El Ángel que bailaba con el Diablo 2: Recuerdos en el Infierno

Luna Roja - Rebelión: capítulo 13

El Ángel que bailaba con el Diablo: Luna Roja - Rebelión 🌹😈

🌙Capítulo 13 🚫+21

Sin siquiera percatarse de las amenazas a su alrededor, Lussía y Hazar regresaron al Palacio.
La joven fue la primera en ingresar y no pudo evitar sorprenderse al notar que todo permanecía oscuro - Parece que Thurksen aún no regresa... - comentó al pie de la escalera.

- No, ya te lo dije, estámos solos aquí - sonrió Hazar.

- ¿Él no está encerrado verdad?

- ¿Por qué insistes con eso?

- Porque me daría mucha culpa saber que el pobre Thurksen esté encerrado por mi culpa.

- Ja, ja, ya no pienses en eso, confía en mi, no está encerrado. Está ocupado con otras cosas...

- Oh, ya veo...

El Diablo la cargó en brazos y subió las escaleras - Ya deja de preocuparte por él, me pone celoso que siempre estés pensando en Thurksen

- ¿Qué? ¿Sientes celos Thurksen?

- Sí

- ¡P-Pero es Thurksen! Quiero decir, yo-

- No me interesa, soy un hombre celoso. No mentía cuando dije que quería ser lo único en tus ojos, tus manos sólo pueden tocarme a mi... bueno, a Siry también - comentó y al llegar a su habitación colocó suavemente a la joven en el centro de la cama para luego abalanzarse sobre ella - Ahora que has aceptado ser mi esposa debes asumir la responsabilidad que implica poseer el amor de un Diablo, Lussía...- dijo a centímetros de su rostro mientras clavaba una mirada ardiente en ella.

La muchacha comenzó a ceder a su juego - ¿Y eso... qué implica?... - preguntó subiendo una pierna para posarla alrededor de la cintura de él de manera sugerente.

- Que sólo debes hacerme feliz a mi... esa será tu única responsabilidad...

- Acepto... - sonrió coqueta y un beso bastó para perderse de nuevo en la pasión.

Hazar hizo que ella se pusiera de pie y desató con delicadeza las cintas que aferraban el vestido a su figura, lo dejó caer y admiró aquel sensual juego de lencería blanco compuesto apenas por dos piezas que casi no dejaban lugar a la imaginación. La sentó en su regazo y, mientras probaba su boca, con una mano acariciaba sus suaves senos y con la otra corría apenas su diminuta braga para tocar su parte más sensible.

La excitación apenas debajaba respirar a la joven, cada tanto escapaba de sus besos para obtener bocanadas de aire. La temperatura de su cuerpo aumentaba junto con su humedad, aquel hombre la hacía volar sólo con sus manos.

- Me encanta como tu piel se vuelve más cálida poco a poco... - le susurró al oído mientras ella ni siquiera podía responder. Inconscientemente cerró sus piernas sin dejar escapar la mano del Diablo y ahogó en su boca un orgasmo estallar con un beso desesperado. Exhausta, se dejó caer boca abajo en la cama, trataba de recobrar el aire mientras veía de reojo como Hazar se deshacía de su propia ropa - ¿Ahora estás lista para mi...? - preguntó burlón y ella sólo alzó sus caderas en señal de que él le terminase de quitar las bragas. Con suaves embestidas se introdujo en la joven que resistía cada una de ellas mordiendo la almohada. No quería ser brusco, la cintura de Lussía se veía tan delgada que casi podría tomarla con una sola mano, así que contuvo a más no poder su deseo salvaje para que ella pudiese disfrutar de esa nueva posición y lo estaba consiguiendo, pues los suaves movimientos volvían loca a Lussía provocando que el calor de su cuerpo siguiese aumentando. Cuando ambos desbordaron, Hazar se echó suavemente sobre la joven para besar su mejilla sonrojada mientras posaba su mano sobre la de ella que lentamente aflojaba su agarre de la almohada.