El Ángel que bailaba con el Diablo 2: Recuerdos en el Infierno

Un tesoro invaluable

El Angel que bailaba con el Diablo:

🔵Un tesoro invaluable

A pesar de que Malek era un miembro de la familia principal del Clan Grifo, debido a su carácter arrogante y por momentos tosco, la tarea de conseguir una pareja se había vuelto casi una misión imposible para él dado que las jóvenes de su raza, prácticamente, ni siquiera le daban una oportunidad por la fama de malhumorado que cargaba.

Era una situación por demás frustrante, sus hermanos, incluso su joven sobrino, ya estaban orgullosamente casados y él no había pasado de un par de encuentros ocasionales, pero todo empeoró desde el día en que conoció a la esposa de un diablo: el día en que vio a Zafira.

Malek jamás se había planteado buscar a una mujer por fuera de su raza, pero aquella vez en que sus ojos se cruzaron con la enigmática belleza de Zafira, durante la boda de Caled, nunca logró quitar la imagen de ella de su mente.
Con sus ojos azules, piel morena y cabello profundamente oscuro, su recuerdo solía perturbar el sueño del grifo en ocasiones.
Comparándola con las mujeres del Clan, las grifos eran como el reluciente día, mientras que Zafira la noche eterna, y, si debía escoger, definitivamente prefería perderse en el negro de ese largo cabello para siempre.

A veces, sus pensamientos volaban, llevándolo a preguntarse 《¿Qué estará haciendo la señora Zafira ahora?...》 pero luego se reprendía a si mismo diciéndose que no tenía derecho a pensar en ella pues era una mujer casada, aunque pronto descubriría que eso último ya no lo detendría...

Un día, Ananya había ido a visitar a Anaciel y Zafira al mundo humano, y esta última le entregó una pequeña caja encargándole como favor que se la diese a Vittorio, ya que aun faltaban varios días para su regreso y sabía de su ansiedad por recibirla.

Ananya aceptó, pero, como ese día tenía sus propias ocupaciones a las cuales acudir, le entregó la caja a Rustem para que cumpliese aquel favor en su lugar.

- ¿Puedo contar con que se lo darás? Zafira dijo que era muy importante para Vittorio - preguntó Ananya.

- Sí, descuida, hoy mismo estaré de paso por su Reino así que se la entregaré - respondió este en su sala personal.

- Bien, me voy, papá me espera para una expedición ¡Nos vemos luego! - terminó, animada, y se marchó.

Rustem admiró la pequeña caja sobre el escritorio y no pudo resistir su curiosidad 《¿Aquí hay algo muy importante para Vittorio? Me pregunto qué será...》pensó, y abrió el paquete, encontrándose con varias fotografías de Zafira 《Debí imaginarlo, más fotografías... Mi hermano de verdad tiene una obsesión con esto, pobre Zafira...》 se burló, en silencio, al verlas y volvió a guardarlas cuidadosamente dentro de la caja, dejándolas en una esquina del escritorio.

Apenas minutos después, Isbel llamó a la puerta:

- Señor Rustem, el señor Malek está aquí.

- ¿Malek? - se sorprendió - Hazlo pasar.

- Como ordene. Adelante, señor Malek.

- Gracias - respondió el grifo, ya entrando a la sala personal.

- ¿Qué haces tú aquí? - preguntó Rustem, mientras Isbel terminaba de cerrar la puerta.

- Mi hermana me envió, dijo que encontró un par de piezas de un tesoro en el mercado de este reino y las compró para entregarselas a papá para su custodia, pero olvidó llevarlas y, como ya se marchó a la expedición, me pidió que las buscase aquí para guardarlas en la bóveda.

- Ah, sí, están en nuestra habitación. Espérame aquí, las traeré - respondió el diablo y salió de la sala personal dejando solo, por un momento, al grifo.