosotros. Yo no voy a entrar a los locales de mujeres así que si Siry quiere probarse algún vestido tú la acompañarás. ¿Estás de acuerdo?

- Claro, amo, lo que usted ordene. Enseguida regreso. - dijo y subió a quitarse el uniforme.

Al verla irse, Siry se acercó a Hazar y le susurró - Yo no dije que quería que me compraras un vestido.

- ¿Eh?

- ¿Esa es tu forma de invitar a Lussía a salir?

- ¡¿Qué?!

- Debes ser más claro, tienes que decirle "Lussía, quiero que vengas con nosotros porque me gusta estar contigo".

Hazar tomó una galleta y la obligó a comerla - Mejor calla y come - murmuró nervioso - Eres peligrosa cuando abres esa pequeña boca, tienes la misma honestidad brutal de Vittorio. Deberías pasar menos tiempo con él...

- Pero el tío Vittorio tiene razón, todo es más fácil cuando eres honesto.

- No siempre es así, también existe algo llamado "sutileza", pero Vittorio carece de ello.

Lussía rápidamente se colocó un delicado vestido verde y ató su cabello con una cola alta para luego dirigirse hasta la salida donde Hazar y Siry la esperaban.

- ¡Lussía! Te ves muy bonita, ese vestido te queda mucho mejor que el uniforme. ¿No lo crees, tío Hazar?

- ¿Qué? Bueno, sí, se ve bien... - soltó algo escueto.

- Muchas gracias, señorita.

- ¿Nos vamos? - preguntó el Diablo.

- ¡Sí! - respondió emocionada la pequeña e inesperadamente tomó las manos de ambos para salir del Palacio.